La minera Vale detectó grietas en la presa Forquilha III, en Minas Gerais, aumentando el riesgo de ruptura. El lugar, que se encuentra en nivel de emergencia 3 desde 2019, está bajo vigilancia y la zona ya ha sido evacuada.
Desde 2019, los habitantes de Ouro Preto viven bajo la sombra del miedo, siempre esperando noticias que nunca querrían escuchar.
La presa Forquilha III, ubicada en la mina Fábrica, ya estaba marcada por el inminente peligro de colapso. Pero un nuevo descubrimiento ha sacado a la luz una realidad aún más aterradora. Y no, no es lo que estás pensando – al menos por ahora.
El pasado viernes (13), el empresa minera Vale anunció el descubrimiento de grietas superficiales en la estructura de la presa. Aunque la empresa afirma que las condiciones estables no han sido cambiados, el riesgo no es despreciable.
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Se ha elevado la alerta máxima y los alrededores ya están siendo evacuados en caso de catástrofe. ¿Qué se está haciendo para prevenir un nuevo desastre ambiental?
Grietas encontradas en la inspección.
La presa Forquilha III está en estado de emergencia nivel 3 desde 2019, el más alto en la escala de la Agencia Nacional de Minería (ANM).
Esto significa un “riesgo inminente de perturbación”. Vale, sin embargo, busca tranquilizar a la población afirmando que el sitio está permanentemente monitoreado.
Las grietas encontradas recientemente aparecieron durante una inspección de rutina, realizada como parte de los procedimientos de seguridad.
Ante la inmediata respuesta, la minera informó a los órganos competentes y comenzó a implementar un plan de acción para investigar la situación y realizar las correcciones necesarias.
Según la empresa, la presa cuenta con una estructura de contención aguas abajo y una zona de autorrescate totalmente evacuada, sin presencia de comunidades en riesgo.
Historial de problemas
No es la primera vez que Presa Forquilha III presenta anomalías. En abril de este año se identificó una anomalía en uno de los 131 dispositivos de drenaje de la estructura.
En esa ocasión, la minera también aseguró que las condiciones de estabilidad no se habían visto comprometidas, realizándose un seguimiento diario.
La presa fue evacuada en 2019 y desde entonces, varios medidas de seguridad se implementaron para evitar una infracción.
Entre estas medidas, está en marcha la descaracterización de la presa, que se espera concluya en 2035. El proceso implica la retirada de relaves mineros y la recuperación ambiental de la zona.
Planes y riesgos futuros de Vale
La finalización prevista de las obras de descaracterización para 2035 plantea interrogantes, especialmente si se tiene en cuenta la historia de desastres ambientales en Brasil que involucran a empresas mineras.
En caso de rotura, el cuencas del Río das Velhas y del Río Paraopeba serían los más afectados, con consecuencias devastadoras para el medio ambiente y las comunidades ribereñas.
A Vale refuerza que sigue comprometida avanzar en la descaracterización de la estructura y reducir el nivel de emergencia de la presa, buscando minimizar los riesgos para la población y el medio ambiente.
Situación actual y perspectivas.
Aunque el riesgo de interrupción es real, el monitoreo continuo y las medidas de seguridad implementadas se consideran fundamentales para evitar un desastre.
La ANM, por su parte, aún no ha proporcionado comentarios sobre las últimas informaciones publicadas por Vale, pero se espera que pronto surjan nuevos detalles.
Lo que llama la atención es que el empresa minera Vale, incluso después del desastre de Brumadinho, enfrenta desafíos similares, lo que plantea dudas sobre la efectividad de las acciones preventivas adoptadas.
De todos modos, el escenario actual de la presa Forquilha III en Ouro Preto es una alerta roja para las autoridades y la población. Con grietas detectadas y un historial de problemas, La pregunta que queda es: ¿está Brasil preparado para evitar una nueva tragedia ambiental? Es más, ¿será suficiente la celeridad de las obras y las medidas de contención para proteger la región y evitar otro desastre como el de Mariana?