El puerto de Chancay en Perú promete transformar el comercio entre Brasil y Asia, ofreciendo un acceso más rápido y reduciendo los costos de flete.
O Porto de Chancay, ubicada a 80 kilómetros de Lima, Perú, aparece como una nueva alternativa de Brasil para acceder al mercado asiático a través del Océano Pacífico. Este megapuerto, que forma parte de la ruta bioceánica junto con los puertos chilenos, promete ser uno de los más modernos del mundo y el más grande de América Latina. Las obras, iniciadas en 2011 por una empresa china, Cosco Shipping, pasaron por varias pausas y reinicios, y su finalización está prevista para 2024.
Impacto del puerto en la región y en Brasil
Chancay, una ciudad peruana con 63.000 habitantes, está a punto de convertirse en la más grande puerto de aguas profundas en América Latina.
Originalmente un tranquilo pueblo pesquero y una escapada de fin de semana para los residentes de Lima, ahora se ha convertido en un importante sitio de construcción.
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El proyecto tiene el potencial de impactar significativamente el tráfico marítimo en la costa del Pacífico sudamericano, compitiendo con puertos de Chile, Ecuador y Colombia.
En la fase inicial, el puerto de Chancay tiene previsto manejar 1 millón de contenedores y 6 millones de toneladas de carga al año.
Cosco Shipping tiene el control del 60% del puerto, mientras que el 40% restante está bajo responsabilidad de la minera peruana Volcan.
Ya se han invertido alrededor de 1,3 millones de dólares en la fase inicial del proyecto, cuyo coste total estimado es de 3,6 millones de dólares.
Brasil también debería beneficiarse de este nuevo puerto, que facilitará un acceso más rápido a los mercados asiáticos para las exportaciones brasileñas.
La conexión entre Brasil y Perú a través de la Carretera Interoceánica Sur, que atraviesa polos agrícolas como Acre y Rondônia, contribuirá a esa agilidad en el transporte.
La carga procedente de Perú podría llegar a China en sólo 10 días, una reducción significativa respecto a los 45 días actuales.
Avance de las obras
O proyecto El puerto de Chancay tiene una superficie de 280 hectáreas, con rompeolas que utilizan suficiente hormigón para levantar 20 edificios de 10 pisos, protegiendo 1,5 kilómetros de espacio portuario para el atraque de grandes buques de carga.
En agosto de 2023, el dique principal alcanzó los 2.700 metros construidos, un avance del 99%.
Las actividades de extracción y dragado en la cuenca y canal del Muelle 1 avanzaron un 15,8%, mientras que en los Muelles 2, 3 y 4 alcanzaron un 34,9%.
La construcción del edificio administrativo ha avanzado al 52,6%, con un avance total superior al 70%.
La construcción ha enfrentado contratiempos, incluido un colapso en mayo de 2023, que detuvo temporalmente las obras del túnel de 1,8 kilómetros que conectará el muelle con el centro logístico y la carretera Panamericana.
Cosco Shipping atribuyó los problemas al mal estado de los edificios locales, mientras que los residentes reportaron grietas en sus casas debido a las explosiones.
Además, el Comité de Vigilancia Ambiental del Pantano Santa Rosa Chankai advirtió sobre los impactos ambientales de la construcción.
También existe una creciente preocupación por la presencia china en la región y el posible doble uso del puerto, tanto con fines comerciales como militares, en el contexto de la rivalidad geopolítica entre China y Estados Unidos.
Oportunidades para Brasil
A construcción del puerto de Chancay representa una oportunidad para que Acre gane relevancia ante el gobierno brasileño, convirtiéndose en un potencial corredor para exportaciones e importaciones.
Acre y la región norte de Brasil pueden experimentar una reducción significativa en los costos de flete, en comparación con los viajes al puerto de Santos, en São Paulo.
Esta infraestructura facilitará el envío directo y ágil de productos sudamericanos hacia Asia y Oceanía, incentivando el comercio a lo largo de la costa del Pacífico.
Infraestructuras viarias y ferroviarias en el puerto y alrededores
Para maximizar los beneficios del puerto, es necesario mejorar la infraestructura vial y ferroviaria que conecta Brasil y Perú.
La Carretera del Pacífico, o Ruta Interoceánica, conecta el noreste de Brasil con el sur de Perú, pero faltan carreteras que conecten el norte de Perú.
Se podrían utilizar las carreteras que pasan por Pucalpa, en Perú, y Cruzeiro do Sul, en Brasil.
También está el proyecto del ferrocarril transoceánico, que conectará el Puerto de Açu, en Río de Janeiro, con el norte del Perú, pasando por Acre.
Con una longitud de 4.400 km en suelo brasileño, este proyecto fue diseñado en la década de 1950, pero nunca llegó a implementarse por completo.
Recientemente, China ha estado tomando medidas para hacer despegar este trabajo, creando acuerdos con los gobiernos de Brasil y Perú.
El Puerto de Chancay representa un hito significativo para el comercio en América Latina y una oportunidad estratégica para Brasil.
Con su apertura prevista para 2024, el puerto promete facilitar el comercio con Asia, reducir los costos de flete y promover el desarrollo económico en la región.
Sin embargo, los desafíos de infraestructura y las preocupaciones geopolíticas deben gestionarse cuidadosamente para garantizar que se obtengan plenamente los beneficios.