Una innovación suiza permite extraer oro de electrodomésticos viejos, fomentando una economía sostenible y reduciendo los residuos electrónicos
Na Suíça, investigadores de la reconocida ETH Zurich están a la vanguardia de la innovación al desarrollar un método revolucionario y respetuoso con el medio ambiente para extraer ouro de dispositivos electrónicos desechados, como electrodomésticos viejos y placas base de ordenadores.
Este enfoque no sólo promueve la economía sostenible, pero también ofrece una solución viable al creciente problema de la acumulación de residuos electrónicos, que constituye uno de los grandes desafíos ambientales del siglo XXI.
Residuos alimentarios convertidos en esponjas de oro
El método desarrollado por científicos suizos destaca por su creatividad y sostenibilidad. Utilizando subproductos de la industria alimentaria, como los desechos de la producción de queso, los investigadores han creado esponjas de fibrillas de proteína.
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Este innovador material es capaz de atraer y recuperar metales preciosos de manera eficiente, eliminando la necesidad de utilizar productos químicos agresivos que comúnmente se utilizan en los procesos tradicionales de minería y reciclaje.
Proceso detallado de extracción de oro
La extracción de ouro comienza con la desnaturalización de las proteínas del suero, que ocurre en condiciones específicas de acidez y alta temperatura.
Esto da como resultado la formación de una suspensión de nanofibrillas de proteína, que luego se seca y forma una esponja.
Las partes metálicas de los dispositivos electrónicos, como las placas base de los ordenadores, se disuelven y se ionizan. Cuando la esponja se sumerge en esta solución, los iones de ouro son atraídos y capturados eficientemente por la matriz proteica.
Este proceso no sólo es eficiente sino también altamente escalable, lo que significa que puede adaptarse a diferentes tipos de dispositivos electrónicos, desde pequeños aparatos hasta grandes electrodomésticos.
Esta flexibilidad es crucial, ya que los desechos electrónicos son increíblemente diversos en términos de composición y tamaño de los dispositivos.
Resultados impresionantes: oro y economía en acción
Los resultados obtenidos por los investigadores son impresionantes. El equipo logró extraer una pepita de oro de 22 quilates, pesaje 450 mg, utilizando únicamente 20 placas base de computadoras antiguas.
Esta pepita, compuesta en un 91% ouro y el 9% de cobre, se valoró en aproximadamente US$ 33 (sobre U$D 192). Aunque el valor financiero puede parecer modesto a primera vista, el impacto real radica en la viabilidad económica y ambiental del proceso.
Al convertir los desechos electrónicos en un recurso valioso, esta técnica demuestra cómo el reciclaje no sólo puede ser sostenible, sino también rentable.
Transformar los residuos electrónicos en un recurso valioso
La iniciativa suiza destaca la Suíça como líder en soluciones tecnológicas sustentables, demostrando que es posible transformar los desechos electrónicos en un recurso valioso, beneficiando tanto economía como el medio ambiente.
Este método innovador podría inspirar a otras naciones a adoptar prácticas similares, reduciendo significativamente el impacto ambiental asociado con la eliminación inadecuada de productos electrónicos.
Además, la extracción de ouro y otros metales preciosos de los dispositivos electrónicos pueden reducir la dependencia de la minería tradicional, que a menudo implica prácticas perjudiciales para el medio ambiente y condiciones de trabajo injustas.
Al promover el reciclaje y la reutilización de materiales, esta tecnología puede ayudar a preservar los ecosistemas naturales y promover prácticas de consumo más responsables.
Impacto global y futuro prometedor
El desarrollo de este método en Suíça No sólo representa un avance tecnológico significativo, sino que también ofrece una visión de un futuro donde economía circular se convierte en una realidad tangible.
Al convertir los residuos en recursos, el enfoque suizo puede contribuir a reducir los residuos electrónicos mundiales, que crecen a un ritmo alarmante cada año.
Además, al fomentar el reciclaje de productos electrónicos a gran escala, este método puede ayudar a crear nuevas oportunidades de empleo e innovación en el sector de la tecnología sostenible.
Este avance podría ser el primer paso hacia un modelo de producción y consumo más consciente, donde se minimicen los residuos y se maximicen los recursos.
La expectativa es que otras universidades y empresas alrededor del mundo adopten y adapten esta tecnología, promoviendo un impacto positivo duradero en la sociedad y el medio ambiente global.
FUENTE: NDMAIS