Un nuevo combustible de aviación, creado a partir de maíz y desechos agrícolas por científicos estadounidenses, promete transformar la industria aérea y reducir drásticamente las emisiones de carbono de los vuelos comerciales y militares.
Investigadores de Universidad Estatal de Washington (WSU) dio un paso muy importante al crear un combustible de aviación sostenible. Lograron desarrollar una técnica innovadora para producir combustible para aviones a partir de residuos agrícola, concretamente la lignina, un componente estructural esencial de las plantas.
Para estos académicos, esta nueva técnica podría transformar la industria de la aviación, ofreciendo una alternativa más limpia y eficiente a combustibles Productos tradicionales derivados de combustibles fósiles.
Científicos estadounidenses logran avances significativos para la aviación
El consumo mundial de combustible para aviones alcanzó un récord de casi 100 mil millones de galones en 2023 y se espera que la demanda siga creciendo. En este escenario, la búsqueda de soluciones sostenibles se ha intensificado.
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Los combustibles de aviación sostenibles, elaborados a partir de biomasa vegetal como la lignina, pueden desempeñar un papel clave en la reducción de las emisiones de carbono, minimizando el impacto climático de la aviación y contribuyendo a los objetivos globales de neutralidad de combustible. Carbono.
La lignina es una clase de moléculas que dan rigidez a las plantas y se puede extraer de los desechos agrícolas, como los rastrojos de maíz, los tallos, mazorcas y hojas que quedan después de la cosecha.
El proceso desarrollado por los científicos de WSU implica “despolimerización e hidrodesoxigenación simultáneas“, una técnica que descompone los polímeros de lignina y elimina el oxígeno, transformándolos en un combustible listo para su uso en motores a reacción.
Esta innovación es especialmente prometedora porque puede reemplazar los aromáticos a base de petróleo, que actualmente se utilizan para aumentar la densidad del combustible y mantener las juntas tóricas en juntas metálicas.
Además de ser una alternativa renovable, los hidrocarburos derivados de la lignina pueden reducir la formación de estelas de vapor, que contribuyen al impacto climático de la aviación.
Escalabilidad y viabilidad comercial.
El estudio dirigido por Bin Yang, científico investigador jefe, representa un hito en el desarrollo de combustibles de aviación sostenibles. Según Yang, la investigación “acerca esta tecnología un paso más al uso en el mundo real“, proporcionando datos cruciales para evaluar su viabilidad comercial.
A diferencia de enfoques anteriores que dependían de bioaceites de lignina más refinados y costosos, los científicos de WSU utilizaron una forma más económica llamada "lignina técnica“, obtenido de la paja de maíz. El uso de este tipo de lignina es más económico y práctico, facilitando la escalabilidad del proceso productivo.
El combustible generado a partir de este proceso ofrece una alta densidad energética y puede utilizarse para mejorar la eficiencia de los combustibles mezclados actualmente.
La producción continua, probada con éxito por los investigadores, es crucial para que la tecnología alcance niveles comerciales. Josh Heyne, otro miembro del equipo y codirector del WSU Bioproducts Institute, destacó que el objetivo final es desarrollar un combustible para aviones 100% renovable que sea compatible con los motores, la infraestructura y los aviones existentes sin necesidad de ajustes significativos.
Perspectivas globales para los combustibles sostenibles
La iniciativa de WSU está alineada con una creciente tendencia global hacia el desarrollo y la implementación de combustibles de aviación sostenibles (SAF, sus siglas en inglés).
En China, se lanzó recientemente un proyecto piloto para SAF, con planes de utilizarlo en 12 vuelos durante la fase inicial este año.
Se espera que la segunda fase del proyecto, prevista para 2025, aumente la participación de SAF en los vuelos, aunque aún no se han publicado detalles sobre la proporción de SAF con respecto al queroseno.
Al mismo tiempo, la Fórmula 1 también anunció su primera inversión en SAF como parte de su estrategia para lograr emisiones netas cero para 2030.
SAF se emplea en los vuelos de carga fletados de la organización a través de un “reserva y reclamo“, que permite a las empresas comprar SAF y asegurar su uso, contribuyendo a la reducción de las emisiones de la aviación.
Estos avances ponen de relieve la creciente importancia de los combustibles sostenibles en la lucha contra el cambio climático, especialmente en sectores muy dependientes de los combustibles fósiles, como la aviación.
Si bien siguen existiendo desafíos importantes en la ampliación y comercialización de estas tecnologías, el progreso logrado hasta ahora es prometedor.
El futuro con combustible de aviación sostenible
La investigación de WSU abre nuevas perspectivas para la aviación sostenible. Con la capacidad de reemplazar los aromáticos derivados del petróleo, el combustible a base de lignina representa una alternativa limpia y eficiente, capaz de integrarse a la infraestructura de aviación existente.
A medida que la demanda de combustibles de aviación siga creciendo, soluciones como esta serán cada vez más esenciales para mitigar los impactos ambientales del sector.
En un mundo donde la presión por alternativas sostenibles no hace más que aumentar, el desarrollo de tecnologías como SAF es un paso fundamental para garantizar que la industria de la aviación contribuya positivamente a un futuro con bajas emisiones de carbono.