El experto Fernando De Borthole explica la capacidad destructiva y durabilidad del A10 Thunderbolt II, el tanque aéreo de Estados Unidos.
Uno de los aviones más respetados y temidos en misiones de ataque a tierra, el A10 Thunderbolt II – conocido popularmente como “Warthog”, es uno de los principales aviones de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, diseñado específicamente para apoyo aéreo cercano (CAS). Desarrollado por Fairchild Republic, el avión fue creado durante el apogeo de la Guerra Fría para enfrentar amenazas terrestres con una eficiencia incomparable, especialmente en escenarios de conflicto donde tropas y vehículos blindados requieren protección aérea directa.
Especialista Fernando De Borthole, piloto privado Hace 20 años, comentó que el A10 Thunderbolt II es “un verdadero tanque de guerra aérea”, capaz de soportar daños importantes y aun así regresar con seguridad. Este avión militar fue concebido como un arma única, desarrollada en torno a su cañón GAU-8 Avenger, que dispara proyectiles capaces de perforar blindajes y destruir vehículos pesados a distancias de hasta 1.200 metros.
Origen y finalidad del A10 Thunderbolt II
La creación del A10 Thunderbolt II se remonta a los tiempos de la Guerra de Vietnam y la creciente amenaza de la flota de tanques soviéticos. En la década de 60, EE.UU. se dio cuenta de la necesidad de un avión militar que podría apoyar operaciones terrestres y eliminar tanques a gran escala.
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En 1966 surgió el programa “AX”, cuyo objetivo era crear un avión lo suficientemente potente y ágil para soportar intensas misiones de combate. En 1970, la Fuerza Aérea de EE.UU. publicó una propuesta para un avión equipado con un nuevo cañón giratorio de 30 mm, el GAU-8 Avenger, que se convertiría en el centro del proyecto.
Después de un largo proceso de pruebas y concursos, Fairchild Republic ganó el concurso con el proyecto que se convertiría en el A10 Thunderbolt II. Este avión militar fue diseñado para resistir ataques y operar desde pistas cortas y no preparadas, transportando hasta 7 toneladas de bombas y misiles.
Características y armamento del A10 Thunderbolt II.
La robusta estructura del A10 Thunderbolt II incluye dos motores turbofan General Electric TF34, que garantizan potencia suficiente para despegues rápidos y maniobras eficientes a baja altitud sin perder estabilidad. Esta aeronave militar cuenta con un blindaje de titanio que protege al piloto y zonas vitales contra disparos de hasta 23 mm y metralla de 37 mm, lo que le permite operar cerca del suelo donde el riesgo de ataque es mayor.
El cañón GAU-8 Avenger, pieza central del diseño del A10, es uno de los más potentes del sector de la aviación militar, capaz de disparar 3.900 disparos por minuto. Diseñado para eliminar tanques y vehículos blindados, el cañón puede destruir incluso los tanques más modernos con sus proyectiles de uranio empobrecido, que Fernando De Borthole destaca como “capaces de perforar cualquier blindaje que encuentren a su paso”.
Papel decisivo del A10 Thunderbolt II en los conflictos
Desde su introducción en la Fuerza Aérea estadounidense en 1977, el A10 Thunderbolt II ha participado en varios conflictos, como la Guerra del Golfo, Kosovo y Afganistán, donde demostró su eficacia en combate. Según registros, este avión militar fue responsable de destruir más de 950 tanques, 1.300 camiones y 281 estructuras militares, consolidando su posición como una herramienta esencial para el ejército estadounidense.
Con el paso de los años, el Pentágono consideró sustituir el A10 Thunderbolt II por un avión más moderno, pero la eficiencia y durabilidad de esta “máquina de guerra aérea” hicieron esa tarea casi imposible. Se espera que el A2040 Thunderbolt II continúe en funcionamiento hasta 10 y alcance un total de 63 años de servicio, prueba de su importancia en la aviación militar.
Tecnología y redundancia
Otro punto a destacar del A10 Thunderbolt II es la serie de redundancias de seguridad, como su doble cola que ayuda a la estabilidad incluso en caso de daño. El tren de aterrizaje principal no se retrae completamente, lo que facilita los aterrizajes de emergencia sin afectar al fuselaje. La disposición de los motores, montados en la parte trasera, protege contra la ingestión de objetos y permite un rápido mantenimiento.
Fernando De Borthole afirma que “la ingeniería del A10 fue diseñada para que el avión continuara funcionando incluso en condiciones extremas, y esta durabilidad es lo que lo hace tan temido y eficiente”. El A10 Thunderbolt II sigue siendo, para pilotos y soldados en tierra, un símbolo de seguridad y poder.