Un pueblo a orillas de un lago con 20.000 habitantes, donde las calles están hechas de agua, las casas flotan sobre pilotes y la gente utiliza canoas en su vida diaria. Descubra Ganvié, la «Venecia de África», un destino fascinante en Benín que alberga siglos de historia y tradición.
Mira esto: ¿alguna vez has imaginado un lugar donde las calles están hechas de agua, las casas parecen flotar y, en lugar de coches, la gente viaja en canoa? ¡Sí, este lugar existe! Ganvié, en Benín, es un pueblo a orillas de un lago que parece sacado de una película. No es de extrañar que se la conociera como la “Venecia de África”.
¿Dónde está este pueblo surrealista?
Ganvié se encuentra en el sur de Benin, África occidental. Y mira, la vista desde aquí es de otro mundo: casas de madera sobre pilotes, canales llenos de canoas que van y vienen, y un Clima que mezcla tranquilidad y movimiento todo el tiempo. Los visitantes tienen la sensación de estar en un universo paralelo, donde el agua es el corazón palpitante del pueblo.
La impresionante historia detrás de Ganvié
Ahora bien, recuerden esto: Ganvié no surgió por casualidad. En el siglo XVI, el pueblo Tofinu huía de los cazadores de esclavos de los reinos Fon y Dahomey. ¿La solución? Crear una aldea dentro del lago Nokoué, ya que los soldados tenían miedo de entrar al agua porque creían que allí vivía un demonio. Y así nació Ganvié, un refugio que se convirtió en símbolo de resistencia.
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De hecho, el nombre del pueblo lo dice todo: “Ganvié” significa “sobrevivimos” o “me rescataron aquí”. Siniestro, ¿verdad?
¿Cómo es la vida cotidiana en este pueblo junto al lago?
Puede parecer una escena de otro planeta, pero la vida aquí continúa. un ritmo propio. El pueblo tiene de todo: escuelas, hospitales, iglesias y hasta mercados flotantes. ¿El detalle? ¡Todo el mundo viaja en canoa!
Los niños reman hasta la escuela, los vendedores llevan sus productos en botes e incluso los médicos realizan visitas en el agua. Para la gente de aquí, la tierra firme es sólo un detalle: mucha gente sólo pisa el continente para vender pescado o comprar suministros.
El turismo y la subsistencia del pueblo
En los últimos años, Ganvié ha entrado en el radar de los viajeros curiosos. Alrededor de 10.000 turistas pasan por aquí cada año, fascinados por la cultura y el aspecto surrealista del pueblo junto al lago. La mayoría viene en excursiones de un día desde Cotonú o Abomey.
Pero el turismo no es la única fuente de ingresos. La pesca sigue siendo lo que mueve la economía localY los lugareños tienen una forma muy inteligente de atrapar peces: clavan estacas de bambú en el fondo del lago y entrelazan hojas de palma, creando recintos naturales que funcionan como “jaulas para peces”. Inteligente, ¿eh?