En un descubrimiento histórico, los científicos han descubierto el mapa más antiguo del mundo en una tablilla babilónica de 3.000 años de antigüedad, señalando la posible ubicación del "Arca de Noé". ¡Conozca más sobre este sorprendente hallazgo!
El descubrimiento de una antigua tablilla de arcilla babilónica, grabada hace unos 3.000 años, ha arrojado nueva luz sobre el Arca de Noé. Científicos del Museo Británico han descifrado lo que parece ser el mapa más antiguo del mundo, el Imago Mundi, un artefacto que revela detalles de la comprensión antigua del universo y, sorprendentemente, referencias a un barco monumental.
Este “mapa mundial” está en el centro de un estudio que conecta historias de Mesopotamia con relatos bíblicos, proporcionando una visión fascinante de las creencias y los acontecimientos de la época.
El significado de Imago Mundi
Este mapa, grabado en escritura cuneiforme... Escritura babilónica que utilizaba símbolos en forma de cuña —, muestra un diagrama circular, con la antigua Mesopotamia en el centro. A su alrededor está representado un “río amargo” que, según las creencias de la época, rodeaba el mundo conocido.
- ¡Las playas del estado de São Paulo están contaminadas por cocaína y analgésicos! ver cuales
- Estados Unidos invirtió una fortuna en la construcción de un metro, pero algo pasó y fue abandonado en 1928, sin llegar a terminarse.
- El increíble registro fotográfico histórico de un caballo de batalla marino en Bahía para la producción de petróleo
- Se descubre un enorme tesoro de monedas romanas y los expertos predicen que podría valer una fortuna
En sus ocho triángulos, los investigadores sugieren la representación de montañas, conectadas con referencias a un viaje mencionado en el reverso de la tableta.
Según el Dr. Irving Finkel, curador del Museo Británico, la parte posterior de la tableta funciona como una especie de guía para una expedición, instruyendo al viajero a seguir “siete leguas”hasta que visualizas un objeto del tamaño de un barco, descrito como parsiktu — término encontrado en otros registros babilónicos, que indica algo similar a un barco destinado a sobrevivir en una inundación.
El viaje a Urartu: un posible paralelo con la Biblia y el Arca de Noé
Las instrucciones en la tableta llevan a los investigadores a una región conocida como Urartu, equivalente al término bíblico "Ararat", donde se dice que reposó el Arca de Noé después del diluvio. En el relato bíblico, Noé y su familia sobrevivieron al cataclismo y su barco encalló en el “montañas de ararat”, en Türkiye.
El paralelo entre las historias babilónicas y bíblicas se hace evidente. Según Finkel, la Imago Mundi sugiere que los babilonios consideraban esta narrativa como un hecho histórico. “Si se seguía el recorrido indicado se verían los restos de una embarcación monumental, similar a la descrita en la Biblia.”, explica el investigador.
El Arca de Noé: un punto de vista babilónico sobre el diluvio
En el contexto babilónico, la historia del diluvio tiene sus raíces en Epopeya de Gilgamesh, un poema épico donde el dios Ea advierte a Utnapishtim, el “Noé babilónico”, sobre un gran diluvio. Luego, Utnapishtim construye un arca para salvar a su familia y a los animales. El término parsiktu se utiliza para describir la robustez de este recipiente.
Finkel señala que Imago Mundi es uno de los pocos registros que describe un "jarrón parsiktu". Esta coincidencia ha fascinado a los expertos, ya que sugiere un vínculo directo entre las narrativas mesopotámicas y la historia bíblica del diluvio. El investigador afirma también que la tabla describe los procedimientos para la construcción del arca, lo que fortalece el vínculo entre las tradiciones culturales y religiosas de Mesopotamia y los textos bíblicos.
La controversia en torno al monte Ararat
A pesar del entusiasmo por los descubrimientos, el Monte Ararat ha generado acalorados debates entre científicos y religiosos. Se cuestiona la interpretación literal de que el arca reposa sobre Ararat. El Dr. Andrew Snelling, un joven creacionista de la Tierra, sostiene que el Monte Ararat es una formación geológico más reciente, surgida tras la inundación descrita en los informes. Según Snelling, la cronología de formación de la montaña haría imposible localizar el arca en Ararat.
Sin embargo, un equipo de expertos de la Universidad Técnica de Estambul, dirigido por geólogos, lleva años explorando el monte Ararat. En 2023, este equipo reveló evidencia de que los humanos podrían haber habitado el área hace entre 3.000 y 5.000 años, basándose en rastros de arcilla y materiales marinos encontrados en el sitio.
La evidencia geológica y la persistencia del mito
Otro punto de discusión es la peculiar formación de una estructura que algunos creen que es la base del arca. Los estudios indican que el barco bíblico tendría dimensiones inmensas: 300 codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos de alto, lo que equivaldría a aproximadamente 515 pies de largo y 86 pies de ancho.
Algunos científicos, sin embargo, sostienen que estas dimensiones podrían haber estado influenciadas por formaciones geológicas naturales.
Los geólogos de la Universidad Técnica de Estambul han identificado un pico que se asemeja a la forma descrita para el arca, lo que alimenta la especulación de que allí puede haber una estructura artificial escondida.
La presencia de arcilla y restos de materiales marinos aún desafía a los científicos, que intentan determinar si estas evidencias son resultado de la ocupación humana o de fenómenos geológicos.
Las bases míticas e históricas del diluvio
Aunque la historia del diluvio bíblico se conoce desde hace miles de años, el descubrimiento de Imago Mundi añade una nueva capa a la comprensión de este evento. Si, por un lado, el relato babilónico refuerza la narrativa bíblica, por el otro, resalta cómo diferentes culturas comparten temas similares sobre la creación y preservación de la humanidad.
Los estudiosos consideran que el Diluvio de Gilgamesh y el diluvio bíblico son representaciones de eventos culturales comunes, transmitidos de generación en generación y reimaginados por las civilizaciones que componían la antigua Mesopotamia. En tablillas de arcilla de la época, hay frecuentes menciones de catástrofes y desastres naturales, lo que sugiere que estas historias pueden ser interpretaciones de eventos geológicos reales, como grandes inundaciones.