La industria de vehículos sostenibles enfrenta desafíos constantes y algunas empresas no pueden superar las barreras financieras y tecnológicas. Un fabricante de camiones de hidrógeno que ha sido comparado con Tesla enfrenta tiempos difíciles
Una startup que alguna vez fue comparada con Tesla y considerada un actor prometedor en el sector de los vehículos eléctricos ahora enfrenta un escenario sombrío. Tras declararse en quiebra, el fabricante de camiones propulsados por hidrógeno ve aún más empeorar su situación.
A Corporación Nikola surgió con la promesa de revolucionar el sector de los camiones eléctricos y propulsados por hidrógeno. La empresa ha sido comparada con Tesla, con proyectos ambiciosos y propuestas innovadoras.
En el primer semestre de 2024, entregó 120 Unidades. y parecía estar empezando a recuperarse de los problemas anteriores. Pero la realidad resultó ser diferente.
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El impacto del controvertido mandato del ex director ejecutivo Trevor Milton todavía pesa sobre la empresa, y los problemas solo han aumentado.
En febrero de 2025, Nikola solicitó protección por bancarrota del Capítulo 11 en los Estados Unidos.
La decisión era esperada, pero no acabó con las dificultades de la empresa. Ahora surge un nuevo desafío: La retirada de casi la mitad de los camiones propulsados por hidrógeno debido a graves problemas técnicos.
Defectos en camiones agravan la crisis
Los problemas actuales comenzaron en diciembre de 2024, cuando las acciones de Nikola alcanzaron un mínimo histórico después de un año de caídas.
El golpe final llegó con una denuncia de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA).
La entidad señaló fallas en las pilas de combustible de hidrógeno producidas por Nikola, que podrían desactivarse inesperadamente. Esto dejaría a los conductores varados en cualquier lugar, sin previo aviso.
Las pruebas realizadas por la NHTSA confirmaron el problema. Durante las evaluaciones, un camión perdió la energía de la celda de combustible cinco veces mientras viajaba por carreteras.
En cada caso, el vehículo tuvo que utilizar únicamente la batería eléctrica para seguir funcionando. Pero no todos los camiones tenían esta opción de contingencia.
Con la exposición del problema surgieron quejas de los clientes. El primer caso fue el de un conductor que, tras recorrer 1.400 kilómetros, comunicó la avería. Poco después aparecieron otras denuncias. Ante esto, Nikola tuvo que actuar.
Ahora la empresa necesita recuperar 95 de los 200 camiones propulsados por hidrógeno que entregó. Esto significa que Nikola tendrá que reparar los vehículos o reembolsar el dinero a los clientes, incluso aunque esté en quiebra. La situación dificulta aún más la recuperación de la empresa.
Impacto financiero y quejas de los clientes
Los camiones de Nikola cuestan entre cinco y diez veces más que un camión tradicional de clase 8. El precio final incluye los impuestos federales y locales, que representan aproximadamente el 22 por ciento del costo.
Además, el 10% del coste total del vehículo no está cubierto por incentivos fiscales ni subvenciones. En última instancia, los propietarios tienen que pagar el 32% del precio. valor del camión sin ayuda externa.
William Hall, fundador de Coyote Container, fue uno de los clientes que reportó la situación. Según él, ese porcentaje podría suponer un coste extra de 160.000 dólares para un vehículo de 500.000 dólares.
"Se trata de una cantidad que el conductor del camión debe pagar de su propio bolsillo, sin garantía de que el vehículo funcione correctamente.“, dijo Hall.
Futuro incierto para la marca de camiones propulsados por hidrógeno
Nikola aún no ha hecho una declaración oficial sobre el caso. Sin embargo, se espera que la compañía ofrezca una solución pronto.
Con la empresa en quiebra declarada y con graves problemas técnicos con sus camiones, la situación es crítica. La marca se encuentra en un callejón sin salida y su supervivencia en el sector del transporte depende de las próximas decisiones.
Por ahora, clientes e inversores esperan respuestas. El resultado de esta historia podría definir el futuro de Nikola y del mercado de camiones propulsados por hidrógeno.