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América Latina será un actor importante a medida que se dispare la demanda mundial de litio
A medida que las iniciativas de descarbonización cobran impulso en todo el mundo, el litio se ha convertido en una nueva frontera minera, incluso denominada "oro blanco" por los medios de la industria. El mineral es un elemento importante en el camino de muchos países para salir de la dependencia de los combustibles fósiles. Es el componente principal de las baterías de vehículos electricos y también se utiliza en muchos otros dispositivos electrónicos, incluidos los teléfonos móviles. Varios medios de comunicación internacionales han informado sobre los crecientes riesgos de escasez de litio a nivel mundial en los últimos meses a medida que se dispara la demanda. Esto representará importantes oportunidades para los países productores en la próxima década.
Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, Australia es el mayor productor. Sin embargo, América Latina posee una porción significativa de las reservas mundiales de litio. Esto convierte a la región en un potencial centro minero en los años venideros.
triangulo de litio
El Triángulo del Litio, formado por Chile, Argentina y Bolívia, concentra las mayores reservas minerales del mundo. Esta región ha atraído un creciente interés extranjero en los últimos años, aunque su potencial de producción sigue sin explotarse. En Bolivia, por ejemplo, la extracción sigue estando muy limitada a pequeños proyectos. Esto se debe a las dificultades técnicas asociadas a la extracción de litio en el país, políticas gubernamentales excesivamente restrictivas y falta de tecnología a nivel nacional. El año pasado, el presidente Luis Arce trató de mejorar las perspectivas de producción del país, principalmente mediante la promoción de licitaciones internacionales. Sin embargo, es probable que los resultados sigan siendo modestos, ya que Bolivia no tiene un enfoque acorde con los estándares internacionales y regulaciones específicas sobre la exploración de litio.
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O Chile está a la cabeza a nivel regional en capacidad de exploración, con proyectos operativos en etapa avanzada. El país lideró la producción mundial hasta 2017, cuando fue superado por Australia, debido a la lentitud de Chile para permitir el ingreso de nuevos jugadores a su mercado. Aún así, Chile sigue siendo un destino de inversión prometedor en este frente, y el gobierno mantiene una retórica favorable a los inversores. Sin embargo, el proceso constitucional en curso, junto con un enfoque proambiental más fuerte del nuevo gobierno del presidente Gabriel Boric, significa que los riesgos regulatorios aumentarán durante al menos los próximos 12 meses. Es probable que las propuestas legislativas relacionadas con la preservación de los recursos hídricos, en particular, aumenten los costos operativos de las empresas. Esto también se verá agravado por el creciente activismo de los grupos indígenas.
Argentina, que posee la segunda mayor cantidad de litio identificada a nivel mundial, quiere promover nuevas (y masivas) inversiones en el sector minero. A pesar de los prolongados desequilibrios macroeconómicos del país y la mayor carga regulatoria que enfrentan las multinacionales, el gobierno del presidente Alberto Fernández ha trabajado activamente durante el último año para atraer inversionistas mineros. Estos esfuerzos incluyeron medidas específicas de minería para simplificar el entorno de inversión. Sin embargo, las multinacionales que operan en el país siguen estando muy expuestas a los riesgos regulatorios asociados con los controles de precios y de capital y, en última instancia, seguirán soportando altos niveles de volatilidad financiera.
México y Perú
México es un caso complejo para los inversionistas del sector. El 20 de abril de 2022, el Congreso aprobó una reforma presidencial a la ley de minería para nacionalizar las reservas de litio del país. Esto se hizo principalmente para darle al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) una victoria política luego de un golpe a su principal reforma energética, que los legisladores no aprobaron porque el gobierno no necesitaba el cambio para dejar de otorgar concesiones mineras de litio. Sin embargo, ha puesto en el punto de mira las licencias existentes, ya que AMLO ya ha dicho que todas las concesiones mineras de litio otorgadas antes de la reforma serán examinadas. Si el gobierno mexicano encuentra que los concesionarios no están listos para la fase de exploración, que no han realizado consultas indígenas (cuando corresponda) o que ha habido irregularidades en el proceso burocrático, buscará cancelarlos. Existe un amplio margen para que el gobierno federal decida si cumple con estos requisitos a su discreción. En este contexto, algunas entidades empresariales -como la Asociación Nacional de Empresarios (Coparmex)- expresaron su preocupación de que la cancelación de concesiones perjudique la inversión privada. En última instancia, el gobierno mexicano carece de la tecnología necesaria para extraer litio, lo que podría allanar el camino para algún tipo de asociación público-privada para la extracción de litio en el futuro. De lo contrario, la alienación de la inversión privada resultaría en la imposibilidad de aprovechar las reservas de litio de México.
En Perú, la producción también sigue siendo incipiente. Los proyectos recientes han generado una creciente preocupación entre los funcionarios del gobierno sobre la posible radiación asociada con la extracción de litio, ya que se mezclaría con uranio. Las propuestas legislativas para impulsar el sector, sin embargo, avanzaron. El 14 de mayo de 2021, el Congreso del país aprobó un proyecto de ley para declarar la producción de litio como una actividad "de interés público" y el mineral como "recurso estratégico". Además, el presidente peruano, Pedro Castillo, ha dicho que tiene la intención de impulsar la industrialización del litio, lo que allanaría aún más el camino para mejorar las perspectivas de producción del país el próximo año. Sin embargo, los importantes problemas políticos de Castillo añaden incertidumbre a este escenario: enfrentará nuevas amenazas de juicio político por parte del Congreso (habiendo sobrevivido a un segundo intento de juicio político el 28 de marzo) y su popularidad sigue cayendo. Además, los persistentes llamados del partido gobernante Perú Livre para que Castillo renegociara los contratos vigentes continúan socavando la confianza de los inversionistas.
Perspectivas complejas (pero prometedoras)
En general, América Latina seguirá presentando grandes oportunidades para los inversionistas en minería con un apetito de riesgo moderado a alto. Es poco probable que los inversionistas extranjeros enfrenten discriminación: la mayoría de los gobiernos reconocen la importancia de atraer capital extranjero en medio de los amplios desafíos económicos de la región y la necesidad de tecnología ambientalmente amigable para extraerlo. Por lo tanto, los riesgos relacionados con el nacionalismo de los recursos serán limitados. Sin embargo, el aumento de las preocupaciones fiscales sustentará una considerable incertidumbre fiscal (por ejemplo, en Chile y Argentina). Sin embargo, es poco probable que esto afecte significativamente la rentabilidad de los nuevos proyectos; particularmente porque la evidencia sugiere que habrá altos niveles de demanda global en los próximos años.
A medida que las tendencias ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) ganan terreno a nivel mundial y regional, los riesgos relacionados se vuelven cada vez más relevantes para los negocios. Los impactos socioambientales asociados con la producción de litio aún no han sido completamente comprendidos por los académicos, pero ya han generado una creciente preocupación entre los ambientalistas y los movimientos sociales en América Latina. Es probable que problemas como la contaminación del aire, el suelo y el agua, además de los impactos de la minería en las comunidades circundantes, continúen presentando riesgos operativos, regulatorios y de reputación para las empresas que no cuentan con protocolos de cumplimiento estrictos. El escenario de riesgo específico para la minería en América Latina requerirá un enfoque proactivo y principalmente in situ por parte de los actores privados. Desde una perspectiva de gestión de riesgos, es probable que los inversionistas exitosos en la región sean aquellos que implementan evaluaciones integrales de riesgos previas a la inversión (incluidos ESG) y estrategias de monitoreo continuo basadas en un sólido conocimiento local.
Fuente: LatAm Intersect PR | A través de: Gabriel Brasil es analista sénior en el equipo líder en el mercado de análisis y pronóstico de riesgos políticos, operativos y de seguridad de Control Risks.
