Los trabajadores postales inician una huelga indefinida en nueve estados, exigiendo ajustes salariales y mejores condiciones laborales.
los trabajadores de Correo electrónico de nueve estados brasileños decidieron “cruzarse de brazos” el pasado jueves 8 de agosto, provocando un paro indefinido. La decisión de suspender las actividades fue aprobada en asambleas realizadas en diferentes estados, entre ellos São Paulo, Río de Janeiro, Rio Grande do Sul y Paraná. Las negociaciones entre la categoría y la empresa hasta ahora no han dado lugar a un acuerdo, y la huelga promete ser uno de los mayores desafíos recientes que ha enfrentado Correios, que ya venía de un período de dificultades financieras y de reestructuración interna. La huelga refleja el descontento general de la categoría, que exige mejoras salariales, mejores condiciones laborales y cambios en el plan de salud que ofrece la empresa.
Motivaciones de la huelga postal
Las principales demandas de los trabajadores involucran cuestiones salarios, condiciones laborales y ampliación de la plantilla.
Los huelguistas exigen un ajuste salarial que consideran justo y válido para 2024.
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También convocan a nuevos concursos públicos para aumentar el número de empleados de Correios, medida que consideran fundamental para mejorar la eficiencia de los servicios prestados.
Otro punto de desacuerdo entre los empleados y la Empresa Brasileña de Correos y Telégrafos (ECT) se refiere al plan de salud ofrecido por la empresa.
Los trabajadores critican el alto costo del plan, que incluye la coparticipación, y exigen una reducción del 15% en los costos de trámites como consultas y exámenes.
En una carta abierta, Findect expuso sus demandas y explicó las condiciones actuales que enfrentan los empleados de Correios, llamando a más trabajadores a unirse a la huelga.
El sindicato también criticó la “postura intransigente” de ECT en las negociaciones, alegando que la empresa no ha demostrado voluntad de satisfacer las demandas de los trabajadores.
Adhesión al paro y estados afectados
A la huelga se sumaron sindicatos de nueve estados: São Paulo, Río de Janeiro, Rio Grande do Sul, Paraná, Ceará, Alagoas, Maranhão, Piauí y Tocantins.
En estos estados, los servicios postales se vieron afectados de diversas maneras, y algunos lugares experimentaron retrasos e interrupciones en la entrega de correspondencia y paquetes.
En São Paulo y Río de Janeiro, que concentran grandes volúmenes de correspondencia y paquetes, la participación en la huelga fue particularmente significativa, según el sindicato.
En otros estados, como Alagoas y Tocantins, la huelga también generó preocupaciones sobre la continuidad de los servicios, especialmente en las zonas más remotas.
Respuesta de la oficina de correos
Correios, por su parte, afirma que, a pesar de la huelga, los servicios “funcionan con normalidad en todo el país”.
En un comunicado oficial difundido el jueves (8), la empresa informó que había tomado medidas para minimizar los impactos de la huelga, como la reubicación de profesionales y el trabajo de horas extras para cubrir las ausencias de los empleados en huelga.
El presidente de Correios, Fabiano Silva dos Santos, declaró en un comunicado que la empresa cree en el diálogo y la transparencia como herramientas esenciales para construir una empresa más fuerte y responsable.
Resaltó que la institución mantiene su voluntad de negociar, pero que ha enfrentado dificultades en los últimos años debido al proceso de cuasi privatización y la extinción de derechos históricos de los trabajadores, medidas implementadas por el gobierno anterior.
La Empresa Brasileña de Correos y Telégrafos sostiene que ha buscado el diálogo con los sindicatos y ha presentado propuestas para atender algunas de las demandas de los trabajadores.
Entre las propuestas, la empresa ofreció un aumento sueldo del 6,05%, que se aplicará a partir de enero de 2025, y un aumento de los beneficios para los empleados a partir de agosto de 2024.
Además, Correios se comprometió a abrir un concurso público para algunas vacantes, con el objetivo de fortalecer la plantilla y mejorar la prestación de servicios.
Pese a estas propuestas, los sindicatos consideran que las ofertas de la empresa son insuficientes para cubrir las necesidades de los trabajadores.
Findect critica el porcentaje de ajuste salarial propuesto, alegando que no se corresponde con el aumento del costo de vida y las pérdidas salariales acumuladas en los últimos años.
Además, el sindicato insiste en que ampliar el número de empleados es fundamental para garantizar mejores condiciones laborales y para que la empresa pueda cumplir con sus obligaciones con la población.
Impactos de la huelga en la población
La huelga postal genera preocupación entre la población, especialmente entre quienes dependen de los servicios postales para entregar correspondencia y paquetes.
En las regiones donde la participación en la huelga fue alta, los usuarios pueden enfrentar retrasos importantes en la entrega de cartas, documentos importantes y productos comprados en línea.
El cierre también podría afectar a las empresas que dependen de Correos para la logística de sus negocios, como los comercios electrónicos y los proveedores de servicios que utilizan la red postal para distribuir sus productos.
Dado que la huelga durará indefinidamente, la expectativa es que el impacto en economía y en la vida cotidiana de los brasileños aumentará si no hay acuerdo entre los huelguistas y la empresa.
Hasta el momento no se prevé una fecha de finalización de la huelga. Findect se mantiene firme en sus demandas e insiste en que los trabajadores no volverán a trabajar hasta que sus demandas sean atendidas.
Correios, por su parte, sigue afirmando que está dispuesto a negociar, pero que también tiene la responsabilidad de mantener la continuidad de los servicios prestados a la población.
Con las negociaciones estancadas y la huelga en curso, el escenario es de incertidumbre tanto para los trabajadores postales como para la población que depende de los servicios postales.
Queda por ver si las partes podrán llegar a un acuerdo que satisfaga las necesidades de los trabajadores y al mismo tiempo garantice la continuidad de los servicios a la población brasileña.