El descubrimiento del CNPEM da un nuevo uso al etanol de maíz y genera un fuerte impacto en las áreas de combustibles renovables y desarrollo sustentable.
El Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM) ha revelado un descubrimiento revolucionario que podría transformar el sector energético. combustibles renovables en Brasil y en el mundo. Una investigación realizada en Campinas, São Paulo, mostró cómo el aceite residual de la destilación del etanol de maíz (DCO) puede convertirse en combustibles sostenibles, como el bioqueroseno para la aviación y el diésel verde.
La tecnología desarrollada por CNPEM promete no sólo impulsar la industria del etanol de maíz, sino también fortalecer el compromiso con la sostenibilidad y la innovación en Brasil.
La transformación de subproductos es una revolución en el sector de los combustibles renovables
La investigación, publicada en la reconocida revista científica Nature Communications, fue realizado por el Laboratorio Nacional de Biorrenovables (LNBR) del CNPEM e identificó una enzima natural capaz de transformar el aceite de destilación de etanol de maíz en hidrocarburos.
- Estudio revela: el sorprendente potencial del etanol en la gasolina para reducir las emisiones de CO₂
- Innovación en Pará: el açaí se transforma en biocombustible y asfalto sostenible, ¡atrayendo potencialmente altas inversiones en el sector!
- Etanol de maíz: El récord histórico que puede cambiar el futuro de esta producción en Brasil
- Super Cana de Eike Batista: La innovación que puede transformar la producción de etanol en Brasil
Estos compuestos son muy similares a los que se producen en las refinerías de petróleo y pueden utilizarse en la fabricación de combustibles renovables como el bioqueroseno y el diésel verde, así como plásticos y cosméticos.
El descubrimiento se considera un hito para la industria de combustibles avanzados, ya que el DCO, actualmente subutilizado, ahora se puede utilizar de manera eficiente en la producción de combustibles y otros productos industriales.
La enzima identificada en el estudio tiene una diferencia importante: puede actuar sobre materias primas con alto contenido de ácidos grasos libres, como el DCO, y su acción permite la descarboxilación del aceite, retirando el oxígeno de los ácidos grasos y transformándolos en moléculas con características similares a los productos refinados del petróleo.
Innovación científica en el uso de enzimas para combustibles sostenibles
Según la investigadora Letícia Zanphorlin, del CNPEM, una de las principales líderes del estudio, el gran desafío de la investigación fue encontrar una enzima capaz de tratar materias primas y coproductos industriales de manera eficiente.
El equipo no sólo encontró esta enzima, sino que también dilucidó completamente su modo de acción. La capacidad de la enzima para soportar altas temperaturas y actuar directamente sobre el DCO representa una gran ventaja para la aplicación industrial de esta tecnología.
La investigación reveló la estructura atómica de la enzima a través de cristalografía de proteínas, realizada en Sirius, el acelerador de partículas de cuarta generación del CNPEM, uno de los tres en operación en el mundo.
Este logro permitió comprender más profundamente cómo se puede aplicar esta enzima para transformar el aceite de maíz en combustibles renovables.
El impacto del etanol de maíz en la sostenibilidad y la economía
Brasil, que ya es líder mundial en la producción de etanol, tiene una nueva oportunidad para fortalecer su industria de combustibles renovables con el descubrimiento del CNPEM. En 2023, el país produjo 145.700 toneladas de DCO en las industrias de etanol de maíz, cantidad que puede utilizarse para la producción de combustible.
A nivel mundial, se estima que la producción de DCO alcanzará 4,3 millones de toneladas al año, abriendo un mercado prometedor para la tecnología desarrollada en Campinas. Además, esta innovación tiene un impacto directo en el desarrollo sostenible.
El etanol de maíz se produce principalmente en las regiones Centro-Oeste y Sudeste de Brasil, donde se cultiva maíz entre cultivos de soja, sin necesidad de abrir nuevas áreas agrícolas.
Esto significa que la transformación del DCO en combustibles renovables, como el bioqueroseno y el diésel verde, contribuye a una cadena de producción más eficiente y sostenible.
“El CNPEM ha invertido en soluciones que valoran la sostenibilidad de una manera más amplia, yendo más allá de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero e incluyendo cuestiones relacionadas con el uso responsable de los recursos naturales y el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas”, afirma Eduardo Couto, director del LNBR.
Al aplicar esta tecnología, Brasil no sólo puede aumentar la competitividad del sector de combustibles renovables, sino también promover la circularidad en la cadena de producción de maíz.
Con información TN Petróleo.