Condenan a Elon Musk a pagar más de 3 millones de reales a un ex empleado de Twitter por despido y solicitud extremadamente radical.
Elon Musk, el excéntrico multimillonario detrás algunas de las mayores innovaciones tecnología, fue condenada por los tribunales a pagar más de R$ 3 millones a un ex alto empleado de Twitter, después de una misión rodeada de controversia. El caso, que gira en torno a una petición extrema de Musk, arroja luz sobre el coste dentro de la empresa desde su adquisición por parte del magnate.
La situación comenzó en octubre de 2022, cuando Elon Musk compró Twitter y, con su estilo ya conocido por ser directo y audaz, renombró la red social “X”. El ex empleado Gary Rooney, en ese momento director de Source-to-Pay, fue uno de los muchos empleados que recibió un correo electrónico de Musk, donde el multimillonario explicaba sus ambiciones para la nueva fase de la empresa.
Elon Musk dejó clara su visión
En el correo electrónico, Elon Musk dejó claro que, para transformar Twitter en una plataforma innovadora, sería necesario que todos los empleados adoptaran una postura “extremadamente dura”. Detalló además que esto implica largas horas de trabajo de alta intensidad, afirmando que sólo sería aceptable un “rendimiento excepcional”.
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Un mensaje, que pidió un compromiso inmediato de empleados, contenía un enlace para que aquellos que quisieran continuar en el “nuevo Twitter” hicieran clic en “sí”. A cambio, Musk ofreció tres meses de compensación a quienes no quisieran seguir esta nueva pauta.
Resignación
Rooney, sin embargo, no vio el correo electrónico a tiempo y, en consecuencia, no hizo clic en "sí". Tres días después recibió un nuevo mensaje informándole que su “decisión de dimitir” había sido reconocida y que se bloquearía su acceso a los sistemas de Twitter, es decir, su despido. La misión tomó por sorpresa a Rooney, quien estaba en la empresa desde 2013 y no tenía intención de abandonar su cargamento.
Sintiéndose agraviado, Rooney se puso en contacto con la empresa para explicar la situación, pero sus intentos de resolver el malentendido internamente no tuvieron éxito. Sin otra salida, decidió llevar el caso a los tribunales.
Despedido injustamente
Barry Kenny, abogado de Rooney, argumentó firmemente que su cliente no había pedido una misión pero fue despedido injustamente. El abogado destacó la excelente historial profesional de Rooney y su importante contribución a la empresa a lo largo de los años.
“La conclusión clara e inequívoca de que mi cliente no renunció sino que fue despedido injustamente refleja la seriedad y gravedad de este caso”, dijo Kenny. "No es aceptable que el señor Musk, ni ninguna gran empresa, trate a los empleados de esta manera en este país".
Al final, el tribunal siguió específicamente los argumentos de Rooney y planeó que Elon Musk pagara una indemnización récord de 550 mil euros, que supera los 3 millones de reales. El caso, además de sacudir la confianza del multimillonario, plantea interrogantes sobre cómo las grandes corporaciones deberían tratar a sus empleados, especialmente en contextos de cambios radicales y exigencias extremas.