En las profundidades del lago Hurón, en el estado de Michigan, Estados Unidos, un sorprendente descubrimiento reveló una embarcación intacta de 129 años de antigüedad, preservada por las frías y frescas aguas del Santuario Marino Nacional Thunder Bay, zona también conocida como “ Callejón del naufragio”.
Más de 200 embarcaciones descansan en el fondo de este lago, víctimas de los violentos vientos que azotan la región, y la Ironton, una barcaza de madera de 191 pies, ahora es parte de este fascinante entorno submarino.
El anuncio, realizado por Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) El 1 de marzo llegó una sorpresa: el Ironton fue encontrado prácticamente intacto, con sus tres mástiles aún en pie y un bote salvavidas todavía adherido al barco.
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Este descubrimiento es un testimonio silencioso de la tragedia ocurrida en 1894, cuando el barco chocó con otro carguero, el Ohio, y se hundió rápidamente, llevándose consigo a cinco tripulantes.
Cómo se hundió el barco Ironton
El hundimiento se produjo en septiembre de 1894, cuando el Ironton y el Moonlight, otro barco, estaban siendo remolcados por un barco de vapor hacia la ciudad portuaria de Marquette, Michigan.
La práctica del remolque. barcos con vapor era común en ese momento, similar a cómo las locomotoras tiran de los vagones de carga en las vías del ferrocarril. Sin embargo, una falla en el motor del vapor y los fuertes vientos de la región pusieron a los barcos en problemas. peligro.
Cuando se rompió el cable de remolque, el Ironton se quedó a la deriva y acabó chocando con el Ohio, que transportaba 1.000 toneladas de harina. Con un agujero en la proa, el Ironton comenzó a hundirse rápidamente.
La tripulación intentó botar el bote salvavidas, pero la cuerda que lo sujetaba al barco no se desató a tiempo, condenando a la muerte a la mayor parte de la tripulación. Sólo dos hombres lograron aferrarse a los restos y sobrevivir hasta que fueron rescatados por un barco cercano.
Perfectamente conservado
Ironton siguió siendo un misterio durante más de 120 años hasta que, en 2019, investigadores del santuario marino, en asociación con Ocean Exploration Trust, descubrieron su ubicación mediante imágenes de sonar.
La expedición, liderada por el mismo grupo que encontró el Titanic en 1985, logró cartografiar en detalle los restos del barco. Las frías aguas del lago Hurón preservaron el barco “magníficamente”, según el comunicado de la NOAA.
Jeff Gray, superintendente del santuario, describió el descubrimiento como “unmomento congelado en el tiempo“. Destacó que la presencia del bote salvavidas aún amarrado al barco es un recordatorio demoledor de la tragedia que se desarrolló esa fatídica noche.
El legado de los naufragios de Thunder Bay
A diferencia de muchos otros naufragios en la región, que han sufrido los efectos del tiempo y las condiciones submarinas, el Ironton permanece sorprendentemente intacto, un testimonio sorprendente del poder preservador de las frías aguas del lago Hurón.
El santuario marino ya es un destino popular para buceadores y exploradores de snorkel, y la NOAA planea instalar una boya para marcar el sitio del naufragio y garantizar que los visitantes puedan explorarlo de manera segura.
Ahora, con el anuncio del descubrimiento del Ironton, los investigadores esperan que los restos del naufragio puedan servir como una herramienta educativa, ofreciendo una ventana al pasado y una oportunidad para comprender mejor la historia y los desafíos que enfrentaron los marineros que navegaron por los Grandes Lagos.
Para Jeff Gray y su equipo, el hundimiento del Ironton no se trata sólo del barco en sí, sino también de las vidas humanas que se perdieron en ese trágico evento.
"Los arqueólogos estudian cosas para aprender sobre el pasado, pero en realidad no son cosas que estemos estudiando; son personas”, dijo Gray. El bote salvavidas, todavía unido al barco, es un símbolo silencioso de las vidas truncadas por la fuerza implacable del lago Hurón.