La ambición de Brasil de posicionarse como líder en la producción de automóviles híbridos es una estrategia que está sacudiendo los bastidores de la industria automotriz. Con planes audaces no sólo de importar vehículos eléctricos sino también de producirlos en el país con tecnología avanzada, el país apunta alto para destacarse a nivel mundial.
Según Aloizio Mercadante, presidente del BNDES, Brasil no sólo quiere importar tecnología, sino desarrollarla aquí mismo. “No nos interesa sólo importar coches eléctricos. Queremos inversiones en Brasil”, dijo Mercadante en un seminario reciente sobre los 50 años de relaciones diplomáticas entre Brasil y China.
“Queremos producir aquí autobuses eléctricos y coches híbridos, que es nuestra vocación, después de 50 años de etanol. El coche híbrido tendrá el doble de autonomía que el eléctrico. Y descarboniza más que la electricidad”, destacó.
A Nova Industria Brasil (NIB), lanzado en enero de este año, es la política industrial la que impulsa estos audaces objetivos. El plan busca atraer inversiones extranjeras comprometidas con la transferencia de tecnología y la generación de empleos e ingresos en el país.
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En el sector de la automoción, esta transferencia de tecnología será crucial para el desarrollo de proyectos innovadores, como los coches híbridos, que combinan energía eléctrica y biocombustibles.
Durante el seminario realizado en Brasilia, Mercadante destacó la importancia de fortalecer las cadenas productivas de la industria brasileña, especialmente en los sectores de energías renovables. Citó, entre otros ejemplos, la producción de hidrógeno verde y vehículos eléctricos, destacando el papel del BNDES en la promoción de estos proyectos a través del NIB y del Plan Mais Produção.
“Lo que más me interesa aquí, en esta discusión, es el camino que siguió China para llegar a donde está, siempre requiriendo transferencia de tecnología para la inversión extranjera”. Dijo Mercadante. “Queremos mucha inversión de China, mucha presencia de China, pero dentro de Brasil, produciendo aquí, generando empleo, generando trabajo”.
Uallace Moreira, secretaria de Desarrollo Industrial, Innovación, Comercio y Servicios del MDIC, también destacó la importancia de atraer inversiones extranjeras directas que sean estratégicas para el desarrollo económico. “Uno de los puntos estratégicos para impulsar el desarrollo económico es la inversión extranjera directa. Sin embargo, no toda la inversión extranjera directa es positiva”, advirtió Uallace.
"Si la inversión ingresa a Brasil desnacionalizando las capacidades productivas, reduciendo el grado de verticalización, aumentando las importaciones y enviando ganancias a sus sedes, se está profundizando la dependencia externa, se está destruyendo la capacidad de desarrollo de una nación", explicó.
Para evitar estos problemas, Uallace destacó que la inversión debe jugar un papel estratégico. “NIB tiene el propósito de utilizar la inversión extranjera directa, de utilizar asociaciones con países como China, como un elemento estratégico”, afirmó.
“En el proyecto de neoindustrialización del gobierno del presidente Lula, liderado por el vicepresidente y ministro Geraldo Alckmin, lo que queremos es hacer que la industria vuelva a ser protagonista del crecimiento económico, de la generación de empleos y de ingresos de este país”.
La política industrial, según Uallace, debe utilizarse como instrumento para reducir las desigualdades. “No hay desarrollo económico sin industria. No hay inclusión social sin industria. Una industria intensiva en tecnología, tecnológicamente compleja, demanda servicios altamente calificados y de altos ingresos, generando empleo, ingresos y promoviendo el proceso de desarrollo económico”, concluyó.
La audaz estrategia de Brasil para liderar la producción de automóviles híbridos no sólo apunta a transformar la industria automotriz, sino también fortalecer la economía y promover la inclusión social. Con la transferencia de tecnología y la atracción de inversiones extranjeras estratégicas, de marcas como Toyota, Volkswagen e Chevrolet, el país busca garantizar un crecimiento sostenible y una posición destacada en el escenario mundial.
Y usted, ¿qué opina de que Brasil se convierta en líder en la producción de automóviles híbridos? ¿Esta audaz estrategia traerá los resultados esperados? ¡Comenta abajo!