Una empresa afirma haber desarrollado un innovador sistema de vehículos autónomos que podría transformar por completo el transporte urbano en todo el mundo. ¿Es esta la revolución esperada?
Una empresa de Nueva Zelanda llamada Whoosh, está desarrollando una solución innovadora para el transporte público urbano.
Con el uso de vainas (pequeños vehículos autónomos diseñados para transportar pasajeros), la promesa es transformar la movilidad urbana, ofreciendo un modelo eficiente y bajo demanda.
Previsto para su lanzamiento en 2026, el sistema presenta ventajas en términos de flexibilidad, eficiencia energética y coste. reducido, además de ser una alternativa sostenible a las opciones de transporte público convencional.
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Cómo funciona el sistema Whoosh. ¿Cambiará el transporte urbano?
El concepto central de Whoosh es el vainas motorizadas que se mueven de forma autónoma entre estaciones a través de una red modular de cables y rieles de acero.
A diferencia de los teleféricos tradicionales, los pods pueden cambiar de vía de forma independiente, optimizando las rutas en términos de tiempo y consumo de energía.
La estructura modular facilita la expansión de la red, superando desafíos geográficos como ríos y carreteras, sin necesidad de grandes obras civiles.
Los cables tensados tienen De 150 a 300 metros de largo, combinándolo con rieles de acero más cortos para permitir giros y cruces suaves.
Esta flexibilidad convierte al sistema Whoosh en una alternativa viable y económica frente a los sistemas de transporte tradicionales como autobuses y metros.
Estaciones compactas y accesibles
Las estaciones Whoosh están diseñadas para ser compactas e integradas en la infraestructura urbana existente.
Las versiones más pequeñas ocupan el espacio equivalente a una plaza de aparcamiento estándar, con rampas en espiral para el acceso a la red elevada, situada a 12 metros del suelo.
Se pueden implementar estaciones más grandes a nivel del piso, ofreciendo opciones de embarque rápidas y fáciles.
Cada estación trabaja en un circuito independiente, evitando interferencias en el flujo general del sistema. Además, los tiempos de espera se reducen considerablemente, ya que las cápsulas salen según la demanda de los pasajeros.
Sostenibilidad y eficiencia energética
Los módulos Whoosh están equipados con baterías de iones de litio, ubicadas en la parte inferior de los vehículos, que proporcionan energía para sistemas interiores como aire acondicionado, Wi-Fi y entretenimiento.
Estas baterías también alimentan las ruedas, reduciendo la resistencia a la rodadura y optimizando el consumo de energía.
En términos de eficiencia, el consumo energético es la mitad que el de un coche eléctrico pequeño. Un viaje normal al trabajo consume menos energía que una ducha de 10 minutos, lo que convierte al sistema en una alternativa altamente sostenible.
Además, el sistema puede funcionar con fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, contribuyendo aún más a reducir la huella de carbono.
Comodidad y seguridad de los pasajeros
Los módulos con sistema Whoosh están diseñados para brindar una experiencia de viaje cómoda. Los algoritmos avanzados permiten que las cápsulas se inclinen en las curvas, lo que reduce las fuerzas laterales y proporciona una conducción suave.
El sistema de cables crea una sensación de flotación, asegurando una conducción silenciosa y estable.
Para garantizar la seguridad, las cápsulas utilizan un sistema de frenado por corrientes parásitas, que permite paradas suaves y controladas, lo que aumenta la confianza de los pasajeros. El monitoreo continuo de la infraestructura y los vehículos garantiza una operación segura y confiable.
Economía y viabilidad del sistema.
El sistema Whoosh también destaca por su relación coste-beneficio. La infraestructura vial tradicional puede costar entre 10 y 20 millones de dólares por kilómetro, mientras que los sistemas de tren ligero pueden costar más de 100 millones de dólares.
Whoosh, sin embargo, tiene un coste estimado de 5 millones de dólares por kilómetro, lo que lo convierte en una opción asequible para las ciudades en expansión.
La modularidad del sistema permite una implementación rápida y escalable, adaptable según la demanda. La construcción es más ágil y tiene un impacto ambiental reducido en comparación con las soluciones convencionales.
Transporte de carga: una solución versátil
Aunque Whoosh se centra principalmente en el transporte de pasajeros, el sistema también resulta eficaz para el transporte de mercancías. Las empresas pueden utilizar módulos para acelerar el flujo de mercancías entre almacenes y centros de distribución.
La integración entre carga y pasajeros garantiza prioridad a las personas en las horas pico.
Además, la flexibilidad de la red permite utilizar diferentes tipos de pods, ajustándose a las necesidades de transporte de productos de diferentes sectores.
Proyecto piloto en Queenstown
La primera prueba práctica del sistema Whoosh se llevará a cabo en Queenstown, Nueva Zelanda, en 2026. Este proyecto piloto financiado con financiación privada será una oportunidad para demostrar la eficiencia del sistema en condiciones del mundo real. La desafiante topografía de Queenstown, con montañas y un lago, será un campo de pruebas ideal.
La red piloto incluirá varias estaciones, puntos de convergencia y divergencia, así como trayectorias en espiral, lo que demuestra la versatilidad de Whoosh. La experiencia adquirida en este piloto ayudará a mejorar el sistema para futuras expansiones.
Retos y perspectivas de futuro
A pesar de las innovaciones, el sistema Whoosh enfrenta desafíos como la aceptación pública, la regulación gubernamental y la integración con las estructuras urbanas existentes.
Los desarrolladores se comprometen a recopilar comentarios y realizar ajustes para garantizar una implementación exitosa a gran escala.
La implementación de tecnología autónoma también requiere una infraestructura de soporte sólida, como sistemas de monitoreo y respuesta rápida ante posibles fallas técnicas. Con un diseño escalable y eficiente, el sistema Whoosh promete ofrecer una alternativa flexible y sostenible para las ciudades del futuro.