Investigadores en Australia han presentado una nueva tecnología que captura la energía solar almacenada y la libera por la noche, avanzando en la sostenibilidad energética.
La energía solar se ha consolidado como una de las principales soluciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, su dependencia de la luz solar directa para generar electricidad limita su eficiencia durante la noche y en los días nublados.
Para superar esta limitación, los científicos australianos han desarrollado una tecnología innovadora capaz de generar energía a partir de la radiación infrarroja emitida por la Tierra después del atardecer.
El desafío de la energía solar convencional
Los paneles solares fotovoltaicos dependen de la luz visible para generar electricidad. Debido a esto, su producción se interrumpe durante la noche y puede verse reducida en condiciones climáticas adversas.
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Para garantizar un suministro eléctrico continuo, muchas instalaciones utilizan baterías de almacenamiento, lo que aumenta significativamente los costes.
De acuerdo a Agencia Internacional de Energía (IEA)La energía solar fotovoltaica representó el 3,6% de la generación eléctrica mundial en 2022.
Sin embargo, la intermitencia de la producción es uno de los principales desafíos para su adopción a gran escala. Como resultado, se están desarrollando nuevos enfoques para maximizar la eficiencia de la captura de energía solar.
La captura de radiación infrarroja
Durante el día, la Tierra absorbe gran parte de la energía del Sol y por la noche disipa este calor en forma de radiación infrarroja.
Fue basándose en este principio que investigadores de la Escuela de Ingeniería Fotovoltaica y Energías Renovables de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, desarrollaron un dispositivo capaz de transformar esta energía disipada en electricidad.
El equipo se llama diodo termorradiativo, un semiconductor similar a los utilizados en las gafas de visión nocturna.
Según la Dra. Phoebe Pearce, miembro del grupo de investigación, de la misma manera que una célula solar genera electricidad absorbiendo la luz emitida por el Sol, el diodo termorradiativo genera electricidad captando luz infrarroja en un entorno más frío.
Beneficios y aplicaciones
Esta nueva tecnología abre posibilidades sin precedentes para la generación de energía renovable. Actualmente, la cantidad de electricidad generada por el diodo termorradiativo todavía es pequeña: aproximadamente 100.000 veces menos que la producción de un panel solar tradicional.
Sin embargo, los científicos creen que los avances en la investigación podrían hacer que esta fuente de energía sea viable para una variedad de aplicaciones.
Entre los beneficios potenciales está la posibilidad de reducir o incluso eliminar la necesidad de baterías en dispositivos electrónicos como relojes inteligentes y sensores de Internet de las cosas (IoT).
Además, esta tecnología se puede aplicar en la industria espacial, donde los satélites y las naves espaciales dependen de la energía solar para funcionar.
Si los avances continúan, la tecnología podría contribuir al suministro de electricidad en entornos remotos y de difícil acceso.
Retos y perspectivas de futuro
A pesar de su gran potencial, la captura de energía infrarroja todavía se encuentra en las primeras etapas de desarrollo.
Los principales desafíos incluyen aumentar la eficiencia de conversión de energía y reducir los costos de producción de diodos termorradiativos.
Los investigadores en energía creen que con los avances tecnológicos, esta solución podría convertirse en un complemento viable a los sistemas solares. convencional.
El profesor Ned Ekins-Daukes, que dirigió la investigación, dice que todavía queda un largo camino por recorrer, pero confían en que esta tecnología podría transformar el sector de las energías renovables en las próximas décadas.
Por tanto, la posibilidad de generar energía durante la noche abre nuevos horizontes para un futuro más sostenible.
La combinación de tecnologías solares diurnas y nocturnas puede impulsar aún más la transición energética global, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y contribuyendo al objetivo de neutralidad de carbono para 2050.
Con información de Neozone.
Generación “100.000 veces más pequeña”, pero evolucionará y mejorará. ¡NO HAY POSIBILIDAD! En el improbable caso de que mejorara 1.000 veces, todavía sería 100 veces MÁS PEQUEÑO. La radiación infrarroja nocturna procedente del suelo es una fracción infinitesimal de la radiación solar diurna y siempre lo será.
Este asunto ni siquiera merece atención. Pérdida de tiempo. Sea realista.
Aquí viene Brasil con una matriz energética formada por una enorme cantidad de centrales hidroeléctricas. Durante el día se consume menos agua al subir el nivel de los embalses, es decir, los embalses son las baterías. Con este sistema no es necesario generar energía por la noche. Para Brasil no es necesario.
Las plantas reversibles son más prometedoras. El exceso de energía solar se utiliza para bombear agua a un depósito situado encima y por la noche se genera energía hidroeléctrica a partir de esta acumulación.