Entiende la curiosa razón por la cual la Toyota Hilux fue prohibida en Estados Unidos, desafiando las expectativas de un mercado apasionado por las camionetas.
Descubra por qué uno de los coches más legendarios del mundo está prohibido en el mercado de camionetas más grande, y cómo un impuesto inesperado creó esta curiosa situación.
La Toyota Hilux es una camioneta legendaria que se ha ganado una reputación mundial por su resistencia.
Considerado indestructible, es capaz de soportar condiciones extremas, como quedar sumergido en el océano, ser destruido junto con un edificio o incluso resistir fuertes corrientes.
Incluso en situaciones tan adversas, la Hilux sigue funcionando como si nada hubiera sucedido.
Se ha convertido en la mejor amiga de agricultores, exploradores remotos, agencias humanitarias e incluso grupos militares en zonas de conflicto.
Cuando piensas en un vehículo confiable para atravesar desiertos, escalar montañas o soportar años de uso intensivo, la Hilux te viene a la mente.
Pero lo que hace aún más curioso este fenómeno es que la Hilux, a pesar de ser un ícono mundial, está prácticamente prohibida en Estados Unidos.
Sí, la camioneta famosa por su robustez no está disponible en los concesionarios de América del Norte.
Y lo más sorprendente es que esta ausencia no tiene nada que ver con fallos de seguridad, falta de interés o problemas de fiabilidad.
La verdadera razón es bastante inusual y tiene que ver con los pollos.
Así es, pollos.
Para entender este misterio, necesitamos retroceder en el tiempo y explorar algunas leyes de importación y un curioso conflicto comercial.
El origen de la Toyota Hilux
La historia de la Hilux comienza a finales de la década de 60, cuando Toyota decidió crear una camioneta robusta capaz de afrontar terrenos difíciles sin perder nada de comodidad.
El nombre “Hilux” es una combinación de las palabras “High” y “Luxury”, pero irónicamente, el modelo inicial estaba lejos de ser lujoso.
La propuesta era sencilla: crear una camioneta confiable, práctica y duradera, sin lujos y capaz de soportar cualquier tipo de terreno.
Y la fórmula funcionó.
La Hilux rápidamente se convirtió en una moda, especialmente en los mercados de Asia, África y América Latina.
Resultó ser no sólo un vehículo de trabajo, sino también un modelo ideal para el uso diario.
En poco tiempo, conductores de diferentes partes del mundo se dieron cuenta de que la Hilux no era simplemente una camioneta más.
Se volvió prácticamente indestructible.
Con un mantenimiento adecuado, podría recorrer cientos de miles de kilómetros sin problemas.
Pronto, su resistencia llamó la atención de quienes necesitaban vehículos para condiciones extremas.
Ya sea en los caminos más precarios, en medio de desiertos o incluso en escenarios de guerra, la Hilux sobrevivió a casi todo.
De hecho, durante algunos conflictos alrededor del mundo, el número de Hilux armadas era tan grande que se empezó a utilizar el término “Guerra Toyota” para describir combates en los que estas camionetas estaban equipadas con ametralladoras y lanzacohetes.
Así, sin quererlo, Toyota vio su vehículo convertirse en una herramienta militar improvisada, reforzando aún más su fama.
La salida de Hilux de Estados Unidos
Con el tiempo, la Hilux comenzó a ganar versiones más sofisticadas, incluyendo modelos diésel y 4×4.
Sin embargo, inexplicablemente, la Hilux desapareció de los concesionarios en Estados Unidos.
Y entonces surge la pregunta: ¿por qué un país obsesionado con las camionetas no tiene la Hilux?
La respuesta tiene una historia curiosa y compleja, con un impuesto que se remonta a la década de 1960.
Este impuesto, conocido como “Impuesto al Pollo”, se creó en respuesta a un arancel impuesto por los países europeos al pollo estadounidense.
En represalia, el gobierno de Estados Unidos, entonces encabezado por Lyndon B. Johnson, impuso un arancel del 25% a la importación de ciertos productos, incluidas camionetas ligeras.
Parece surrealista, pero sí, una disputa comercial que involucra a pollos ha afectado el ingreso de camionetas a Estados Unidos.
Inicialmente, este impuesto estaba dirigido a los modelos de Volkswagen, como la famosa camioneta Tipo 2 Combi.
Sin embargo, el impuesto persistió y su aplicación se extendió a cualquier fabricante que deseara importar camionetas ligeras producidas fuera de Estados Unidos.
Esto hizo que fuera mucho más caro para Toyota y otras marcas entrar al mercado norteamericano.
Y como sabemos, a los consumidores estadounidenses les encantan las camionetas grandes, potentes y asequibles.
Por lo tanto, este arancel del 25% hizo que las camionetas importadas fueran demasiado caras para competir con los modelos producidos localmente.
La solución de Toyota: crear un modelo para EE.UU.
Ante esta barrera comercial, Toyota decidió crear una camioneta específica para el mercado de Estados Unidos, fabricada localmente para evitar el impuesto del 25%.
Este modelo, como te puedes imaginar, es la Toyota Tacoma.
La Tacoma no es simplemente una Hilux con una nueva marca, aunque comparte el mismo ADN.
Fue diseñado específicamente para satisfacer las preferencias del consumidor norteamericano, que tiene gustos diferentes cuando se trata de camionetas.
La suspensión del Tacoma ha sido ajustada para mayor comodidad.
Los motores han sido calibrados para priorizar el rendimiento en carretera.
Además, el aspecto se adaptó para alinearse con las expectativas del mercado estadounidense.
Esto tenía todo el sentido, ya que los gustos de los consumidores en el mercado de camionetas de EE. UU. son bastante específicos.
Las camionetas más vendidas son las de tamaño completo, como la Ford Serie F, especialmente la F-150, y la Chevrolet Silverado.
Estos modelos son grandes, con potentes motores V8, cabinas espaciosas y se utilizan a menudo tanto para trabajar como para el ocio.
Pero, por supuesto, también hay un nicho para las camionetas de tamaño mediano.
Modelos como la Toyota Tacoma, Chevrolet Colorado, Ford Ranger y Nissan Frontier forman parte de esta categoría.
Sin embargo, el público objetivo de estos modelos exige un cierto nivel de comodidad, refinamiento y rendimiento, que no era el objetivo del Hilux.
El impacto de las regulaciones ambientales
Otro factor que influyó en la salida de la Hilux de Estados Unidos fueron los cambios en las regulaciones ambientales a finales de los años 80 y principios de los años 90.
Las leyes sobre emisiones contaminantes se han vuelto más estrictas, especialmente para los motores diésel.
Adaptar el Hilux a estas nuevas exigencias requeriría una fuerte inversión, lo que dificultaría aún más la comercialización del modelo.
La decisión final de Toyota
Ante estos obstáculos – el “Chicken Tax”, nuevas regulaciones medioambientales, cambios en las preferencias de los consumidores y la competencia con la Tacoma – Toyota decidió, a mediados de 1995, retirar la Hilux del mercado norteamericano.
El Tacoma, a su vez, fue lanzado para llenar este espacio, satisfaciendo mejor las demandas del público local.
Mientras tanto, la Hilux continuó siendo un éxito global, dominando carreteras, granjas y terrenos difíciles alrededor del mundo.
En Estados Unidos, Toyota comenzó a ofrecer la Tacoma, mientras que para quienes querían algo aún más grande y potente, existía la Tundra, una camioneta de tamaño completo diseñada para competir con modelos como la Ford F-150 y la Chevrolet Silverado.
Al final, Toyota no sólo logró sortear las dificultades burocráticas y fiscales, sino que también sirvió mejor al público norteamericano.
Hilux: un mito
Aunque la Toyota Tacoma es un excelente modelo de camioneta, la Hilux sigue siendo un verdadero mito.
Es una leyenda sobre ruedas, admirada por su resistencia y durabilidad, y sigue siendo una de las camionetas más emblemáticas del mundo.
Ahora, la pregunta sigue siendo: ¿cree usted que la Hilux tendría éxito en Estados Unidos, incluso con todas las barreras comerciales y regulatorias? Deja tu opinión en los comentarios.
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6 Comentários
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Roberto Eccel
22/04/2025 08:42
Toyota, lo mejor, lo mejor
Carlos
22/04/2025 13:17
Pero cuando los americanos quieren, pagan, ¡aunque sea caro!... Quiero decir, antes pagaban, ¡ahora ni lo sé! Porque Tramp va a llevar a la quiebra a Estados Unidos con estos aranceles absurdos. O mejorará, quién sabe, sólo el tiempo lo dirá. El vagabundo, no Musk.
Miguel Bolela
22/04/2025 15:40
Si hubiera habido persistencia en mantenerlo, la población apasionada por la Hilux se habría adaptado a su precio.
Periodista egresada en 2017 y en actividad desde 2015, con seis años de experiencia en revistas impresas, paso por canales de televisión abierta y más de 12 mil publicaciones online. Experto en política, empleos, economía, cursos, entre otros temas. Matrícula profesional: 0087134/SP. Si tiene alguna pregunta, desea informar un error o sugerir un tema sobre los temas tratados en el sitio web, contáctenos por correo electrónico: alisson.hficher@outlook.com. ¡No aceptamos currículums!
Toyota, lo mejor, lo mejor
Pero cuando los americanos quieren, pagan, ¡aunque sea caro!... Quiero decir, antes pagaban, ¡ahora ni lo sé! Porque Tramp va a llevar a la quiebra a Estados Unidos con estos aranceles absurdos. O mejorará, quién sabe, sólo el tiempo lo dirá. El vagabundo, no Musk.
Si hubiera habido persistencia en mantenerlo, la población apasionada por la Hilux se habría adaptado a su precio.