Argentina elimina impuestos a las compras internacionales, mientras Brasil endurece las reglas. Dos estrategias económicas opuestas prometen redefinir el comercio en América del Sur. ¿Qué país está en el camino correcto?
En un movimiento que está sacudiendo los cimientos del comercio internacional de Sudamérica, Argentina anunció una medida radical e inesperada: el fin de los impuestos a las compras realizadas en el exterior.
Mientras tanto, Brasil sigue el camino opuesto, implementando reglas más estrictas para adquisiciones internacionales, lo que ha generado polémica y descontento entre consumidores y expertos económicos.
¿Pueden estas estrategias opuestas reconfigurar la dinámica económica entre los dos países?
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La decisión argentina fue revelada este viernes (15) por el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
Según Adorni, la eliminación de impuestos a los productos comprados en el exterior es parte del amplio plan de liberalización comercial del presidente Javier Milei, que busca atraer inversión extranjera y estabilizar la economía del país.
Esta medida, cuya entrada en vigor está prevista para diciembre, surge como un intento de volver a poner a Argentina en el radar económico mundial, después de años de recesión e inflación galopante.
Escenario argentino: austeridad y esperanzas de recuperación
De acuerdo con Agencia de calificación Fitch, la decisión de eliminar impuestos llega en un momento de ligero alivio para Argentina.
Este viernes, Fitch elevó la calificación de riesgo país de largo plazo a “CCC”, lo que indica una leve mejora en la confianza sobre la capacidad de pago de las deudas de Argentina.
Además, octubre marcó el décimo superávit fiscal consecutivo, resultado de las políticas de austeridad encabezadas por el ministro de Economía, Luis Caputo.
El gobierno de Milei, con su política de “déficit cero”, impone medidas estrictas para equilibrar las cuentas públicas, al tiempo que busca reorganizar la economía, que se espera que se contraiga un 3,6% este año, pero presenta perspectivas de crecimiento del 3,9% en 2025.
Estas cifras muestran un intento de pasar página de un pasado marcado por la falta de control fiscal y una inflación exorbitante.
El paralelo con Brasil: endurecimiento del comercio internacional
En Brasil, los recientes cambios en las reglas para las compras internacionales han causado grandes repercusiones.
El gobierno brasileño ha endurecido los estándares para las adquisiciones realizadas en plataformas extranjeras, incluido un aumento de la inspección y los impuestos sobre los artículos importados, afectando tanto a empresas como a consumidores que utilizan sitios de comercio electrónico internacionales.
Según el Ministerio de Hacienda, estas medidas tienen como objetivo proteger el mercado interior y combatir la evasión fiscal.
Sin embargo, los expertos sostienen que el resultado inmediato es el aumento del precio de los productos y la reducción del poder adquisitivo de los brasileños.
A La Renta Federal informó en noviembre de 2024 que el número de inspecciones a envíos internacionales aumentó un 45% en el último trimestre, cobrándose impuestos hasta el 60% del valor de los productos.
Esta postura contrasta marcadamente con la estrategia de Argentina, que busca fomentar el consumo a través de la apertura económica.
Impactos y preguntas sobre estrategias opuestas
Las estrategias divergentes de Brasil y Argentina plantean interrogantes sobre qué modelo podría ser más eficaz para abordar los desafíos económicos de América del Sur.
En Argentina, la liberalización comercial es un intento audaz de atraer inversiones y aumentar el poder adquisitivo de los consumidores.
En cambio, en Brasil la prioridad recae en la protección del mercado interno y el control fiscal.
Mientras Argentina espera que el fin de los impuestos impulse la entrada de dólares y la recuperación económica, Brasil parece cerrarse cada vez más, lo que podría desalentar el acceso de la población a los productos extranjeros.
Los analistas destacan que ambos países enfrentan profundos desafíos estructurales.
Mientras Argentina lucha por estabilizar su moneda y reconstruir la confianza internacional, Brasil enfrenta dificultades para reducir sus costos y aumentar su competitividad en el mercado global.
¿Qué futuro les espera a Brasil y Argentina?
La decisión de Argentina puede atraer a consumidores brasileños interesados en aprovechar los beneficios del nuevo régimen fiscal argentino, especialmente en ciudades cercanas a la frontera, como Foz do Iguaçu.
Esto ya se ha observado en el pasado, con el aumento de las llamadas “compras de sacoleiros” en los países vecinos que han adoptado políticas fiscales más atractivas.
Sin embargo, el impacto de estas medidas dependerá de cómo cada país equilibre sus prioridades internas con la dinámica del comercio internacional.
¿Será sostenible en el largo plazo la estrategia de apertura de Argentina? ¿O podrá Brasil, al proteger su mercado interno, protegerse de las crisis económicas externas? Deja tu opinión en los comentarios.
Por un lado, en una economía con alta inflación y retracción, Milei intenta reducir los precios y lograr mantener sus planes y controlar a las masas, pero puede sacrificar la industria del país y no atraer inversiones.
Nadie va por dinero en Argentina si se lo pueden vender con cero impuestos.
Brasil está protegiendo la industria y los empleos nacionales.
Milei es un patriota y respeta a su población, Lula explota a los ciudadanos brasileños. Cuantos más impuestos pueda explotar Lula del padre de familia, le chupará el alma.
Será????