Un ciclista atropellado por una ambulancia recibe una factura de 1.800 dólares por su transporte al hospital
Imagínese ir en bicicleta tranquilamente y, de repente, ser atropellado por una ambulancia, el vehículo que debería estar en camino para ayudar a quienes tienen un accidente, no para provocarlo. Esta historia, por insólita que parezca, le sucedió a William Hoesch, un ciclista de 71 años, en el pequeño municipio de Rainier, Oregon.
En octubre de 2022, Hoesch fue atropellado por una ambulancia que intentaba girar a la derecha. El impacto destruyó su bicicleta y le provocó varias heridas. ¿La ambulancia? Ella lo llevó al hospital, no sin antes cobrarle a la “carrera” una factura de casi 2.000 dólares.
Después de todo, ¿cómo pudo ocurrir un accidente de ambulancia justo en frente de su propia estación? Ésta fue una de las razones por las que Hoesch y su abogado decidió demandar a la empresa, solicitando una indemnización por dolor, sufrimiento y gastos médicos. Entendamos un poco más sobre esta historia.
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Un accidente de ambulancia y ciclista con dos versiones
Al revisar el accidente, la policía escuchó diferentes versiones de lo sucedido. El conductor de la ambulancia afirmó que viajaba entre 5 y 16 km/h cuando escuchó el ruido y se detuvo, mientras que Hoesch informó que pedaleaba a una velocidad de 10 y 20 km/h) y dijo que nunca imaginó que la ambulancia giraría a la derecha frente a él.
Independientemente de la velocidad exacta, la colisión fue lo suficientemente fuerte como para aplastar la bicicleta de Hoesch y dejarle heridas que aún sufre.
A pesar de la velocidad relativamente baja, Hoesch sufrió fracturas y lesiones en el cuerpo. La situación se agrava para una persona de 71 años, cuya recuperación puede ser más lenta y delicada.
Además, ahora enfrenta altos costos médicos: un total de $47.000 y se espera que $50.000 más en tratamientos futuros.
llego la factura
Lo que realmente llamó su atención en este caso fue el hecho de que la ambulancia que lo atropelló se encargó de ayudarlo y luego le envió una factura de casi 2.000 dólares por el viaje.
En otras palabras, a Hoesch se le imputó un rescate que sólo fue necesario por el error de quien lo rescató. Imagínense lo frustrante que debió ser esto para él y su familia, quienes además de las facturas del hospital, vieron cómo la ambulancia “corría” se sumaba a la suma.
Para colmo, el seguro de Hoesch con Allstate (para conductores con seguro insuficiente) está ahora en el centro de una disputa legal. Sus abogados argumentan que la cobertura debería cubrir los costos que Columbia River Fire & Rescue no puede cubrir. Sin embargo, ni Allstate ni la empresa de rescate han comentado sobre el caso.
¿Un patrón de incidentes?
Desafortunadamente, el accidente de Hoesch no es un caso aislado en Oregon. En enero de 2024, se produjo otro trágico incidente que involucró a una ambulancia: Kelsey Seibel, de 25 años, perdió la vida cuando chocó con un vehículo de emergencia mientras intentaba girar.
Su familia presentó una demanda de 6 millones de dólares contra la empresa de ambulancias. En julio del mismo año, otro accidente con una ambulancia provocó la muerte de Gearldean Marin, de 55 años, tras una colisión con un coche aparcado con una rueda pinchada.
Estos hechos generan preocupación sobre la capacitación y los protocolos seguidos por los conductores de ambulancias. Si bien los vehículos de emergencia son esenciales, la responsabilidad de garantizar la seguridad vial es crucial.
Este caso sirve como advertencia sobre la importancia de una buena cobertura de seguro y un análisis crítico de las prácticas de conducción de vehículos de emergencia. Para ciclistas y conductores, la situación de Hoesch es un recordatorio de que debemos estar siempre atentos a nuestro entorno, incluso en situaciones en las que intervienen vehículos de emergencia.
Por otro lado, las empresas que operan estos vehículos también necesitan evaluar cómo están capacitando y supervisando a sus conductores. Una ambulancia que se desplaza, incluso lentamente, puede tener graves consecuencias en caso de colisión, especialmente para peatones y ciclistas.