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Donald Trump nomina al general retirado del ejército Keith Kellogg como enviado especial para la guerra entre Rusia y Ucrania. El exjefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional será clave en los planes de Trump para poner fin al conflicto
Donald Trump ya ha comenzado a dar forma al curso de su posible segundo mandato al nombrar al general retirado del ejército Keith Kellogg enviado especial para la guerra entre Rusia y Ucrania. La elección refleja el compromiso de Trump de poner fin al conflicto, que se ha convertido en una de sus principales promesas de política exterior.
Kellogg, de 80 años, ya es conocido por su papel como jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional durante el primer mandato de Trump. Ahora podría desempeñar un papel central en los esfuerzos por negociar un alto el fuego entre Moscú y Kiev cuando Trump regrese a la Casa Blanca. El presidente elegido en 2024 insiste en que es capaz de poner fin a la guerra “el primer día” de su nueva administración, aunque los detalles sobre cómo se haría esto aún son escasos.
El candidato de Donald Trump tiene un plan
El general retirado del ejército Keith Kellogg, sin embargo, no ha dejado dudas sobre su visión para poner fin al conflicto. En un artículo publicado en el think tank pro-Trump America First, Kellogg presentó un plan estructurado que incluye condicionar la ayuda militar a Ucrania a su participación en las negociaciones de paz, además de proponer un retraso en la entrada del país en la OTAN como forma de presionando a Vladimir Putin. Según él, la guerra fue una crisis evitable, alimentada por las “políticas incompetentes” de la administración Biden.
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Kellogg también enfatizó la necesidad de un liderazgo fuerte para liderar los esfuerzos de paz, en línea con los principios de “Estados Unidos primero” propugnados por Donald Trump. El general critica el envío de armas a Ucrania, calificándolo de gesto simbólico y costoso, sin resultados concretos para promover la paz.
El plan de Keith Kellogg para el conflicto
El artículo, del que es coautor Fred Fleitz, describe un enfoque pragmático para poner fin a la guerra:
Presión diplomática: Ucrania debería aceptar posponer su entrada en la OTAN para atraer a Putin a la mesa de negociaciones.
Sanciones condicionales: Moscú podría recibir un alivio de las sanciones a cambio de un alto el fuego, una zona desmilitarizada y un compromiso con las conversaciones de paz.
Ayuda militar restringida: Estados Unidos sólo proporcionaría apoyo militar a Ucrania si hubiera esfuerzos concretos para dialogar con Rusia.
Reparación financiera: Los impuestos sobre las ventas de energía rusas se destinarían a la reconstrucción de Ucrania.
Kellogg también destacó que una resolución diplomática completa puede ser inviable mientras Putin esté en el poder, pero que los pasos intermedios podrían sentar las bases para un futuro acuerdo.
Un desafío ambicioso
El nombramiento del general retirado del ejército Keith Kellogg señala la estrategia de Trump de poner a figuras experimentadas alineadas con su visión a cargo de cuestiones globales críticas. La guerra entre Rusia y Ucrania es, sin duda, uno de los mayores desafíos de la política internacional actual.
Para Trump y Kellogg, el éxito dependerá de combinar pragmatismo, presión diplomática y un enfoque que priorice los intereses estadounidenses. Queda por ver si esta estrategia será suficiente para cumplir la promesa de poner fin al conflicto en un tiempo récord.
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