La expansión de la empresa de internet satelital de Elon Musk plantea interrogantes sobre la soberanía digital, la seguridad nacional y el control tecnológico en la Amazonia. Italia y otros países también han expresado su preocupación por el progreso de Starlink.
Starlink, empresa de internet satelital controlada por Elon Musk, está bajo análisis de Anatel (Agencia Nacional de Telecomunicaciones) debido a posibles riesgos geopolíticos y estratégicos para Brasil. La preocupación va más allá de la tecnología: se trata de la soberanía nacional y del creciente dominio de una gran empresa tecnológica extranjera sobre la conectividad en zonas sensibles, como la región amazónica.
Según un informe de Estadão publicado el 23 de marzo de 2025, la solicitud de Starlink de aumentar el número de satélites operando sobre Brasil Ha estado estancado durante más de un año. Además de los criterios técnicos, Anatel evalúa los posibles impactos económicos y de seguridad nacional asociados a las operaciones de la empresa norteamericana.
La presencia de Starlink de Elon Musk en Amazon genera debate sobre la soberanía digital
Starlink cuenta actualmente con más de 250 clientes en Brasil, con una fuerte presencia en zonas aisladas de la Amazonia Legal, según una investigación de The Guardian. La empresa proporciona internet de alta velocidad en lugares donde no operan los proveedores tradicionales, beneficiando escuelas, comunidades indígenas, centros de salud e incluso bases de seguridad pública.
Sin embargo, esta conectividad también trajo advertencias sobre la dependencia tecnológica. Según ecologistas, ONG y autoridades locales, existe el temor de que el uso de la red de satélite pueda facilitar actividades ilegales, como la minería en áreas protegidas. Un artículo de septiembre de 2024 en The Guardian advirtió sobre el “dominio silencioso” de Starlink de Elon Musk en el territorio amazónico, destacando la falta de control estatal sobre su funcionamiento.
En una nota, Anatel informó que la La empresa debe cumplir con los criterios regulatorios del país y garantizar que sus acciones “no comprometan la autonomía de las comunicaciones brasileñas”.
Italia y otros países ya han bloqueado o restringido la empresa
Brasil no es el único país que pone bajo escrutinio el desempeño de Starlink. Italia rompió recientemente las negociaciones con el La empresa de Elon Musk, según reveló el diario El País el 19 de marzo de 2025. Según el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, la figura pública de Musk “genera ruido político y estratégico”, lo que hace que la operación sea delicada desde el punto de vista de la seguridad nacional.
Según El País, el Gobierno italiano teme que los datos recogidos vía satélite por empresas privadas puedan ser utilizados de forma inapropiada, violando acuerdos de confidencialidad o sirviendo a intereses de otros países.
Las autoridades de la Unión Europea y de los países africanos también han expresado su preocupación, ya que la empresa ha iniciado operaciones en regiones políticamente inestables. En estos lugares, los gobiernos han advertido de la necesidad de crear marcos regulatorios específicos para las operaciones de empresas de satélites con fuertes capacidades de vigilancia y recolección de datos.