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La expectativa del gobierno es que las medidas impacten el precio del gas de cocina, para la industria y también el que se usa en la producción de electricidad -ya que hay plantas térmicas que usan gas natural como combustible-.
El Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) aprobó, este lunes 24 de junio, medidas para reducir los precios del gas. El proyecto prevé hacer más eficiente el sector y crear lo que el ministro de Economía, Paulo Guedes, ha llamado un “shock de energía barata”. Se trata de acciones que involucran la venta de las distribuidoras estatales de gas, el fin del monopolio de Petrobras en el sector y nuevas normas regulatorias, a través de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP).
Entre otras medidas, la resolución prevé las siguientes recomendaciones: acciones para que Petrobras deje de controlar la venta de gas natural y la adopción de incentivos para que los estados renuncien a su monopolio de distribución.
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Según el subsecretario ejecutivo del Ministerio de Minas y Energía, Bruno Eustáquio, el consejo no puede hacer determinaciones a Petrobras, pero las acciones previstas en la resolución pueden ser implementadas a través de un término de compromiso a ser firmado por la estatal y por la Oficina Administrativa de Defensa Económica del Consejo (Cade).
Según el acuerdo, Petrobras debe comprometerse a vender distribuidores y transportadores de gas natural y renunciar al uso exclusivo de la capacidad del gasoducto.
Según el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, las medidas podrían provocar, entre dos y tres años, que el precio del gas caiga alrededor de un 40%.
La resolución aprobada este lunes recomienda a la Unión adoptar incentivos para que los estados renuncien voluntariamente al derecho de monopolizar la distribución de gas natural. La apertura del mercado del gas podría utilizarse, por ejemplo, como contrapartida en los planes de equilibrio fiscal de los estados cuando existan préstamos con garantías de la Unión.
Según el ministro de Economía, Paulo Guedes, muchos estados ya dijeron que pretenden ceder el monopolio. "Es mejor para el Estado tener gas natural que tener un monopolio", dijo. Al renunciar al monopolio de distribución, el Estado permitirá que una industria compre gas directamente al productor, haciendo contratos a largo plazo, lo que puede reducir el precio.
El gobierno dice que, con la apertura del mercado, el precio del gas natural podría caer y, en consecuencia, el precio de la electricidad. Esto se debe a que parte de las centrales térmicas utilizan el combustible para generar electricidad.
“El 'Novo Mercado de Gás' tiene como objetivo promover la libre competencia en el mercado de gas brasileño. Se busca reducir el precio de la energía, permitir la reindustrialización del país y el desarrollo sustentable”, dijo el Ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque.
Según el ministerio, más del 80% del gas natural es consumido por la industria y las centrales térmicas. En marzo de este año, por ejemplo, los consumidores residenciales representaron el 1% de la demanda y los automóviles el 9%.
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