La Rodovia dos Tamoios, con 22,7 km, será inaugurada en noviembre después de siete años de retraso. El proyecto de 3 mil millones de reales promete reducir el tiempo de viaje en la costa norte de SP y aliviar el tráfico. ¿La nueva carretera solucionará los problemas de tráfico en la región?
El contorno sur, que contó con una colosal inversión de R$ 3 mil millones, está en las últimas etapas de finalización y deberá ser inaugurado el 17 de noviembre. Sin embargo, la expectativa aún está rodeada de incertidumbre respecto a la fecha exacta.
Con una longitud de 22,7 kilómetros, la nueva carretera pretende reducir a la mitad el tiempo de viaje, conectando Caraguatatuba con el puerto de São Sebastião.
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Según el gobierno estatal, la vía debería dar servicio a 10,2 vehículos diarios, pero aún no se sabe cómo será el tráfico durante los días festivos y fines de semana, cuando el flujo aumenta exponencialmente.
La construcción del contorno sur es parte de un proyecto más grande, que incluye el contorno norte, inaugurado en diciembre de 2023.
En conjunto, los dos tramos suman casi 34 km y su principal objetivo es desviar el tráfico pesado de la SP-055, especialmente los camiones con destino al puerto de São Sebastião.
La nueva carretera, al terminar en la zona portuaria y en el acceso al ferry a Ilhabela, debería permitir a los conductores recorrer el recorrido en apenas 18 minutos, a una velocidad máxima de 80 km/h.
Para quienes ya se han enfrentado a dificultades de tráfico en el tramo urbano de la SP-055, esta es una promesa tentadora.
Según el diario Folha de S. Paulo, el actual cruce entre Caraguatatuba y São Sebastião puede tardar más de 40 minutos en días normales.
En días festivos la situación empeora y la duración del viaje puede llegar a las cuatro horas. Entre el 29 de diciembre de 2023 y el 2 de enero de 2024, por ejemplo, circularon por Caraguatatuba alrededor de 213 mil vehículos, y en São Sebastião, el promedio diario fue de 45 mil vehículos.
La nueva autopista, además de aliviar el tráfico, puede impulsar el turismo y la economía de la región.
Según Heloiza Lacerda Franco, presidenta de la Asociación Comercial de Ilhabela, la expectativa es que la ocupación hotelera crezca hasta un 15%, compensando las pérdidas causadas por los problemas en los ferries, que tuvieron colas de hasta seis horas en julio.
Una solución parcial pero prometedora
A pesar del alivio que traerá la nueva carretera, no todo es color de rosa. La mitad de la ruta en las curvas de nivel sur y norte tendrá un solo carril por sentido, lo que puede limitar el flujo en los días pico.
Allan Tinôco, gerente de ingeniería de la concesionaria Tamoios, afirma que el modelo de carril único forma parte del proyecto original y que los cambios futuros dependerán de la decisión del gobierno.
El nuevo tramo también tendrá peajes en ambos sentidos, por un valor de R$ 5 para turismos.
El sistema será del tipo free flow, con pórticos de carga automática de cámaras, instalado en el km 13,5 del contorno sur. Por ahora, el equipo se encuentra en fase de pruebas en el km 16 de la carretera de Tamoios.
Un desafío aparte: la seguridad en la nueva autopista
La seguridad de la nueva carretera es otra preocupación.
Durante una visita de Folha de S. Paulo al tramo sur, se observaron animales como caballos y ganado vacuno cerca de la vía, con riesgo potencial de accidentes.
La concesionaria ya avisó a los propietarios y, en algunos puntos, se instalarán vallas para evitar la entrada de animales a la vía.
Además, la vía cuenta con 450 cámaras de vigilancia, pero aún no hay radares instalados.
La expectativa es que estos dispositivos entren en funcionamiento luego de la inauguración para garantizar la seguridad de los conductores.
El impacto del retraso
Las obras, que comenzaron en 2013, debían estar terminadas en 2017, pero se detuvieron en 2018 después de que se rescindiera el contrato con los contratistas originales.
Recién en 2021 el nuevo concesionario tomó el control y reanudó la construcción.
Según el gobierno estatal, los retrasos y modificaciones del contrato contribuyeron significativamente al aumento de los costos, que alcanzaron los actuales R$ 3 mil millones.
Ahora, con la finalización inminente, los residentes y turistas esperan con anticipación y cierto alivio.
Al fin y al cabo, la finalización de esta obra promete facilitar el acceso a las playas e impulsar el turismo, un sector crucial para la economía de la región.
Qué esperar del futuro de la autopista
Incluso con la inauguración, el futuro de la autopista aún plantea dudas.
La duplicación de las pistas, por ejemplo, no está prevista en el proyecto actual y las posibles mejoras dependen de decisiones políticas y de nuevas inversiones.
Sin embargo, existe consenso en que la nueva vía ya representa un avance significativo para la costa norte de São Paulo.
Con la fecha de inauguración acercándose, queda por ver si la autopista podrá cumplir todas sus promesas y transformar de una vez por todas la movilidad y el turismo en la región.
¿Cree que la nueva carretera solucionará los problemas de tráfico en la costa de São Paulo o aún queda mucho por hacer? ¡Deja tu opinión en los comentarios!