La polémica en el sector energético: Decreto que autoriza la intervención de la ANP en la producción de gas enfrenta divisiones en el gobierno y puede generar cuestionamientos
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) se encuentra en las etapas finales de redacción de un decreto que permitirá Agencia Nacional de Petróleo, Gas y Biocombustibles (ANP) intervenir directamente en el mercado del gas natural.
Esta medida forma parte del “Gas para usar“, una de las iniciativas centrales de la Ministerio de Minas y Energía (MME) bajo la dirección del ministro Alexandre Silveira. El objetivo del programa es reducir la precio de la gasolina natural en Brasil, un insumo vital para varias industrias.
Según fuentes cercanas al gobierno, el decreto aún se encuentra en los últimos ajustes antes de ser presentado al Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) en una reunión prevista para el próximo lunes (26).
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El contenido de la propuesta, ya confirmado por personas involucradas en las discusiones, prevé la autorización para la ANP ordenar a las empresas que amplíen su producción de gas natural, que puede incluir la reducción de la reinyección de gas en pozos de petróleo y el aumento de la producción en campos ya en operación, incluidos los considerados maduros.
Reducir la reinyección de gas natural como estrategia
La técnica de reinyección de gas, que consiste en devolver gas natural a los pozos para mantener la presión de los yacimientos de petróleo y optimizar la extracción de petróleo, es destacada por el MME como uno de los factores que contribuyen al alto precio del gas natural en Brasil.
Datos de la ANP muestran que, en junio, el 56% de la producción de gas natural fue reinyectada, principalmente en campos del presal. Este porcentaje está muy por encima de la media internacional, que ronda el 25%.
El MME sostiene que la reducción de la reinyección de gas y el consiguiente aumento de la oferta de ese insumo en el mercado brasileño puede ayudar a reducir costos para la industria. Además, el ministerio defiende la necesidad de ampliar la infraestructura de transporte de gas natural al continente, lo que podría aumentar la oferta disponible en el mercado.
Impacto de la Nueva Ley del Gas en la intervención gubernamental
Sin embargo, la medida no es unánime dentro del gobierno. Un grupo de técnicos advierte que la intervención de la ANP en las decisiones productivas de las empresas podría interpretarse como un incumplimiento de contrato, especialmente en relación a campos que ya tienen planes de desarrollo establecidos.
Algunos técnicos de la propia ANP evalúan que el decreto podría ir más allá de las facultades establecidas por la Nueva Ley del Gas, aprobada en 2021, al crear nuevas obligaciones y restringir los derechos de los productores.
El decreto también prevé que la ANP podrá determinar la revisión de los planes de desarrollo de campos en curso, lo que afectaría a empresas como Petrobras, responsable de más del 87% de la producción de petróleo y gas en Brasil, así como a otras empresas extranjeras que operan en el país. .
Si las empresas no pueden cumplir con los nuevos requisitos, el decreto permite al operador transferir voluntariamente el derecho sobre el campo a terceros o, en caso de incumplimiento de las cláusulas, que la ANP abra un procedimiento para rescindir la concesión.
Infraestructura de gas natural y regulación tarifaria
La revisión forzosa de los planes de desarrollo puede considerarse un incumplimiento de contrato, como señalan algunos técnicos del Gobierno. La elección de extraer más o menos gas natural se basa generalmente en un análisis de viabilidad económica que tiene en cuenta la construcción de gasoductos para llevar el gas al continente o su reinyección para acelerar la extracción de petróleo. Cualquier interferencia del gobierno en esta decisión requeriría adaptaciones en las plataformas de extracción, lo que resultaría en costos adicionales para las empresas y podría impactar los precios.
Además, existe el riesgo de que esta intervención desaliente nuevas inversiones en el sector del petróleo y el gas, especialmente en el desarrollo de nuevos campos. Sin embargo, los partidarios del decreto argumentan que la ANP ya tiene competencia para monitorear y revisar los planes de desarrollo del campo y que los cambios propuestos sólo apuntan a adaptar los proyectos a las nuevas directrices gubernamentales.
El decreto también establece que la ANP podrá ordenar la adecuación de la capacidad operativa de las infraestructuras de producción, flujo, tratamiento, procesamiento y transporte de gas natural. En la práctica, esto significa que la agencia podría determinar la construcción o ampliación de infraestructura, lo que, según los críticos, representa una intervención significativa en las decisiones empresariales.
Otro aspecto controvertido del decreto es la regulación de las tarifas pagadas por terceros para acceder a gasoductos marinos, actualmente negociadas directamente entre las partes. Con el nuevo decreto, la ANP tendría competencia para regular estas tarifas, lo que podría aumentar la competitividad del sector, especialmente frente a Petrobras, que domina gran parte de la infraestructura de gasoductos.
A pesar de las diferencias, el programa “Gas para usar” ha sido respaldado por representantes de la industria, que ven la medida como una oportunidad para revitalizar el sector del gas natural en Brasil. Abrace (Asociación de Grandes Consumidores y Consumidores Libres de Energía) destaca que la iniciativa puede reavivar el optimismo del mercado e impulsar la transición energética en el país.