Con una inversión de mil millones de dólares, China planea lanzar 13.000 satélites a órbita baja para 2024, desafiando a la red Starlink, que ya cuenta con más de 6.000 satélites y atiende a 4 millones de clientes en más de 100 países.
La carrera por dominar el espacio ya no es sólo una contienda entre superpotencias militares, sino también una batalla por la conectividad. China, con su ambicioso plan de lanzar 13.000 satélites, quiere entrar de una vez por todas en el juego de Internet por satélite, rivalizando directamente con Starlink de Elon Musk. La pregunta que queda es: ¿podrá el gigante asiático desplazar al pionero SpaceX?
Con una impresionante inversión de 943 millones de dólares, el proyecto G60 es la apuesta de Shanghai Spacecom Satellite Technology (SSST) competir en el mercado global de conectividad. El objetivo es claro: una red robusta, de baja latencia y de alta velocidad que utilice satélites en órbita terrestre baja (LEO).
¿Qué es el proyecto G60 de China y cómo funciona?
El proyecto G60 busca llevar internet a regiones remotas y conectar a miles de millones de personas, utilizando tecnología satelital LEO, que orbita aproximadamente a 550 km de la Tierra.
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A diferencia de los satélites geoestacionarios, los satélites LEO orbitan más cerca de la Tierra, lo que reduce la latencia y aumenta la eficiencia. Esto es crucial para ofrecer servicios de Internet de alta calidad en áreas donde la infraestructura terrestre es limitada o inexistente.
Además de mejorar la latencia, el G60 promete un mayor alcance en regiones de difícil acceso y conexiones más estables. China también planea utilizar esta tecnología para integrar aún más su economía digital.
Guowang: otra iniciativa china en el mercado de satélites
No es sólo el G60 lo que llama la atención. El sistema Guowang, también en desarrollo, refuerza el interés estratégico de China por liderar el mercado de Internet por satélite.
guowang pretende ofrecer cobertura global y consolidar la posición de China como centro tecnológico. Más que conectividad, esta red promete ser un pilar para la seguridad de los datos y la independencia digital del país.
Para ampliar sus operaciones, empresas como SpaceSail, involucrada en el G60, ya firmaron acuerdos con países como Brasil. Pese a ello, entrar en mercados dominados por Starlink no será fácil.
Competencia con Starlink: rivalidad tecnológica y de mercado
Si bien Starlink tiene más de 6.000 satélites activos y atiende a millones de clientes, las megaconstelaciones chinas encuentran su ventaja en mercados donde Starlink enfrenta restricciones, como en la propia China.
Starlink planea lanzar hasta 42.000 satélites en los próximos años, pero enfrenta barreras regulatorias en algunos países. Esta limitación es una puerta abierta para los proyectos chinos.
Con asociaciones estratégicas y acuerdos bilaterales, las empresas chinas pueden llenar vacíos en regiones como América Latina y África donde la presencia de Starlink es limitada.
La relevancia estratégica de las megaconstelaciones
Las megaconstelaciones no son sólo un avance tecnológico, sino también un activo geopolítico y económico.
Estos satélites son esenciales para llevar Internet a regiones aisladas, como comunidades rurales y zonas de difícil acceso. Esto puede transformar las economías locales y reducir las desigualdades digitales.
La disputa entre China y Estados Unidos en el sector satelital refleja una lucha más amplia por el liderazgo tecnológico global. Quien domine este mercado tendrá no sólo influencia económica sino también estratégica.
Con proyectos como el G60 y Guowang, China está decidido a desafiar el Starlink de Elon Musk. La competencia promete beneficiar a los consumidores de todo el mundo, ofreciendo más opciones y mejores servicios.
Esperamos que esta lucha entre gigantes tecnológicos contribuya a una mejor educación global y, principalmente, a reducir la desigualdad social en cada país.
Pues si es hasta 2024, quedan menos de 15 días para lanzar los 13000 satélites
Estos chinos son un grupo genial.