Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo, se centra en Brasil con una inversión de miles de millones de dólares en minería. Hacia el liderazgo global, el país árabe aporta 8 mil millones de reales para investigación minera y abre una oficina en SP. La iniciativa promete revolucionar el sector y fortalecer la relación económica entre ambas naciones.
Cuando se trata de transformaciones globales e inversiones sólidas, pocas naciones destacan tanto como Arabia Saudita.
Conocido por su industria petrolera, que lidera el mercado mundial, el reino se centra ahora en un sector sorprendente y con un inmenso potencial: la minería.
Brasil, rico en recursos naturales, está en el radar de este plan multimillonario y se prepara para recibir una de las mayores inversiones saudíes fuera del Medio Oriente.
- La ciudad más alta del mundo: el lugar extremo donde el frío, la delincuencia y la falta de aire convierten la vida en un infierno
- Las carreteras de São Paulo tendrán el doble de radares
- Proyecto de mina de oro prevé 2 nuevos empleos, inversión multimillonaria y transformación de ciudad brasileña
- Senador promete desvío en importante autopista (BR) para que conductores eviten peajes
Arabia Saudita amplía horizontes y se centra en Brasil
Este martes 14 de enero de 2025, la minera saudí Ma'aden anunció oficialmente su entrada a Brasil.
Con una importante inversión de R$ 8 mil millones, la empresa prevé abrir una oficina en São Paulo el próximo año.
El objetivo es claro: mapear el potencial minero de Brasil e invertir en investigación para asegurar avances significativos en el sector.
“La inversión se realizará en mapeo geológico e investigación minera en asociación con empresas brasileñas”, destacó Alexandre Silveira, ministro de Minas y Energía de Brasil, durante el Future Minerals Forum, evento realizado en Riad, Arabia Saudita.
La iniciativa forma parte del ambicioso plan saudí conocido como Visión 2030, que busca diversificar la economía del país y promover las energías renovables.
Foro de Minerales del Futuro: escenario para decisiones globales
El Foro Future Minerals, que reunió a representantes de 87 naciones y contó con la asistencia de más de 14.000 ejecutivos y expertos, fue el escenario elegido para el anuncio.
Más que un evento, es un hito en el reposicionamiento de Arabia Saudita como protagonista en los debates sobre sostenibilidad y transición energética.
Bandar Ibrahim Alkhorayef, ministro saudí de Minería e Industria, reforzó la importancia de minerales como el oro, el fosfato y las tierras raras para las tecnologías de vanguardia.
“El mundo necesita inversiones de billones de dólares para satisfacer la creciente demanda energética y garantizar la transición energética”, dijo Aljorayef.
El aumento del consumo de energía, impulsado por avances como la inteligencia artificial, refuerza la urgencia de soluciones innovadoras.
Del petróleo al liderazgo en energías renovables
La transición energética saudita es impresionante.
Según el ministro Silveira, “La planta de hidrógeno verde más grande del mundo está ubicada en el desierto saudita, acompañada de vastos parques solares y eólicos”.
Estas inversiones demuestran cómo el país está aprovechando sus recursos petroleros para financiar una nueva era de energía limpia.
¿Por qué Brasil?
Con vastas reservas de minerales esenciales para la producción de baterías y componentes electrónicos, Brasil se perfila como un socio estratégico.
La experiencia del país en minería, combinada con la necesidad global de tecnologías sostenibles, lo coloca en el centro de atención en el mercado internacional.
El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF) es el motor financiero de esta iniciativa.
Con la impresionante cifra de 925 mil millones de dólares en activos, el PIF ha liderado la transformación económica del reino, incluidos proyectos que apuntan a consolidar a Arabia Saudita como referencia en minería.
Impactos de la inversión saudí en Brasil
La inversión de R$ 8 mil millones tendrá impactos significativos en el sector minero brasileño.
Además de generar nuevos empleos y fomentar asociaciones, se espera que la investigación avance en el mapeo de minerales raros, esenciales para las industrias tecnológicas.
Estos avances podrían colocar a Brasil en una posición destacada en la oferta global de estos recursos.
retos y perspectivas
A pesar del optimismo, Arabia Saudita enfrenta desafíos para replicar el éxito logrado con el petróleo en la minería.
El país todavía está construyendo su reputación en el sector y necesita consolidar asociaciones efectivas para competir con los grandes actores globales.
Para Brasil, la llegada de Ma'aden representa una oportunidad para modernizar el sector minero y fortalecer la relación bilateral con Arabia Saudita.
Si tienen éxito, las inversiones podrían allanar el camino para una nueva era de colaboración económica entre los dos países.
La entrada del mayor exportador de petróleo en el mundo en el mercado minero brasileño es un hito histórico.
Más que miles de millones de dólares, se trata de un movimiento que puede redefinir las relaciones comerciales e impulsar la innovación en el sector.
¿Y tú? ¿Cree que esta asociación entre Brasil y Arabia Saudita puede acelerar la transición energética global? ¡Deja tu opinión en los comentarios!
¿Es este el país de las joyas de Bolsonaro? Ten cuidado Lula……!!!!!!
Traer inversiones del exterior para la exploración de materias primas minerales o agrícolas en Brasil deberá pasar por el Congreso. Porque sin criterios para estas inversiones, siempre seguiremos siendo una colonia de otros países, como en el pasado y en el presente, como estamos viviendo, con nuestra riqueza yendo por el desagüe.
Tenemos que formular leyes para agregar valor y fabricar nuestra riqueza en la minería y la agricultura brasileña.
Sólo así seremos ricos y desarrollados con la generación de riqueza con una industria manufacturera de nuestras materias primas.
La entrada de inversiones del exterior para la exploración de materias primas minerales o agrícolas en Brasil debe pasar por el Congreso. Porque sin criterios para estas inversiones, siempre seguiremos siendo colonia de otros países, como en el pasado y en el presente.
Tenemos que formular leyes para agregar valor a nuestra riqueza en la minería y la agricultura brasileña.
Sólo así seremos ricos y desarrollados con la generación de riqueza con una industria manufacturera de nuestras materias primas.