El transatlántico SS United States, que alguna vez fue el barco de pasajeros más grande construido en los EE. UU., está a punto de emprender su último viaje, directo al fondo del mar. ¿La razón? Convertirse en el arrecife artificial más grande del mundo, proporcionando un hogar para diversas especies marinas y una nueva atracción para los buceadores.
Después de años de controversia y disputas burocráticas, el destino del transatlántico finalmente quedó sellado cuando el condado de Okaloosa, Florida, llegó a un acuerdo con las autoridades para llevar el barco a Destin-Fort Walton Beach, donde será hundido. El plan es que se una a una red de más de 500 arrecifes artificiales de la región, formada por estructuras como bloques de hormigón y restos de naufragios. Además de ser una importante iniciativa para la vida marina, el SS United States, que alguna vez fue escenario de glamorosas giras de estrellas de cine y políticos influyentes, ahora se convertirá en un monumento submarino.
El SS Estados Unidos no es un transatlántico cualquiera
Lanzado en la década de 1950, era una verdadera joya de la ingeniería Símbolo naval y de lujo. A lo largo de su historia ha acogido a celebridades de Hollywood e incluso a presidentes como John F. Kennedy. Su viaje inaugural en 1952 hizo historia al batir el récord de travesía transatlántica más rápida realizada por un barco de pasajeros.
Ahora, este gigante de los mares está a punto de ser parte de un nuevo capítulo, esta vez bajo el agua. La expectativa es que, una vez hundido, el barco rápidamente quede incrustado de percebes y corales, transformándolo en un verdadero paraíso para peces y otras criaturas marinas. Los expertos creen que, en poco tiempo, el arrecife artificial más grande del mundo atraerá a buceadores de todo el mundo, además de fortalecer la economía local con el turismo.
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Por supuesto, una operación de esta magnitud no podría realizarse sin polémica.
Durante años ha habido disputas entre distintos estados de EE.UU. sobre quién debería correr con los honorarios y costes de mantenimiento del barco, que permanece atracado e inactivo desde 1967. Pero la Junta de Comisionados del Condado de Okaloosa finalmente aprobó el contrato que permitirá hundir el transatlántico, superando obstáculos financieros y burocráticos.
Sin embargo, todavía hay dos procesos en curso: una mediación en el Tribunal de Distrito y una revisión ambiental, necesarios para garantizar que la transformación del SS Estados Unidos en un arrecife no cause daños al medio ambiente. Hacia autoridades locales confían en que ambos procesos se completarán sin mayores dificultades, permitiendo que el proyecto avance según lo previsto.
Beneficios más allá de las olas
Según Mel Ponder, comisionado del condado de Okaloosa, la llegada de las SS a Estados Unidos no es sólo una victoria para la comunidad de buceo, sino también para los pescadores y toda la economía local. El proyecto, que debería durar alrededor de un año y medio, incluye la limpieza del barco para retirar cualquier material que pueda ser perjudicial para la vida marina, además del transporte y el propio hundimiento, que será un espectáculo en sí mismo.
Mientras espera su descanso final, el SS United States continúa despertando la imaginación de todos los que conocen su historia. Desde glorias pasadas hasta un futuro submarino, este legendario transatlántico demostrará que, incluso bajo el agua, se puede hacer historia.
Ahora seguirá su curso para convertirse en el arrecife artificial más grande del mundo. una obra de ingeniería y naturaleza trabajando juntos para crear un nuevo ícono, esta vez, en las profundidades del océano.