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Después de una carrera notable, el caza F-14 Tomcat, uno de los aviones más emblemáticos de la Fuerza Aérea de EE. UU., fue retirado oficialmente en 2006. Pero la historia de este poderoso avión no terminó ahí.
En una medida inusual, la Marina de los EE. UU. decidió destruir todos los ejemplares restantes del F-14 Tomcat, cortándolos en pedazos y eliminando cualquier posibilidad de reutilización. ¿El motivo de esta acción extrema? Garantizar que ninguna pieza del F-14 caiga en manos hostiles, particularmente en Irán, el único país además de Estados Unidos que opera este modelo.
La creación del F-14 Tomcat fue motivado por una creciente rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos necesitaba un caza de largo alcance para interceptar los bombarderos soviéticos equipados con misiles antibuque, una amenaza real para las flotas de portaaviones estadounidenses.
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Tras intentos fallidos con modelos como el Douglas F6D y el F-111B, la Armada lanzó el programa VFX, que buscaba un avión de superioridad aérea con alas de geometría variable. En 1969, Grumman fue elegido para desarrollar el modelo que se convertiría en el legendario F-14 Tomcat.
Tecnología avanzada y papel histórico del F-14 Tomcat
El F-14 Tomcat fue una obra maestra de la ingeniería militar. Equipado con el sistema de radar AN/AWG-9 y capaz de rastrear hasta 24 objetivos simultáneamente, llevaba misiles AIM-54 Phoenix, con un alcance de hasta 200 km.
Esta capacidad convirtió al F-14 Tomcat en un defensor esencial de las flotas navales estadounidenses. En funcionamiento desde 1974, reemplazó al F-4 Phantom y rápidamente demostró su valor.
En los años 1980, durante un enfrentamiento con combatientes libios en el Golfo de Sidra, el F-14 fue crucial en misiones de defensa y combate, consolidando su reputación.
La jubilación y el riesgo de la proliferación tecnológica
Con el paso de los años, la complejidad y los costos de mantenimiento del F-14 Tomcat se convirtieron en una carga, lo que llevó a la Armada a reemplazarlo por el F/A-18 Super Hornet en 2006.
Sin embargo, surgió una preocupación mayor: Irán todavía operaba 79 F-14 comprados en la década de 1970, cuando el país era aliado de Estados Unidos.
Después de la Revolución iraní, las relaciones entre los dos países se deterioraron, pero Irán conservó sus aviones y continuó usándolos ampliamente, especialmente durante la guerra entre Irán e Irak.
¿Por qué destruir el F-14 Tomcat?
La decisión de destruir el F-14 Tomcat. fue impulsado por la posibilidad para que Irán obtenga repuestos para extender la vida útil de sus aviones.
Las investigaciones revelaron que agentes iraníes estaban comprando piezas en subastas de excedentes militares estadounidenses. En respuesta, el Departamento de Estado decidió eliminar todos los F-14 restantes.
En 2007, el Pentágono contrató a una empresa para que desmontara los aviones, triturándolos en trozos de 60 cm, con el fin de inutilizar los componentes reutilizables.
Un legado de poder y controversia
El F-14 Tomcat era más que un simple avión; representó el pináculo de la defensa aérea de la Fuerza Aérea de EE. UU. durante décadas.
Su destrucción simboliza la importancia que el gobierno americano le dio a esta tecnología y el temor de que potencias enemigas pudieran utilizarla contra los intereses estadounidenses.
Esta medida drástica es un recordatorio de cómo la geopolítica y la seguridad nacional pueden conducir a decisiones sorprendentes, aunque dolorosas para los admiradores de la aviación.
Así, el F-14 Tomcat, que marcó generaciones, permanece en la historia como un icono, incluso después de su destrucción.
Un dispositivo fantástico, con una historia ejemplar. En la guerra entre Irán e Irak, diezmaron la vieja y obsoleta Fuerza Aérea iraquí. Los ayatolás necesitaban rehabilitar la élite de pilotos entrenados por los norteamericanos, en los días de la orgullosa élite de los pilotos de Reza Pahlevi.