Los árboles con madera densa y alto poder calorífico garantizan una combustión eficiente y sostenible, ¡superando a los combustibles fósiles!
¿Fin de los combustibles fósiles? Investigadores de Autoridad Forestal de Ruanda identificó dos especies de árboles capaces de producir electricidad limpia, ofreciendo una alternativa sostenible para regiones aisladas que sufren de falta de energía.
La iniciativa se alinea con los esfuerzos del país para lograr una cobertura eléctrica del 100% para 2030, una meta ambiciosa que enfrenta obstáculos debido a la dificultad de llevar infraestructura a las comunidades rurales.
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¿Se acabaron los combustibles fósiles? La biomasa como fuente de energía.
Para explorar fuentes alternativas, los científicos están evaluando la biomasa como sustituto de los combustibles fósiles. Según Bonaventure Ntirugulirwa, investigador principal y líder del proyecto, la biomasa es un fusión subutilizado, a pesar de su importante potencial energético. “Este proyecto tiene como objetivo satisfacer las necesidades eléctricas en zonas donde el acceso es escaso.“, explicó Ntirugulirwa.
Entre las especies ensayadas destacaron los árboles Senna siamea y Gliricidia sepium. Estas plantas de rápido crecimiento tienen madera densa y un alto poder calorífico, lo que las hace más eficientes a la hora de generar calor y energía que las opciones convencionales.
Este tipo de biomasa, además de ecológica, ofrece una alternativa viable y económica para comunidades alejadas de los centros urbanos.
Beneficios adicionales de los árboles energéticos
Además de la generación de energía, el proyecto presenta ventajas ambientales y sociales. Los árboles elegidos tienen el potencial de contribuir a la calidad del suelo, promover la seguridad alimentaria y ayudar a mitigar el cambio climático, un impacto relevante en las comunidades rurales.
Según Ntirugulirwa, “Este estudio va más allá de la electricidad, buscando también promover la sostenibilidad y reducir la pobreza rural."
En el estudio se investigaron otros árboles de usos múltiples, como Cajanus cajan (gandul) y Senna spectabilis, que proporcionan no solo biomasa sino también recursos esenciales para los agricultores.
El proyecto permite a los propios agricultores seleccionar las prácticas y especies que mejor se adapten a sus necesidades, facilitando el uso de estos árboles para diversos fines, desde combustible hasta fertilizante.
Producción de electricidad con biomasa arbórea.
Para avanzar en la producción de electricidad, el equipo de investigadores comenzó a analizar la biomasa de estos árboles con la Junta de Normalización de Ruanda, comprobando su poder calorífico.
Pese a ello, para evaluar elementos adicionales, como el carbono y el hidrógeno, seguirá siendo necesario enviar muestras a laboratorios en Suecia, ya que Ruanda no tiene infraestructura suficiente.
El proyecto, en el que también participan agricultores locales, tiene como objetivo integrar a estas comunidades en el proceso de producción de energía. Ntirugulirwa destaca que la participación activa de los agricultores es fundamental para generar suficiente biomasa para satisfacer la demanda energética en las regiones más remotas.
Opinión experta
Expertos en bioenergía apoyan el proyecto, que sería una alternativa a los combustibles fósiles. Babatunde Ajayi, profesor de la Universidad Federal de Tecnología de Akure, Nigeria, destacó el impacto positivo de esta alternativa para generar electricidad en zonas rurales. “Es un alivio ver una iniciativa que aborda la escasez de energía y la pobreza rural al mismo tiempo.“, afirmó Ajayi, comparando el uso de biomasa con la energía solar, en la que el recurso natural se convierte en electricidad mediante un proceso sostenible.
Ajayi también destacó el potencial de replicar este modelo en otras regiones africanas con desafíos similares.