Skidmore, Owings & Merrill (SOM), responsables del Burj Khalifa, y Energy Vault se unen para transformar enormes rascacielos en algo aún más grande: ¡sistemas de almacenamiento de energía gravitacional!
Imagine un futuro en el que los rascacielos no sean sólo hitos arquitectónicos, sino también baterías gigantes que almacenan energía. Este es el ambicioso proyecto de Skidmore, Owings & Merrill (SOM), famosa por su trabajo en Burj Khalifa, en Dubaiy Energy Vault, un innovador en almacenamiento de energía. Juntos proponen transformar edificios de 1 km de altura en sistemas de almacenamiento de energía gravitacional, según Olhardigital.
El concepto revolucionario
La idea central del proyecto es sencilla pero ingeniosa: utilizar la gravedad para almacenar y generar energía. Se proponen dos métodos principales. En el primero, se eleva un peso hasta la cima del rascacielos utilizando energía excedente. Cuando se suelta, el peso desciende, activando un generador mediante la fuerza gravitacional. En el segundo En este método, el agua se bombea hasta la parte superior del edificio, funcionando de manera similar al almacenamiento hidroeléctrico. En ambos casos, el energia puede provenir de fuentes renovables o de la red eléctrica estándar.
Desafíos y soluciones
Estructuras robustas como baterías y eficiencia energética
Uno de los mayores desafíos es garantizar que los rascacielos puedan soportar el peso adicional del sistema de almacenamiento. “No se trata sólo de subir y bajar con un peso gigante”, explica un representante de SOM, “sino también de garantizar que la estructura siga siendo segura y eficiente.”. Además, el mantenimiento del sistema y el espacio necesario para los mecanismos son puntos críticos que deben planificarse cuidadosamente.
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Comparaciones con sistemas hidroeléctricos
El concepto de utilizar la gravedad para generar energía no es nuevo. El método propuesto es comparable al almacenamiento hidroeléctrico, donde el agua liberada desde un punto alto genera electricidad moviendo turbinas y luego se bombea de regreso a la cima. En el caso de los rascacielos, el principio es el mismo, pero con el añadido de complejidad arquitectónica y logística urbana.
Impacto ambiental y viabilidad económica
Un punto crucial del proyecto es su impacto ambiental. Según un comunicado de prensa, “las estructuras tendrán la capacidad de alcanzar varios gigavatios-hora (GWh) de almacenamiento de energía gravitacional, alimentando no sólo el edificio en sí, sino también las necesidades energéticas de los edificios adyacentes”. Esto significa una posible recuperación rápida de las emisiones de carbono, estimada en 3 a 4 años, lo que marca un avance significativo en términos de sostenibilidad.
Visión para el futuro
Sin embargo, este proyecto podría revolucionar la forma en que vemos y utilizamos los rascacielos en las grandes ciudades. Imagínese, la misma estructura que define el horizonte de una ciudad es también un pilar de la energía renovable. A pesar de los desafíos, la innovación aportada por SOM y Energy Vault allana el camino para un futuro en el que la sostenibilidad esté en el corazón de la arquitectura urbana.
Por tanto, transformar rascacielos en baterías gigantes es una propuesta ambiciosa e innovadora que podría redefinir el uso de la energía en las ciudades. Con el apoyo de tecnologías avanzadas y una visión sostenible, estas estructuras icónicas podrían convertirse en un hito no sólo de la ingeniería sino también de la revolución energética.