El sector del petróleo y el gas puede convertirse en protagonista de la transición hacia energías más limpias
Desde el comienzo de la Revolución Industrial, el sector del petróleo y el gas ha sido esencial para la economía global y brasileña. Con una gran presencia en el PIB y una fuerte demanda energética, el sector se enfrenta ahora a un nuevo reto: sin duda necesita adaptarse para garantizar un futuro sostenible. Así, mantiene su relevancia y también reduce las emisiones de carbono.
La importancia económica del sector en Brasil
El impacto económico del sector de petróleo y gas en Brasil es innegable, tanto en el suministro de energía como en la creación de empleo. Según el Instituto Brasileño de Petróleo y Gas (IBP), representa el 17% del PIB industrial y casi la mitad del suministro de energía primaria. Incluso con el avance de energías limpias, el sector seguirá siendo relevante, ya que, aún hoy, el 80% de la matriz energética mundial depende de combustibles fósiles.
Por qué la transición gradual es esencial para la competitividad
La transformación energética es necesaria, pero también extremadamente compleja y debe ser gradual. Según el presidente del IBP, Roberto Ardenghy, este cambio debe ser “justo y eficiente”, respetando los tiempos de innovación tecnológica. Esto permite garantizar una energía competitiva y evitar impactos económicos.
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La infraestructura del sector facilita la transición
Con una estructura consolidada, el sector del petróleo y el gas está preparado para adaptar sus operaciones a una economía baja en carbono. Para conseguirlo, por ejemplo, una estrategia imprescindible pasa por la reutilización de activos para transportar hidrógeno, lo que alarga la vida útil de las instalaciones y reduce los residuos. De esta forma, esta adaptación optimiza los recursos, además de reducir costes.
Inversiones en energías alternativas: un camino prometedor
El sector ya ha comenzado a invertir en energías alternativas para cumplir con los requisitos de sostenibilidad. Según el IBP, en 2023, alrededor del 15% de los 3,9 mil millones de reales destinados a investigación se destinarán a la eficiencia energética y las energías renovables, lo que demuestra el compromiso con el futuro. Además, la aprobación del proyecto Combustible del Futuro refuerza este compromiso, aumentando la proporción de biocombustibles y reduciendo la huella de carbono.
Superar los desafíos regulatorios y planificar el futuro
Si bien ya hay avances importantes, Brasil necesita fortalecer las regulaciones para fomentar alternativas energéticas y permitir nuevas inversiones. Según Ardenghy, las políticas coordinadas son esenciales para garantizar la competitividad y la accesibilidad de la energía. João Victor Marques, de FGV Energia, agrega que las políticas públicas transparentes son fundamentales para una transición justa.
El sector del petróleo y el gas juega un papel esencial en la transición energética, con la infraestructura y la experiencia para liderar el camino hacia una matriz más sostenible. Además de ser crucial para la economía brasileña, el sector ya está invirtiendo en tecnologías bajas en carbono y tiene políticas que fomentan las fuentes renovables. Para que esta transición se produzca de forma equilibrada es necesaria una planificación que garantice la seguridad energética y mantenga al sector como protagonista en esta nueva era.