En una decisión sorprendente, la Marina estadounidense dará diez años más de vida a sus cruceros Ticonderoga. La ampliación refuerza la flota y responde a los impasses en el Congreso sobre el futuro de la Armada estadounidense en medio de tensiones globales.
En una decisión que sorprendió a los analistas de defensa y reavivó los debates en el Congreso, el marina de guerra de Estados Unidos reveló que tres cruceros de la icónica clase Ticonderoga ganarán otra década de operaciones en alta mar.
La iniciativa de extender la vida útil de estos imponentes buques de guerra refleja un esfuerzo estratégico para fortalecer la flota estadounidense, a pesar de años de impases legislativos y desafíos técnicos que amenazaron el destino de estos buques.
Reformulación y ampliación de la flota naval
En un comunicado difundido hoy, la Marina estadounidense confirmó que tres cruceros de la clase Ticonderoga, tras someterse a un intenso programa de modernización, están listos para operar durante otros diez años.
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Este anuncio se produce poco después de la decisión de ampliar también la vida útil de doce destructores de la clase Arleigh Burke, reforzando la intención estadounidense de garantizar la preparación de su flota en un escenario global cada vez más competitivo.
Barcos modernizados y listos para la acción.
Los tres cruceros que permanecerán en servicio: el USS Gettysburg (CG-64), el USS Chosin (CG-65) y el USS Cape St. George (CG-71), han sido objeto de importantes mejoras.
Estas actualizaciones abarcaron desde la reestructuración de componentes mecánicos y de ingeniería hasta mejoras en los sistemas de combate., todos elementos críticos para extender la vida operativa de estos barcos.
Según la Marina, el USS Gettysburg completó el proceso de modernización en el año fiscal 2023, seguido por el USS Chosin en 2024.
El USS Cape St. George todavía se encuentra en las etapas finales de mejoras y debería estar en pleno funcionamiento al final del año fiscal actual.
Desafíos en el Congreso e insistencia en la continuidad de la flota
A pesar de los avances, el futuro de los cruceros Ticonderoga fue objeto de intensas discusiones. Durante años, la Marina ha pedido permiso al Congreso para retirar anticipadamente algunos de los cruceros Ticonderoga. así como ciertos buques de combate litorales argumentando que los costos de mantenimiento y las limitaciones tecnológicas dificultaban su operatividad en futuras misiones.
Sin embargo, los legisladores han bloqueado repetidamente estos intentos, señalando la necesidad de mantener una flota sólida para responder a las amenazas globales y las demandas de seguridad.
Un programa de modernización rodeado de polémica
El programa de modernización, que ya lleva nueve años de duración, no ha estado exento de problemas. Diversas dificultades técnicas y presupuestarias retrasaron el avance de las renovaciones, generando críticas sobre la viabilidad y eficacia de las actualizaciones realizadas.
“La modernización a veces no salió según lo planeado” admitió el Secretario de Marina, Carlos Del Toro, en un comunicado reciente.
Aun así, expresó su confianza en las capacidades de los barcos modernizados, afirmando que sólo los cruceros en pleno estado de disponibilidad material seguirán desempeñando sus funciones en la flota estadounidense.
Innovaciones operativas y reconocimiento público
Uno de los aspectos más destacados del programa de modernización fue la reciente actuación del USS Chosin. En una demostración realizada por la Marina estadounidense, el barco demostró una nueva capacidad transformadora: recargar contenedores de misiles en el mar.
Esta capacidad, elogiada por el propio secretario Del Toro, podría representar un cambio estratégico para la Armada estadounidense, ya que elimina la necesidad de que los cruceros regresen a los puertos para reabastecerse de armamento.
Cruceros Ticonderoga: importancia y legado
Los cruceros clase Ticonderoga ocupan una posición destacada en la historia militar de Estados Unidos. Con sistemas de radar avanzados y la capacidad de interceptar amenazas aéreas, son cruciales para la defensa y protección de otros buques y aliados..
Según los expertos, la extensión de su vida útil representa un mensaje claro sobre el papel estratégico de EE.UU. para mantener una flota poderosa y diversa, capaz de operar en diferentes regiones y responder rápidamente a posibles crisis globales.
El impacto estratégico de un refuerzo de flota
Con la creciente competencia militar entre grandes potencias, como China y Rusia, la decisión de Estados Unidos de preservar estos barcos veteranos gana aún más relevancia.
Al mantener en pleno funcionamiento los cruceros Ticonderoga y los destructores Arleigh Burke, la Armada fortalece su presencia en las regiones más críticas para la seguridad nacional..
El secretario Del Toro enfatizó que la medida permite mantener un equilibrio entre fuerzas nuevas y modernizadas, además de aprovechar el conocimiento estratégico acumulado a lo largo de los años.
¿Qué esperar del futuro?
Con estos refuerzos, la Marina de los EE. UU. se acerca a una flota más robusta y adaptable. La decisión de mantener la clase Ticonderoga podría influir en el desarrollo de nuevos buques y en la propia planificación estratégica militar estadounidense.
Después de todo, al preservar barcos con un historial comprobado y tecnología de punta, la Armada asegura una ventaja significativa en el escenario global.
Con la decisión de extender la vida útil de los cruceros clase Ticonderoga, EE.UU. busca demostrar potencia y eficiencia.
Pero, ¿mantener barcos veteranos es la mejor estrategia para asegurar la supremacía naval estadounidense?
Hoy en día, Estados Unidos ni siquiera puede reemplazar a sus marineros; ya no es como en la Segunda Guerra Mundial, cuando los veteranos eran héroes.
Hoy en día el salario no es atractivo y los jóvenes no quieren estar en el ejército.
Otro problema es que con la Globalización y la desarticulación de la Industria Americana no hay mano de obra calificada y Estados Unidos tiene enormes dificultades para construir buques de guerra.
Reformar lo que tienen es la única salida, si esto lo solucionará ya veremos cuando tengan que enfrentarse a China.
Vea el entrenamiento de combate en Brasil, donde nuestros pilotos Tupiniquins derribaron 2 Gripen 2 F16 de la Fuerza Aérea de EE. UU.
La diferencia no eran los aviones sino los pilotos.
Eran F-15 de la Guardia Nacional.