Según estimaciones del Ministerio de Minas y Energía (MME), en colaboración con la Empresa de Investigación Energética (EPE), el sector energético brasileño podría, hasta 2034, atraer un volumen de inversiones cercano a los 3,2 billones de reales.
Con estas inversiones se espera no sólo fortalecer la infraestructura energética, sino también promover una importante diversificación de la matriz energética del país, ampliando las fuentes limpias y renovables.
Industria del petróleo y el gas: principal destino de inversión
Para empezar, es importante resaltar que, de este importante monto, más del 78% se destinará a industria del petróleo y gas natural. De esta manera, el sector debería recibir aproximadamente R$ 2,5 billones, consolidándose como el pilar central de la economía energética del país, garantizando así la seguridad del suministro y contribuyendo en gran medida a la estabilidad económica nacional.
Recursos para fuentes eléctricas y biocombustibles
Además del petróleo y el gas, alrededor del 18,7% de las inversiones, o aproximadamente 600 mil millones de reales, deberían apoyar la expansión de las fuentes eléctricas. Por ello, el sector eléctrico se prepara para fortalecer la generación y transmisión de energía. Asimismo, se espera que el sector de biocombustibles líquidos, responsable del 3% del total, recaude hasta R$ 102 mil millones, promoviendo una transición gradual hacia fuentes más limpias.
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Crecimiento del suministro de energía
En consecuencia, esta enorme inversión debería proporcionar un aumento anual del 3,3% en el suministro de energía. Por tanto, se estima que, para 2034, la producción energética nacional alcanzará los 1.045 TWh (teravatios hora). Sin embargo, incluso con este avance, se espera que el suministro de energía per cápita se mantenga por debajo del promedio mundial, lo que refuerza la importancia de optimizar el uso y ampliar el acceso.
Diversificación de la matriz energética
Otro punto central de esta proyección es la diversificación de la matriz energética brasileña. Si bien la energía hidroeléctrica representa actualmente el 55,8% de la oferta, se espera que, en 2034, esta participación caiga al 46,7%. Esto crea espacio para otras fuentes renovables, lo que contribuirá a una matriz más variada y sostenible.
Potencial de crecimiento para la energía eólica y solar
Así, se espera que la energía eólica aumente del 15% en 2024 al 17,2% en 2034, mientras que la energía solar se expanda del 3,4% al 5,8% en el mismo período. Con esto, la matriz nacional pasará a ser menos dependiente de fuentes fósiles, asegurando un escenario energético más limpio y diverso.