Unirse a la Ruta de la Seda traerá miles de millones a Brasil: ferrocarriles, carreteras y una nueva era de inversiones de China prometen revolucionar América Latina
China presentó al mundo uno de los proyectos de infraestructura y de inversión más grandes de la historia. Se trata de la 'Nueva Ruta de la Seda', una iniciativa que ya ha movido más de 1 billón de dólares en construcción de infraestructuras como puertos, carreteras, ferrocarriles y proyectos energéticos en más de 150 países, principalmente en África, América del Sur y Medio Oriente.
La adhesión de Brasil al proyecto de inversión, formalmente llamado "Iniciativa de la Franja y la Ruta", está en la agenda de la visita del presidente chino Xi Jinping a Río de Janeiro en noviembre para la reunión del G20.
¡Washington en alerta! Brasil y China ajustan detalles para su ingreso a la Ruta de la Seda
El gobierno brasileño se prepara para una decisión estratégica: la entrada a la Ruta de la Seda, una iniciativa liderada por China, que promete inversiones masivas en obras de infraestructura. Centrándose en carreteras, ferrocarriles y otras áreas cruciales para el desarrollo, Brasil evalúa cuidadosamente los impactos de esta adhesión.
- ¿Se liberará la multa? Comienzan a instalarse radares de velocidad media en diferentes localidades de Brasil
- China bloquea las exportaciones de minerales críticos y deja a EE.UU. en ALERTA: conflicto en un mercado de 3 billones de dólares
- 4 supuestas bases de radares chinos en CUBA que reavivan la tensión geopolítica y recuerdan la Crisis de los Misiles de 1962
- La nueva Ley prevé que los gestos obscenos en el tráfico acarreen fuertes multas y la pérdida de puntos en el permiso de conducir
Recientemente se formó un grupo de trabajo interministerial para analizar el potencial de esta asociación con China. La propuesta de inversión podría fortalecer las relaciones comerciales entre Brasil y China, pero también genera preocupación en Brasilia sobre la reacción de Estados Unidos, especialmente en el escenario de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses. La proximidad a Washington se considera esencial para el equilibrio diplomático de Brasil, lo que hace que esta decisión sea aún más delicada.
La construcción promete conectar Brasil con el mayor mercado del mundo
Fuentes vinculadas al Gobierno indican que la embajada china en Brasil espera formalizar la entrada del país en la iniciativa durante la visita de Xi Jinping en noviembre. La Ruta de la Seda es la estrategia de China para integrar las inversiones y las economías globales en torno a un vasto proyecto comercial centrado en Beijing. Con colosales inversiones en proyectos que van desde ferrocarriles hasta carreteras en varios países, Brasil está en el punto de mira de esta integración económica, que promete acelerar el desarrollo del país en áreas estratégicas.
Sin embargo, los diplomáticos de Itamaraty aconsejaron al presidente Luiz Inácio Lula da Silva posponer el anuncio hasta que se conozcan los resultados de las elecciones estadounidenses, previstas para el 5 de noviembre. La preocupación es clara: una victoria de Trump podría dañar las relaciones entre Brasil y Washington si el país anuncia su apoyo a las inversiones chinas en la Ruta de la Seda antes del final de las elecciones.
El propio Lula ya expresó su apoyo a Kamala Harris, la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, y dijo en reuniones con líderes brasileños que espera su victoria. La entrada en inversiones en la Ruta de la Seda, asociada al apoyo a Harris, podría verse como una salida de Washington, especialmente bajo una administración republicana, que ha demostrado una postura más crítica hacia China.
La participación en la Ruta de la Seda sería una “medida fundamental” en las relaciones de largo plazo entre Brasil y China
La decisión de sumarse a la iniciativa china comenzó a barajarse en junio, cuando la expresidenta Dilma Rousseff, hoy directora del Banco BRICS, presentó los beneficios de las inversiones derivadas de la adhesión al gobierno de Lula. El grupo de trabajo creado para evaluar la propuesta incluye nombres importantes, como el ministro de la Casa Civil, Rui Costa, y el vicepresidente Geraldo Alckmin, y se espera que se reúna después de la Asamblea General de la ONU para discutir el tema.
Lula, en declaraciones públicas realizadas en julio, comentó que Brasil está considerando cuidadosamente lo que puede ganar al unirse a las inversiones de la Ruta de la Seda. Sumarse a la iniciativa sería una oportunidad para que el país se posicione como un eslabón estratégico en las rutas comerciales latinoamericanas, especialmente en momentos en que el gobierno busca la reindustrialización y el fortalecimiento de la integración sudamericana.
La embajada china, por su parte, destacó que la participación de Brasil en la Ruta de la Seda sería una “medida fundamental”, señalando estabilidad en las relaciones a largo plazo entre los dos países. Además, China cree que esta asociación está totalmente en línea con los planes de inversión y desarrollo económico de Lula, incluida la aceleración del crecimiento y las rutas de integración en América Latina.
Hasta la fecha, ni la embajada de China en Brasilia ni el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil han respondido a las solicitudes de comentarios sobre los últimos acontecimientos de esta negociación. La expectativa es que los detalles sean discutidos y posiblemente anunciados pronto, dependiendo del escenario político en Estados Unidos y de las estrategias diplomáticas del gobierno brasileño.
Tengo 80 años y quiero ver Brasil en la Ruta de la Seda este año.