Una misión de espionaje estadounidense contra el avance nuclear de China resultó en un desastre tan masivo que se mantuvo en secreto durante cuatro décadas.
En la década de 60, los avances nucleares de China pusieron EUA en una posición delicada en la Guerra Fría, lo que los llevó a una misión de espionaje en asociación con la India. ¿El objetivo? Vigilar la actividad nuclear china. Sin embargo, esta operación encubierta en las montañas sagradas del Himalaya se convirtió en un desastre total, tan catastrófico que permaneció en silencio durante 40 años.
Fue un momento tenso. La Guerra Fría estaba en pleno apogeo y el avance nuclear de China preocupó no sólo a los EUA, pero también sus aliados. La CIA, preocupada por las pruebas nucleares chinas, decidió que era hora de actuar. En 1964, China llevó a cabo su primera prueba nuclear cerca del lago Lop Nur, una zona remota en las montañas Kuruk-tagh. Este hecho generó alerta roja en EUA e impulsó a la agencia estadounidense a investigar hasta dónde estaban avanzando los chinos.
China vs India vs Estados Unidos
Dos años antes, China había derrotado al ejército indio, lo que no hizo más que aumentar el sentimiento de inferioridad de la región. India, sintiéndose amenazada, unió fuerzas con el EUA para monitorear a China. Y entonces, nació una misión Un secreto que parecía sacado de una película de espías.
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Espiar las actividades nucleares de China
La idea era simple pero audaz: utilizar las montañas de la India, especialmente el imponente pico Nanda Devi, para espiar las actividades nucleares de China. El plan, por más cinematográfico que parezca, implicaba enviar un equipo de espías y escaladores para instalar un dispositivo de vigilancia de propulsión nuclear en uno de los picos más altos del mundo.
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El objetivo era escalar la montaña…
El equipo incluía nombres notables como el escalador Tom Frost y el famoso líder de la expedición Mohan Singh Kohli. Juntos soportaron meses de intenso entrenamiento, incluidos saltos en helicóptero y manejo de material atómico. El objetivo era escalar la montaña llevando un generador nuclear que alimentaría un sistema de vigilancia capaz de rastrear la actividad nuclear china.
Nanda Devi tiene 7.816 m de altura
Sin embargo, la misión pronto tuvo problemas. La subida a Nanda Devi fue extremadamente desafiante y el pesado equipo nuclear sólo hizo la situación más difícil. Los espías, no acostumbrados al rigor físico de la escalada, lucharon por avanzar. El tiempo no ayudó y el equipo se enfrentó a una fuerte nevada cuando estaban a sólo unos metros de la cima.
Fue entonces cuando se tomó la fatal decisión: ante el riesgo inminente, el líder de la expedición ordenó dejar el equipo en la montaña para acelerar el descenso. La idea era regresar en primavera para completar la misión. Pero lo que no sabían era que estaban dejando atrás un dispositivo con suficiente plutonio como para causar un desastre ambiental y potencialmente espiarlos durante mil años.
El generador nuclear se quedó… justo ahí
El generador nuclear, nunca recuperado, permanece hasta el día de hoy en algún lugar de las laderas del Nanda Devi, y se ha seguido vigilando el avance nuclear de China. pero por otros medios. El fracaso de la misión fue tan grande que los detalles estuvieron ocultos durante cuatro décadas, y hasta el día de hoy, esta historia es poco conocida.
En un mundo donde las tensiones nucleares siguen siendo una realidad, esta historia sirve como recordatorio de hasta dónde están dispuestas a llegar las naciones para proteger sus intereses, incluso si eso significa dejar un legado radiactivo escondido en las montañas sagradas del Himalaya.
¡Si fuera China, los medios occidentales estarían en pleno apogeo condenando e inventando muchas tonterías!