La instalación de miles de turbinas eólicas marinas en Gran Bretaña está molestando a los residentes. Descubra los motivos de este descontento y el impacto de esta construcción en el país y las comunidades locales.
O Reino Unido está a punto de ver una importante expansión en la instalación de parques eólicos marinos, y se están planificando nuevas turbinas gigantes para las zonas costeras de Cornualles, Gales del Sur y las Islas Sorlingas.
La iniciativa, impulsada por Crown Estate, quiere impulsar la producción de energía renovable y transformar la matriz energética del país, pero la propuesta enfrenta críticas de los pescadores locales, preocupados por los efectos negativos en su actividades.
The Crown Estate, que gestiona los fondos marinos de grandes zonas del Reino Unido en nombre del monarca, lidera este ambicioso proyecto que abrirá partes del Mar Céltico a la generación de agua. energia renovable.
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La región cubre las costas de Cornualles, Gales y las Islas Sorlingas, así como áreas de Lincolnshire y Yorkshire, todas conocidas por sus hermosos paisajes e importancia turística.
El plan es parte de una asociación entre Crown Estate y Great British Energy, una nueva organización estatal creada por el secretario de Energía, Ed Miliband, con el objetivo de acelerar la transición a la energía renovable.
Actualmente, Reino Unido cuenta con 2.800 aerogeneradores marinos, que producen alrededor del 15% de la electricidad consumida en el país, totalizando 15 gigavatios (GW) de capacidad instalada.
Sin embargo, el objetivo de Crown Estate es multiplicar esta capacidad, hasta alcanzar los 140 GW en 2050, nueve veces más que los niveles actuales.
Aumento considerable de la capacidad energética
La propuesta de ampliación incluye la construcción de miles de nuevos aerogeneradores, cada uno con una altura media de 260 metros, lo que los haría visibles desde una distancia de hasta 56 kilómetros.
Fintan Slye, director de Operador de Sistemas Eléctricos de National Grid, celebró la proyecto, afirmando que es fundamental acelerar el desarrollo de las energías renovables marinas. Juergen Maier, presidente de Great British Energy, dijo que el proyecto podría proporcionar suficiente energía para aproximadamente 20 millones de hogares.
A pesar del optimismo por parte de la industria energética, muchos cuestionan los impactos de esta expansión, especialmente en relación con la estética de las zonas costeras y las consecuencias para las comunidades locales.
La preocupación por cambiar el paisaje es relevante, ya que las turbinas pueden transformar las vistas que son una parte importante del atractivo turístico en estas regiones.
Impacto en la industria pesquera
Uno de los grupos más afectados por esta expansión son los pescadores. Según Mike Cohen, director general de la Federación Nacional de Organizaciones de Pescadores, los parques eólicos existentes han perjudicado la pesca en zonas tradicionales, y la ampliación propuesta sólo debería intensificar esta presión.
Para Cohen, las turbinas dificultan la práctica de la mayoría de tipos de pesca, aumentando los costos operativos, como el combustible, y reduciendo las capturas.
Además, señala la falta de estudios científicos exhaustivos sobre los impactos ecológicos de estas construcciones en el mar. “Casi no existe ninguna investigación científica sobre los impactos ecológicos de este tipo de construcción marina, especialmente en la escala propuesta.“, advierte Cohen.
La expansión de los parques eólicos podría alterar profundamente el ecosistema marino y, como resultado, afectar a varias especies de peces que sustentan las actividades pesqueras locales.
Los pescadores también temen que el constante movimiento de embarcaciones y la construcción de turbinas alteren los patrones migratorios de las especies de las que dependen para su subsistencia.
Competencia por los recursos en el mar
La creciente demanda de zonas marítimas también preocupa a autoridades y expertos. Gus Jaspert, director general marino de Crown Estate, destacó la necesidad de una planificación integrada para gestionar la competencia por los recursos en los mares británicos.
Además de la pesca, otras industrias como el transporte marítimo, el petróleo, el gas e incluso el almacenamiento de CO2 compiten por el uso de estas zonas.
"Necesitamos un plan que libere el verdadero potencial de nuestros mares“, afirmó Jaspert, destacando que el desarrollo de la energía eólica marina puede eliminar barreras al despliegue de energías renovables y proporcionar más seguridad a los inversores.
Con el objetivo de reducir significativamente las emisiones de carbono y combatir el cambio climático, el Reino Unido ha priorizado la expansión de las fuentes de energía limpia. Sin embargo, el desafío es encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico, la protección ambiental y el respeto por las comunidades que dependen del mar para su sustento.
Los ambiciosos planes del Crown Estate y del gobierno británico para aumentar drásticamente la capacidad de energía eólica marina reflejan el compromiso del país con la transición a una economía baja en carbono. Sin embargo, la oposición de los pescadores y los impactos en los paisajes costeros y el ecosistema marino plantean un debate sobre cómo se debe llevar a cabo esta expansión.