En un mundo donde las empresas van y vienen rápidamente, una empresa impresiona por haber estado en funcionamiento durante casi 1.500 años. La empresa más antigua del mundo ha superado muchos desafíos
Cada día se crean y cierran miles de empresas en todo el mundo. Algunos duran años, otros sólo meses. Incluso las empresas más valiosas del planeta, que dominan sectores enteros, sólo tienen unas pocas décadas de existencia. existencia. En este escenario hablaremos de la empresa más antigua del mundo.
Pero hay una sorprendente excepción. La empresa más antigua del mundo que aún sigue en funcionamiento fue fundada hace casi 1.500 años. Esto es acerca de Kongo-gumi, una empresa constructora japonesa que inició sus actividades en siglo VI.
Origen de Kongo Gumi: la empresa más antigua del mundo
La historia de la empresa comienza en el año de 578, cuando el carpintero coreano Kongō Shikō llegó a Japón.
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Formaba parte de un grupo de artesanos especializados en la construcción de templos budistas. El país, que en aquella época estaba dominado por el taoísmo, estaba viviendo un intenso proceso de adopción del budismo.
Para impulsar este cambio, la familia real japonesa decidió construir el primer templo budista del archipiélago: Shitenno-ji, en Osaka.
Como no había mano de obra local con conocimientos de arquitectura budista, se invitó a Kongō Shikō y a otros dos carpinteros para llevar a cabo el proyecto.
Una vez terminada la obra, Kongō Shikō decidió quedarse en Japón y fundó Kongo Gumi, iniciando una historia que duraría siglos.
Sobreviviendo al tiempo
Desde la construcción de Shitenno-ji, Kongo Gumi se ha especializado en la construcción y restauración de templos budistas en todo Japón.
A lo largo de su existencia, ha enfrentado desafíos importantes, como guerras, crisis económicas y cambios políticos. Aún así, logró permanecer activa durante casi un milenio y medio.
Según Hidekazu Sone, profesor asociado de la Universidad de Arte y Cultura de Shizuoka, la longevidad de la empresa está directamente relacionada con la calidad de sus artesanos y la gestión eficiente de sus líderes.
Los registros históricos indican que la empresa siempre ha tenido los carpinteros más capacitados de Japón.
La competencia interna entre estos profesionales condujo a la mejora constante de las técnicas de construcción, asegurando la superioridad de Kongo Gumi en el mercado.
Liderazgo y tradición
Durante la mayor parte de su existencia, Kongo Gumi estuvo dirigido por descendientes directos de Kongō Shikō. Fueron 40 generaciones de una misma familia las que dirigieron la empresa. Pero esta continuidad no se basaba únicamente en lazos de sangre.
La familia siempre ha priorizado la competencia sobre la tradición. Si el primogénito no demostraba suficiente capacidad, otro miembro de la familia tomaba la iniciativa.
Si no había descendientes varones, las hijas se casaban con carpinteros talentosos, asegurando la continuidad de la gestión.
En el Período Edo (1603-1868), los Kongo Gumi se enfrentaron a una feroz competencia de otros grupos de carpinteros.
Para mantenerse en el mercado, comenzó a seleccionar líderes que, además de ser buenos artesanos, tuvieran habilidades administrativas. Esta flexibilidad ha ayudado a la empresa a superar las crisis a lo largo de los siglos.
Crisis y reestructuración
A pesar de su larga historia, Kongo Gumi no ha sido inmune a las dificultades. A principios del siglo XX, durante la Depresión Showa, la empresa enfrentó graves problemas financieros.
La Segunda Guerra Mundial también trajo consigo desafíos.
Con la economía devastada y la demanda de construcción de templos reducida, la empresa tuvo que reinventarse para sobrevivir.
Sin embargo, el golpe más duro llegó en 2006. Al acumular enormes deudas, Kongo Gumi ya no pudo operar de forma independiente.
Luego fue adquirida por Takamatsu Construction Group, una empresa de construcción de Osaka.
Legado e influencia
Hoy en día, Kongo Gumi sigue existiendo, pero como una subsidiaria de Takamatsu. Su identidad histórica sigue viva y su influencia aún puede verse en la construcción y restauración de templos budistas en todo Japón.
Sin embargo, ningún descendiente de la familia Kongo ocupa puestos de liderazgo en la empresa. Sólo un miembro de la familia sigue trabajando en la empresa, manteniendo viva de alguna manera la tradición.
El legado de Kongo Gumi va más allá de la historia corporativa. Su modelo de gestión, su adaptación a los cambios y la calidad de su plantilla son un ejemplo de longevidad y resiliencia.
Pocas empresas en el mundo pueden presumir de un historial tan impresionante.
Incluso sin la independencia del pasado, Kongo Gumi sigue siendo un símbolo de tradición e innovación en la construcción japonesa.
En un mundo tan devastador para las empresas, saber que una ha sobrevivido siglos, y es una inspiración para los emprendedores, para mantenerse activos y prosperar, para mantenerse fuertes y enfocarse en el futuro, felicitaciones.