Hormigón romano de 2.000 años de antigüedad: durabilidad, autocuración y un secreto que podría transformar la construcción moderna
Los antiguos romanos dominaron el ingeniería como pocos otros. Prueba de ello son sus acueductos, calzadas y monumentos que han sobrevivido milenios prácticamente intactos. ¿Pero cuál era el secreto detrás de esta durabilidad? La respuesta puede estar en un tipo especial de hormigón romano: el puzolánico.
El mejor ejemplo de la resistencia de este material es el Panteón de Roma. Construida hace casi 2.000 años, todavía cuenta con la cúpula de hormigón no reforzado más grande del mundo. Estructuras como ésta han desafiado al tiempo e intrigado a los científicos durante décadas.
La fórmula conocida del hormigón romano implica dos ingredientes principales: puzolana, una mezcla de ceniza volcánica y cal. Esta combinación crea un material extremadamente duradero, pero un estudio reciente sugiere que este secreto esconde más de lo que se creía anteriormente.
- Un descubrimiento sorprendente revela cómo la fotosíntesis puede capturar y revolucionar la generación de energía.
- Un profesor de ingeniería ha desarrollado un método innovador que mejora el rendimiento mecánico y la durabilidad del hormigón entre un 80% y un 100% en comparación con los materiales actuales.
- Pocas personas lo saben, pero es posible hacer 'abono orgánico' con cáscaras de plátano: ricos en potasio, fósforo y otros nutrientes, ayudan a fortalecer las plantas de forma natural.
- ¿Qué significa “Megatendencias Americanas” en tu computadora? Descubra por qué aparece este nombre al encender su PC, qué controla y si debería preocuparse por ello
Descubrimiento inesperado
En 2023, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) analizaron muestras de hormigón romano del yacimiento de Privernum en Italia. Lo que llamó la atención del equipo fueron pequeños trozos de cal esparcidos por todo el material.
Estos fragmentos ya se habían visto antes, pero se consideraron un defecto de la mezcla. Sin embargo, el científico del MIT Admir Masic cuestionó esta explicación.
"Si los romanos se esforzaron tanto en fabricar un material de construcción excepcional, siguiendo todas las recetas detalladas que se habían optimizado durante muchos siglos, ¿por qué pondrían tan poco esfuerzo en garantizar la producción de un producto final bien mezclado? Tiene que haber algo más en esta historia.", dijo Masic en ese momento.
La respuesta estaba en la forma en que se fabricaba el hormigón. En lugar de simplemente mezclar cal apagada con puzolana y agua, los romanos añadieron cal viva directamente a la mezcla, elevando las temperaturas del evento.
El proceso, llamado “mezcla en caliente”, creó los fragmentos de cal y trajo consigo beneficios inesperados.
Ventajas sorprendentes
El primer beneficio es químico. El calor extremo provoca reacciones que no ocurren a temperaturas normales, creando compuestos más resistentes. Además, el proceso acelera el curado del hormigón, lo que permite una construcción más rápida.
Pero lo más impresionante es la capacidad de “autosanación" del material. Cuando el hormigón romano se agrieta, el agua entra en la grieta y disuelve los fragmentos de cal. Esta solución rica en calcio reacciona con el medio ambiente formando carbonato de calcio, que rellena y sella la grieta de forma natural.
Esta característica ya se ha observado en la Tumba de Cecilia Metella, otra estructura de 2.000 años de antigüedad. Allí, los investigadores observaron que las grietas habían sido selladas con calcita a lo largo de los siglos, manteniendo la integridad del monumento.
Las pruebas confirman la resistencia
Para comprobar el descubrimiento, los científicos recrearon el hormigón romano utilizando la misma técnica y lo compararon con una versión sin cal viva. En las pruebas de agrietamiento, se encontró que el hormigón tradicional se agrietaba, mientras que el hormigón romano se regeneraba completamente en solo dos semanas.
Este efecto puede explicar por qué los muros romanos resistieron el impacto de las olas del mar durante tanto tiempo, mientras que los muros de hormigón modernos tienden a deteriorarse rápidamente.
Ahora, un equipo del MIT está trabajando para adaptar esta técnica al mundo moderno. Además de crear edificios más resistentes, el hormigón puzolánico puede ser una alternativa más sostenible, reduciendo la necesidad de reparaciones y evitando las emisiones de la industria de la construcción.
"Es emocionante pensar en cómo estas formulaciones de hormigón más duraderas podrían ampliar no solo la vida útil de estos materiales, sino también cómo podrían mejorar la durabilidad de las formulaciones de hormigón impresas en 3D.“, dijo Masic.
Con información Alerta científica.
Como al menos en las construcciones residenciales no utilizamos hormigón romano, creo que las viviendas sociales serían incluso más baratas.
Cuestiono la resistencia y si la inclusión de barras de acero, en lo que llamamos hormigón armado, es la diferencia en la durabilidad de las piezas de hormigón armado y de hormigón romano.
Me gustaría mucho poder utilizar esta técnica en mis producciones en Cuba y desarrollar la Escultura con ellas.