Estado da salto histórico en infraestructura con el primer túnel submarino de Brasil. Valorado en mil millones de reales, el proyecto promete transformar la conexión entre dos ciudades, reduciendo los viajes y mejorando la movilidad.
Imaginemos un proyecto capaz de transformar no sólo la mobilidad urbana de una región, sino también el potencial económico y logístico de todo un Estado.
Esta es la propuesta para el primer túnel submarino de Brasil, valorada en más de mil millones de reales.
La construcción promete revolucionar el transporte en la costa norte de Santa Catarina, conectando Itajaí y Navegantes con una infraestructura nunca vista en el país.
- Proyecto de construcción de familia de ex alcalde avanza sobre vía férrea y genera polémica en ciudad del interior de SP
- Gobierno dará más tiempo para retirar dinero olvidado en bancos
- ¡La inversión de mil millones de dólares de ArcelorMittal podría transformar un estado brasileño en uno de los más ricos del país!
- ¡India se destaca como potencia mundial con una inversión de billones de dólares para revitalizar la agricultura y promover la seguridad alimentaria en el país!
¿Cómo será el túnel?
El túnel submarino tendrá una longitud de 548 metros y se construirá a 29 metros de profundidad en el lecho del río Itajaí-Açu, que separa las ciudades de Itajaí y Navegantes.
Contará con carriles exclusivos para vehículos, ciclistas y peatones, permitiendo una conexión mucho más eficiente y sostenible entre los dos municipios, que en conjunto suman una población de 347 mil.
Hoy en día, las travesías entre ciudades se realizan en ferry, un método que requiere mucho tiempo y limita la fluidez del transporte en la región.
Con el túnel, la distancia se reducirá a unos pocos metros, eliminando la necesidad de recorrer los actuales 20 kilómetros por la BR-101.
Según João Luiz Demantova, responsable técnico del Proyecto de Movilidad Integrada de Foz do Rio Itajaí (Promobis), “este es el mayor obstáculo a la movilidad en nuestra región.
Tenemos el aeropuerto y el puerto de Navegantes de un lado del río y, del otro, el puerto de Itajaí y municipios turísticos como Balneário Camboriú, Itapema y Bombinhas”.
¿Por qué no un puente?
La idea inicial era construir un puente para conectar las ciudades.
Sin embargo, estudios técnicos demostraron que la estructura debería tener al menos 65 metros de altura para no interferir con el tráfico de barcos que utilizan el puerto de Itajaí, uno de los más importantes de Brasil.
También se analizaron otras opciones, como puentes móviles, pero los costes serían casi equivalentes a los de un túnel, con el inconveniente de provocar un mayor impacto ambiental y visual.
Según Demantova, “las principales regiones del mundo con puertos optan por los túneles para no obstaculizar el crecimiento de la actividad portuaria”.
El modelo elegido será el tipo sumergido, con piezas premoldeadas que quedarán ancladas en el lecho del río. Este método garantiza una profundidad de 29 metros, permitiendo un calado libre de 13 metros para la navegación.
Inversión y plazos
El costo total del proyecto se estima en 188 millones de dólares, o alrededor de 1,14 mil millones de reales a precios actuales.
De este monto, sólo una pequeña parte será financiada por las autoridades públicas –8 millones de dólares (48,7 millones de reales)–, mientras que el resto será financiado por el sector privado.
Una vez finalizados los estudios ambientales y técnicos en curso, se abrirá un aviso público para definir la empresa responsable de la construcción y operación del túnel.
Se espera que las obras comiencen en 2026 y finalicen en 2029. La empresa que gane la licitación podrá explorar el tramo durante 35 años, cobrando tarifas que ya están estimadas en R$ 4,50 para motocicletas y R$ 10 para automóviles. Los valores para camiones aún están en análisis.
Impactos ambientales y sociales
Aunque el proyecto parece prometedor, a lo largo de 2025 se llevarán a cabo análisis detallados para evaluar los impactos ambientales de la obra.
Las entradas y salidas del túnel están previstas para los barrios de Imaruí, en Itajaí, y São Domingos, en Navegantes. Sin embargo, estas ubicaciones pueden cambiarse si los estudios indican opciones más viables.
Una de las principales ventajas destacadas por los creadores es que el túnel provocará menos impactos ambientales, visuales y sonoros en comparación con un puente.
Además, los trabajos prometen ser más rápidos y menos invasivos, asegurando la preservación del cauce del río y las zonas circundantes.
Otras iniciativas de Promobis
El túnel submarino forma parte del Proyecto de Movilidad Integrada de Foz do Rio Itajaí (Promobis), que engloba una serie de iniciativas destinadas a mejorar la movilidad y la infraestructura en la región. Entre ellos se encuentran:
- Un sistema de transporte público regional (BRT) 100% eléctrico;
- Implementación de corredores de movilidad urbana;
- La resiliencia climática funciona en ciudades como Balneário Camboriú.
La inversión total en todas estas acciones podría alcanzar los 2 mil millones de reales y se espera que estén terminadas en 2032.
Parte de los recursos serán financiados por el Banco Mundial, aún en fase de contratación, además de aportes de gobiernos estatales y municipales.
El túnel es un hito para Brasil
Además del túnel de Santa Catarina, está previsto otro proyecto similar para conectar Santos y Guarujá, en la costa de São Paulo.
Sin embargo, las obras aún no comenzaron, lo que coloca al estado de Santa Catarina a la vanguardia en este tipo de infraestructura en el país.
El túnel promete no sólo mejorar la movilidad urbana, sino también impulsar el turismo y el comercio en la región, consolidando a Itajaí y Navegantes como polos estratégicos en el panorama nacional.
Y tú, ¿qué opinas de esta innovación?
¿El túnel submarino realmente transformará el transporte en Brasil? ¡Deja tu opinión en los comentarios y participa en el debate sobre el futuro de la movilidad en el país!
Tiene tantas otras prioridades, este gobierno quiere blanquear miles de millones y continuar sólo en la promoción política, al igual que su profesor BOSSONARO.
Mente tardía, eh.
Mucho mejor que gastar en viajes caros y vino…