Suena a trama de película de espías o de conspiraciones globales, pero la más reciente crisis diplomática entre Brasil y Elon Musk está lejos de ser ficción. Ahora el mensaje es para Lula.
En una sorprendente secuencia de acontecimientos, el magnate detrás de empresas como Tesla, SpaceX y X (antes Twitter) decidió atacar.
Las feroces declaraciones de Musk contra el gobierno brasileño sacaron a la luz una lucha de poder que involucra tecnología, política e incluso incautaciones de activos. ¿El escenario? Un Brasil que podría enfrentar represalias por parte de uno de los hombres más ricos del mundo.
El mensaje de Musk a Lula: “Incautación de activos en respuesta”
Este jueves (05), Elon Musk lanzó un tuit intimidante dirigido directamente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
- ¿Quieres garantizar R$ 540 mensuales además de cursos de formación profesional? ¡Descubra Bolsa do Povo y Bolsa Trabalho, que están trayendo alegría al pueblo brasileño!
- São Paulo tendrá un Metro que irá directamente al Aeropuerto de Congonhas y ¡esto ya tiene fecha! Proyecto cuenta con inversiones de más de 3 MIL MILLONES y expectativas de 6 MIL empleos
- Brasileños crean un robot capaz de plantar 1.800 árboles por hora
- La NASA sabe que los cohetes nucleares pueden llevar humanos a Marte en la mitad de tiempo, pero el uso del uranio utilizado en la Segunda Guerra Mundial aún causa polémica
El contexto del conflicto involucra la reciente suspensión del servicio X en Brasil, luego de que Musk desobedeciera órdenes del Supremo Tribunal Federal (STF).
Según el ministro Alexandre de Moraes, la plataforma debería excluir las cuentas que amenazaran la democracia, pero Musk se resistió, lo que llevó al STF a ordenar el bloqueo del servicio en el país y la congelación de los activos de Starlink, su empresa de internet satelital.
No satisfecho, Musk respondió públicamente: “A menos que el gobierno brasileño devuelva las propiedades confiscadas ilegalmente de X y SpaceX, también buscaremos una confiscación recíproca de los activos del gobierno. Espero que a Lula le guste volar en aviones comerciales”., escribió el multimillonario en X.
El mensaje directo se produjo después de retuitear un informe de CNN, en el que el gobierno estadounidense confiscó un avión perteneciente al presidente venezolano Nicolás Maduro.
Las críticas de Musk y la respuesta del gobierno brasileño
El conflicto no surgió de la nada. Desde que X fue suspendido en Brasil, Musk ha enfrentado fuertes críticas desde diferentes esferas de gobierno.
Las autoridades, incluidos representantes de las tres potencias, acusan al multimillonario de desafiar la democracia al permitir que se mantengan cuentas que promueven discursos antidemocráticos. El bloqueo impuesto a X y Starlink elevó el tono de las discusiones, lo que llevó a Musk a adoptar una postura más agresiva.
Según los expertos, la represalia sugerida por Musk podría implicar la incautación de activos brasileños en suelo internacional, medida que tendría importantes repercusiones.
Aunque la relación entre Brasil y Estados Unidos es larga e histórica (celebrará 200 años en 2024), el gobierno de Lula hasta ahora no tiene activos que fácilmente puedan ser blanco de represalias.
¿Un ataque sin objetivo? Lula y la ausencia de su propio avión
Sin embargo, el tweet de Musk parece alcanzar un objetivo inexistente. El presidente Lula, al igual que sus predecesores, no posee aviones privados.
Al contrario de lo que puede ser común entre multimillonarios como Musk, el jefe de Estado brasileño utiliza aviones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) en sus viajes oficiales. Cuando está fuera de Planalto, Lula opta por aviones fletados o proporcionados por sus seguidores.
Esta diferencia entre las dos realidades plantea dudas sobre el impacto práctico de la amenaza de Musk.
Si Lula no tiene aviones privados, las represalias pierden fuerza, a menos que involucren otro tipo de activo gubernamental. Sin embargo, la postura desafiante del multimillonario expone la creciente tensión entre el gobierno y el poder de las grandes tecnologías.
Las consecuencias diplomáticas y el futuro de las relaciones Brasil-Estados Unidos
En un escenario de diplomacia delicada, Musk se coloca en una posición que podría alterar las buenas relaciones entre Brasilia y Washington.
Aunque la Casa Blanca confiscó el avión de Nicolás Maduro, eso no significa que el gobierno estadounidense vaya a tomar medidas similares contra Brasil.
Aun así, el episodio arroja luz sobre la influencia que figuras como Musk pueden tener en las decisiones políticas de las naciones soberanas.
Aunque el gobierno brasileño ha evitado hasta ahora enfrentamientos directos, El problema que involucra a Starlink y X podría desencadenar una serie de acciones legales y diplomáticas., dependiendo de cómo evolucione el conflicto. Mientras tanto, Musk sigue demostrando que no está dispuesto a aceptar fallos de tribunales extranjeros sin luchar.
El poder de las grandes tecnologías y la fragilidad de los gobiernos frente a las corporaciones globales
El caso de Elon Musk y Brasil es otro ejemplo más de la creciente influencia de las grandes tecnologías en la política global. Empresas como X, Starlink y Tesla están en el centro de los debates sobre regulación, privacidad de datos y seguridad nacional.
Cuando estas corporaciones entran en conflicto con los gobiernos, las consecuencias pueden ser profundas e impredecibles y afectar tanto la política interna como las relaciones internacionales.
Sin embargo, los expertos destacan que es poco probable que Musk consiga incidir directamente en la gestión de Lula. La maquinaria del gobierno brasileño es sólida y la incautación de activos sugerida por el multimillonario puede ser más un engaño que una amenaza concreta.
En cualquier caso, el choque entre Musk y Brasil seguirá siendo seguido de cerca por la prensa y los expertos en política internacional.