Con la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, Argentina da un paso importante hacia su independencia energética y la consolidación de Vaca Muerta como una de las mayores reservas de gas no convencional del mundo.

El día de la independencia argentina, el presidente Alberto Fernández inauguró el primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK). Considerada la obra más importante de las últimas décadas en el país, el gobierno busca ahora financiamiento del BNDES para continuar con la construcción. Con una extensión de 573 kilómetros, esta etapa inicial conectará las reservas de petroleo y Gas de lutitas desde el campo Vaca Muerta, en el oeste del país, hasta la provincia de Buenos Aires, en el norte. Con una inversión de US$ 2,5 mil millones, las obras se adelantaron con motivo de las elecciones previstas para octubre. Ahora, el plan es licitar próximamente la segunda etapa, que se extenderá por 467 km hasta la provincia de Santa Fe.

Vea cómo se llevó a cabo la inauguración del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK)

El potencial del oleoducto para la economía argentina, las perspectivas de futuro en el mercado local de petróleo y gas y la búsqueda de financiamiento externo

El Gobierno argentino ve a GPNK como una oportunidad para impulsar la economía del país y reducir la dependencia de las importaciones de gas.

Con la entrada en operación de este gasoducto, Argentina ahorrará unos US$ 2,2 millones anuales en importaciones de gas desde Bolivia.

Además, el gasoducto permitirá a Argentina exportar el excedente de gas de Vaca Muerta a países vecinos como Brasil y Chile, aumentando los ingresos en divisas.

Argentina tiene planes ambiciosos para GPNK, contemplando su expansión al sur de Brasil y al norte de Chile.

Esto permitiría exportar el gas excedente de Vaca Muerta a estos países, consolidando a Argentina como un importante proveedor regional de gas.

Sin embargo, para la próxima fase de construcción del gasoducto será necesario obtener financiamiento externo.

La principal negociación en curso es con Brasil, con la posibilidad de que las empresas involucradas en la construcción del tramo accedan al crédito del BNDES.

Además, China también ha mostrado interés en apoyar financieramente la empresa.

Estas inversiones extranjeras son cruciales para dinamizar la economía argentina y asegurar la continuidad del proyecto.