La construcción brasileña enfrenta una importante escasez de mano de obra calificada, como resultado de cambios educativos y generacionales. Para superar este desafío, las empresas están invirtiendo en la industrialización de procesos, internalización de servicios y capacitación tecnológica de los trabajadores, con el objetivo de mantener la eficiencia y sostenibilidad del sector ante las transformaciones del mercado laboral.
La construcción civil brasileña enfrenta un escenario alarmante. Mientras el país se encuentra en un momento de recuperación económica, un gran desafío comienza a surgir en la construcción: la falta de mano de obra calificada.
La escasez de profesionales está amenazando el ritmo de varios proyectos de construcción, aumentando los costes de los proyectos y creando un verdadero problema para los empresarios del sector.
Y la situación no es sencilla. Con la evolución del mercado, el perfil de la fuerza laboral está cambiando y con ello, el sector de la construcción civil se ve ante la urgente necesidad de reinventarse.
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¿Qué se está haciendo para superar este desafío? ¿Qué depara el futuro para la fuerza laboral del sector? Estas preguntas están en el centro del debate.
Si, por un lado, las estadísticas muestran un aumento significativo en el número de brasileños con educación superior, por el otro, esta realidad refleja un cambio en el perfil de los trabajadores que buscan calificaciones.
En un país donde la mayoría de la gente estaba acostumbrada a trabajar en construcción civil en las funciones operativas, el escenario ahora es diferente: los hijos de los capataces de la construcción se convierten en ingenieros y muchos de estos nuevos profesionales no tienen el mismo apetito por trabajar en la obra.
Pero ¿qué está impulsando este cambio? ¿Cómo están reaccionando las empresas para mantener sus operaciones en funcionamiento?
La transformación educativa y su impacto en el mercado laboral
Con el crecimiento de la educación superior en Brasil, el país se encontró frente a un fenómeno interesante. Según datos del IBGE, en 2023, 23,2 millones de brasileños tenían un título de educación superior, lo que representa alrededor del 23% de la fuerza laboral del país, una cifra récord.
Este cambio no sólo refleja el aumento de la educación de la población, sino también el cambio de mentalidad respecto de las profesiones operativas.
Hoy en día, el “hijo del capataz de la construcción” prefiere hacer carrera en una oficina, con un título de ingeniero, en lugar de embarcarse en las obras de construcción, donde su padre a menudo pasaba una vida de duro trabajo.
Así lo afirmó Ubirajara Freitas, CEO de Tegra Incorporadora, en un evento de UBS BB este miércoles (29), según publicado en el Jornal de Brasília. “Hoy, el hijo del capataz es ingeniero y no quiere ir al sitio de obras, entonces estamos industrializando el proceso”, afirmó Ubirajara Freitas, presidente de Tegra Incorporadora, en un evento de UBS BB este miércoles (29).
Este cambio de valores y aspiraciones profesionales es reflejo de un país que, poco a poco, se está volviendo más educado y menos dependiente del trabajo manual.
Sin embargo, esta transición crea un problema evidente para el sector de la construcción, que hasta la fecha depende de una gran cantidad de mano de obra calificada, especialmente en roles operativos como albañiles, carpinteros y sirvientes.
Con el alejamiento de los jóvenes de estos empleos, la escasez de profesionales calificados se ha intensificado y las empresas constructoras están buscando alternativas para llenar este vacío.
Medidas adoptadas por las empresas constructoras para afrontar la escasez de profesionales
Las estrategias adoptadas por las empresas constructoras se están diversificando, buscando soluciones tanto a corto como a largo plazo.
Según Ubirajara Freitas, director general de Tegra Incorporadora, una de las principales respuestas a este problema es la industrialización de los procesos constructivos.
Según él, con el avance de la tecnología y la implementación de sistemas de prefabricación, la necesidad de mano de obra en la obra se ha reducido significativamente.
En otras palabras, las empresas constructoras recurren a las fábricas en busca de componentes ya fabricados, que llegan al lugar de construcción listos para ser ensamblados.
Esto permite sustituir el trabajo manual, que normalmente requiere más tiempo y un gran número de trabajadores, por procesos más automatizados.
Además, otra estrategia adoptada por algunas empresas constructoras es la de internalizar a los proveedores de servicios.
Tradicionalmente, muchas de estas empresas recurrieron a la subcontratación para contratar mano de obra temporal, pero ante la escasez de profesionales, esta práctica ha resultado ineficaz.
Así, muchas empresas comenzaron a contratar a sus empleados directamente, aportando más estabilidad y fidelización, además de permitir un mayor control sobre la calidad de la plantilla.
Tegra Incorporadora, por ejemplo, ha estado trabajando activamente para integrar a sus trabajadores brindando tecnologías como teléfonos inteligentes y tabletas, facilitando la comunicación y agilizando los procesos dentro de las obras de construcción.
El impacto de la inflación y los tipos de interés en el mercado de la construcción
Con la escasez de mano de obra calificada, las empresas constructoras no sólo enfrentan un aumento en los costos relacionados con la mano de obra, sino también las consecuencias de la inflación en los productos del sector.
Pese a la presión sobre los precios de los materiales, tanto Ubirajara Freitas como Ricardo Valadares Gontijo, director general de Direcional (constructora centrada en Minha Casa Minha Vida), garantizan que la inflación está controlada y no representa una amenaza inmediata.
Por otra parte, lo que realmente preocupa a los dos CEO es la desaceleración de la economía y el aumento de los tipos de interés.
Según Freitas, un escenario ideal sería una tasa de interés del 7% u 8%, algo que actualmente no se está logrando.
La economía brasileña, con una inflación cercana al 6%, está lejos de ser ideal, pero los empresarios del sector dicen estar preparados para afrontar esta realidad y buscar soluciones que garanticen un crecimiento continuo.
El futuro de la construcción: cómo se están adaptando las empresas constructoras
En tiempos de escasez de recursos, una de las alternativas para garantizar el éxito de las obras es invertir en cualificación profesional.
Tanto Freitas como Gontijo señalan la importancia de la formación continua de los trabajadores, ya que es imposible depender exclusivamente de un mercado laboral en el que constantemente falta mano de obra cualificada.
Por ello, las iniciativas de formación han sido una prioridad.
En el caso de Direcional, por ejemplo, muchos de sus propios trabajadores forman parte del público objetivo del programa Minha Casa Minha Vida, lo que refuerza la importancia de invertir en calificaciones profesionales.
Las empresas constructoras también están atentas a los cambios en el comportamiento de los trabajadores y a la necesidad de tecnologías que puedan facilitar el trabajo en la obra.
Desde el uso de aplicaciones de gestión hasta el seguimiento remoto de las obras, la innovación se está convirtiendo en una herramienta imprescindible para el sector.
La integración de las nuevas generaciones con la tecnología puede ser el factor determinante para afrontar la falta de profesionales, especialmente en la era digital en la que vivimos, con el aumento de la automatización y la inteligencia artificial.
La construcción civil sigue siendo un motor de la economía
Aunque la falta de profesionales calificados es un desafío creciente, el sector de la construcción civil en Brasil sigue siendo uno de los principales motores de la economía.
Las empresas constructoras se están adaptando, reinventando e invirtiendo en soluciones innovadoras para que el sector siga creciendo.
Sin embargo, el camino a seguir no será fácil y requerirá un esfuerzo conjunto entre empresas, trabajadores y gobierno para garantizar que la construcción no se detenga y que Brasil siga creciendo económicamente. Lo que está en juego no es sólo el mercado laboral, sino también el futuro de las ciudades brasileñas.
¿Cree que el futuro de la construcción civil en Brasil está en riesgo por la falta de mano de obra calificada? ¡Deja tu opinión en los comentarios!
El problema es que hay demasiados directores ejecutivos y gerentes en las empresas de construcción. Deberían dejar de quejarse y ponerse manos a la obra.
Los salarios ofrecidos, las exigencias y presiones sufridas, la falta de sabiduría de ciertos dirigentes, la explotación de la mano de obra directa (sin ningún tipo de incentivo), la necesidad del trabajador de practicar la “adulación”, todo esto es lo que está impulsando a los jóvenes Personas alejadas de la construcción. Las empresas prefieren a una persona que sea lameculos y traicione a su compañero en todo momento, antes que a un profesional que preste excelentes servicios, esto se debe a que los líderes están mal capacitados, mal instruidos, no saben liderar y solo ocupan el puesto. Posición porque ser amigo de alguien que tiene un puesto relevante en la empresa.
Pero nunca vi nada sobre el salario, que es muy bajo. Nunca nos valoraron. Por eso se está acabando la mano de obra, porque los jóvenes veían a sus padres trabajando, entregando sus días a la empresa y un salario miserable.