La construcción del esperado mega puente Salvador-Itaparica de 12,4 kilómetros entre Salvador y la isla de Itaparica está a punto de concretarse.
Después de años de numerosas negociaciones, el Gobierno de Bahía y un consorcio chino llegaron a un acuerdo que prevé inversiones de R$ 9 mil millones en el mega puente Salvador-Itaparica. El anuncio marcó un paso importante para un proyecto que promete transformar la movilidad y la economía de la región.
Renegociación para desbloquear la obra
El contrato original, firmado en 2020, preveía un costo de R$ 6,3 mil millones, de los cuales R$ 1,5 mil millones provendrían de recursos públicos y un contrapartidatacción valor anual de R$ 56 millones durante 30 años.
Sin embargo, la pandemia aumentó los costos de la construcción civil, lo que llevó al consorcio chinos – formada por las empresas CR20 y CCCC – solicitando un reequilibrio financiero.
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La estimación inicial fue revisada a R$ 13 mil millones, pero el gobierno de Bahía rechazó los términos, lo que resultó en meses de impasse.
Con la nueva propuesta, ajustada a R $ 9 mil millones, se renegociaron los puntos críticos del contrato, incluido el seguro de demanda, que determina una compensación económica si el flujo de vehículos es inferior al esperado.
La solución depende ahora de la aprobación del Tribunal de Cuentas del Estado de Bahía (TCE), que analiza los detalles finales.
Diálogo estratégico con China
La relación diplomática entre Brasil y China jugó un papel importante en el avance de las negociaciones. El proyecto fue incluido en la agenda de las reuniones entre el presidente Lula y el líder chino Xi Jinping durante el G20.
"Este punto entró en diálogo con el gobierno chino y será tratado como un proyecto prioritario tanto por el gobierno brasileño como por el gobierno chino.”, afirmó el ministro de la Casa Civil, Rui Costa.
Calendario e impactos
El inicio de las obras civiles está previsto para los próximos meses y su finalización debería tener lugar en un plazo de cuatro años.
Cuando esté terminado, el puente Salvador-Itaparica será el segundo más grande de Brasil, sólo detrás del puente Río-Niterói, y el más grande de América Latina en longitud sobre la profundidad del agua.
Además de reducir el tiempo de cruce a unos 15 minutos, el puente aportará importantes beneficios logísticos.
Se acortará la distancia entre Salvador y destinos turísticos del sur de Bahía, como Ilhéus, agilizando los viajes terrestres.
Sin embargo, la obra no está exenta de críticas. Los ambientalistas advierten sobre los impactos en los manglares y posibles daños al ecosistema local. La población de la Isla de Itaparica teme un crecimiento urbano desordenado.
Obstáculos del mega puente
A pesar del clima optimista, el proyecto aún enfrenta importantes desafíos. Los representantes del puerto expresaron su preocupación por posibles aumentos en los costos operativos.
Además, la población local y los sectores medioambientales permanecen atentos a la evolución del proyecto.
El gobernador Jerônimo Rodrigues destacó la importancia de la aprobación del TCE para garantizar la continuidad del proyecto. “Llegamos a un acuerdo entre el gobierno y el consorcio. Ahora, el documento está siendo analizado. Espero que este año podamos salir adelante”, afirmó.
Infraestructura complementaria
El proyecto no se limita a la construcción del puente. Incluye la duplicación de la carretera BA-001 y la creación de una nueva autovía de 22 kilómetros entre Mar Grande y Cacha Pregos.
En Salvador, una estructura conectará las regiones de Calçada y Água de Meninos, con viaductos y túneles que facilitarán el acceso.
Los trabajos de levantamiento de suelos ya están en marcha, con un avance del 40%. El análisis, realizado con dos ferries en la Bahía de Todos-os-Santos, es fundamental para la cimentación de los 160 pilares que sustentarán el puente. La expectativa es que esta etapa esté completa en marzo de 2025.
La nueva infraestructura promete impulsar el turismo y la economía local, aumentando el flujo diario de vehículos a 28 mil. Ciudades del Bajo Sur, como Morro de São Paulo y Boipeba, estarán más conectadas con la capital, favoreciendo el desarrollo regional.
Sin embargo, los expertos señalan que los desafíos van más allá de las cifras. Las preocupaciones sobre la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente siguen en el centro del debate. Por otro lado, los avances tecnológicos y la asociación con China sitúan el proyecto como un hito en la infraestructura brasileña.
Esta gran obra tiene que ser con un proyecto bien diseñado financieramente para que no suceda, como muchas obras estatales y federales, que sean abandonadas, como tantas han sido olvidadas, que este contrato realmente sea explícito y que los responsables sean castigado.
¡Este puente no es más que comprar votos!
Todos conocemos la demanda, el doble que el consumo de los ferries.