La propuesta de abolir el viaje 6×1 podría cambiar la forma en que trabajamos en Brasil, pero divide opiniones. Los empresarios advierten del impacto económico, mientras los expertos sostienen que la medida puede mejorar la calidad de vida e incluso crear nuevos puestos de trabajo.
A propuesta de enmienda constitucional (PEC) que pretende eliminar el trayecto en una escala de 6×1 desató un ferviente debate sobre los posibles impactos económicos y sociales de este cambio.
Desde el anuncio, la propuesta ha generado gran repercusión en las redes sociales y entre las confederaciones empresariales que representan sectores económicos vitales.
Sin embargo, las críticas al proyecto, que reduce la jornada laboral semanal de 44 a 36 horas, resaltan los potenciales efectos negativos para los pequeños y medianos empresarios, además de cuestionar su eficacia para mejorar el mercado laboral.
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La decisión sobre el futuro de esta propuesta promete impactar a millones de trabajadores y definir nuevas directrices para las empresas brasileñas.
El proyecto de la diputada federal Erika Hilton (PSOL-SP) tiene como objetivo brindar una mejor calidad de vida a los trabajadores, quienes, según los defensores, se enfrentan al agotamiento con la carga de trabajo actual.
El diputado sostiene que la reducción podría incluso favorecer una economía más dinámica, estimulando el consumo y garantizando un mayor bienestar a la población activa.
Sin embargo, según Hilton, el PEC aún necesita reunir más firmas para seguir adelante. El 12 de noviembre de 2024, el proyecto contaba con 134 de las 171 firmas requeridas para iniciar su trámite en el Congreso Nacional.
Entidades critican el cambio y temen impacto en el mercado
Las principales entidades de representación empresarial, como la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y la Confederación Nacional del Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC), criticaron duramente la propuesta.
Según estas organizaciones, una reducción obligatoria y abrupta de la jornada laboral perjudicaría gravemente la competitividad de las empresas, especialmente de las pequeñas y microempresas.
El CNI señaló que, sin una planificación adecuada, este cambio tiende a sobrecargar los costes empresariales y comprometer el equilibrio financiero de las empresas más pequeñas, generando consecuencias como recortes de personal o incluso el cierre de empresas.
Alexandre Furlan, presidente del Consejo de Relaciones Laborales del CNI, afirmó que “la reducción obligatoria de la jornada laboral no crea automáticamente nuevos puestos de trabajo”, reforzando que el crecimiento económico es el principal factor de generación de oportunidades de empleo.
Furlan destacó que la flexibilidad horaria debe ser un proceso negociado entre empleadores y trabajadores, de acuerdo a las demandas y realidad económica de cada sector.
También defendió que los cambios en la jornada laboral deberían analizarse a través de convenios colectivos y convenios específicos, en lugar de regularse como una exigencia nacional.
Impacto en el comercio: nuevos requisitos podrían perjudicar a las pequeñas empresas
La CNC también se hizo eco de las preocupaciones del CNI, destacando que la nueva carga de trabajo tendría un impacto directo en los sectores de comercio y servicios, dificultando el mantenimiento de las operaciones.
En una nota, la CNC advirtió del riesgo de que reducir la jornada laboral sin una reducción proporcional de los salarios aumente los costes operativos, obligando a las empresas a repensar sus estructuras y horarios de apertura.
Según el comunicado, las empresas podrían incluso cerrar en días específicos para reducir gastos, lo que perjudicaría tanto a los consumidores como a los trabajadores que dependen de horas adicionales para complementar sus ingresos.
En noviembre de 2024, CNC publicó una encuesta interna que muestra que el 65% de los empresarios del sector comercio y turismo cree que la El PEC provocará despidos, mientras que el 47% ve el riesgo de salarios más bajos para futuras contrataciones.
Según estos datos, se teme que el aumento de los costes salariales y de nómina se vea compensado por ajustes en la plantilla y reducción de los beneficios laborales.
Crece la movilización y el apoyo popular a la PEC
Por otro lado, las La PEC cuenta con un apoyo creciente entre colectivos de trabajadores y sindicatos, que defienden la reducción de jornada como paso necesario para mejorar la salud física y mental de los profesionales.
Según la Central Única dos Trabalhadores (CUT), el actual horario 6×1 es “agotador y perjudicial” para el bienestar de los empleados, y la reducción a 36 horas permitiría una mayor calidad de vida y más tiempo para actividades personales y familiares.
La CUT también sostiene que este cambio podría reducir el número de bajas médicas provocadas por el burnout, un problema que se ha intensificado en Brasil, como lo demuestran estudios recientes.
Sin embargo, los sectores empresariales y los sindicatos aún necesitan llegar a un consenso sobre la mejor manera de implementar la reducción de jornada.
El 11 de noviembre de 2024, una audiencia pública en el Congreso Nacional reunió a representantes de ambos bandos, quienes expusieron sus posiciones y pidieron prudencia en el análisis de la PEC.
Los debates siguen polarizados y la presión para que el proyecto avance o sea rechazado aumenta cada semana.
Próximos pasos de la PEC y perspectivas de aprobación
Si la PEC obtiene el número necesario de firmas, el proyecto pasará a ser discutido en comisiones del Congreso antes de ser votado en el pleno de la Cámara de Diputados.
El proceso completo podría tardar meses y enfrentar resistencias tanto de parlamentarios vinculados al sector empresarial como de quienes defienden la flexibilidad.
Hilton y otros partidarios de la propuesta, sin embargo, creen que el cambio en la escala 6x1 podría convertirse en un hito en las relaciones laborales del país, promoviendo un entorno más justo y sostenible para la clase trabajadora.
La cuestión ahora radica en cómo conciliar las demandas de ambas partes, garantizando una política que valore a los trabajadores sin poner en riesgo la viabilidad de las empresas.
¿Podrá la PEC contra la escala 6×1 avanzar o enfrentará obstáculos insalvables? La respuesta aún está por llegar, pero, sin duda, el debate sobre la jornada laboral promete cambiar el escenario laboral brasileño en los próximos años.
Sería importante reducir la jornada laboral de los trabajadores a 40 (cuarenta) horas semanales. Reducirlo a 36 (treinta y seis) horas excede lo razonable.