La investigación muestra el impacto de la inflación en la dieta de los brasileños, con recortes en artículos como carne, leche, frutas y verduras, especialmente entre las familias de bajos ingresos.
El aumento de los precios ha transformado la vida cotidiana de millones de brasileños. Datos recientes del instituto Datafolha muestran un escenario preocupante: el 58% de la población ha reducido su compra de alimentos básicos debido a la inflación. La situación es aún más crítica entre los más pobres, donde esta cifra alcanza el 67%. El impacto afecta directamente la alimentación de los brasileños y también obliga a cambios en diversos hábitos de consumo.
Alimentos afectados por la inflación
La inflación ha golpeado duramente a los alimentos más esenciales. Según la encuesta, el 58% de los encuestados afirmó que está comprando menos artículos básicos.
Entre brasileños Para las personas con ingresos más bajos, este porcentaje aumenta al 67%. El intento de mantener el presupuesto dentro de lo posible ha llevado a muchas familias a recortar incluso lo necesario.
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El estudio también muestra que una cuarta parte de la población brasileña tiene menos comida de la que necesita. Mientras tanto, el 60% dice que tiene suficiente comida y el 13% dice que tiene más de lo que necesita. La diferencia entre estos grupos pone de relieve la desigualdad en el acceso a los alimentos.
Cambiar hábitos
La investigación reveló que los efectos de la inflación no se limitan a los alimentos. La forma de consumo de los brasileños está cambiando en diversas áreas. La encuesta muestra que el 61% de la población dejó de salir a comer fuera con tanta frecuencia. Los viajes a bares y restaurantes se hicieron cada vez más escasos.
Otro hecho importante es el intercambio de marcas. La mitad de los brasileños han comenzado a optar por versiones más baratas de productos de uso diario, como el café. Los recortes de gastos también alcanzaron a los servicios básicos: el 50% redujo su consumo de agua, electricidad y gas.
El consumo de bebidas también disminuyó: un 49% de los encuestados afirmó haber empezado a comprar menos. Incluso los medicamentos fueron incluidos en la lista de artículos afectados, con un 36% de los brasileños reportando una reducción en las compras. Estas decisiones muestran la carga que la inflación ha impuesto a los presupuestos familiares.
Opinión sobre el gobierno
Datafolha también investigó cómo la población percibe la responsabilidad del gobierno en la actual situación económica. Para el 54% de los brasileños, el gobierno de Lula tiene “mucha responsabilidad” por el aumento de los precios de los alimentos.
El 29% cree que el gobierno tiene “parte” de culpa y el 14% dice que el Planalto no tiene ninguna responsabilidad.
Estos datos reflejan el descontento de gran parte de la población con el escenario económico. Aunque las causas de la inflación son variadas, la encuesta muestra que muchos brasileños asocian el problema a la gestión federal.
Perfil de investigación
La encuesta Datafolha se realizó entre el 1 y el 3 de abril de 2025. En total, fueron entrevistadas 3.054 personas en 172 municipios de todas las regiones de Brasil. El margen de error es de 2 puntos porcentuales en cualquier sentido.
El instituto ya había realizado una encuesta similar en marzo de 2023. Los nuevos datos muestran que la presión inflacionaria sobre los hogares brasileños persiste, incluso dos años después del último estudio.
Impactos de la inflación: Adaptación forzada
La realidad que retrata la investigación muestra un país en proceso de adaptación forzada. Los recortes en actividades de ocio, las sustituciones de marcas y la reducción del consumo de artículos esenciales se han convertido en estrategias comunes. Los brasileños intentan adaptarse lo mejor posible a un escenario de precios altos.
Más que simples ajustes puntuales, estos cambios revelan una rutina transformada por la necesidad. El consumo ya no es una opción y se ha convertido en una cuestión de supervivencia.
Alerta de inseguridad alimentaria
El hallazgo de que el 25% de la población tiene menos alimentos de los necesarios es uno de los datos más preocupantes de la investigación.
Esto significa que uno de cada cuatro brasileños vive con severas restricciones en el acceso a los alimentos. Estos datos muestran que la inflación está impactando no sólo los bolsillos de las personas, sino también la nutrición de la población.
La inseguridad alimentaria se ha convertido en parte de la realidad de millones de familias. En muchos hogares, las decisiones diarias giran en torno a cómo hacer que el poco dinero dure hasta fin de mes.
Reflexiones de la crisis
Brasil está viviendo un período de desafíos económicos. La inflación, especialmente en el sector alimentario, ha estado cambiando comportamientos, exigiendo sacrificios y generando frustración. Incluso servicios esenciales, como la energía y los medicamentos, fueron blanco de recortes.
La investigación de Datafolha revela esta realidad. Esto demuestra que la población se enfrenta a dificultades reales y cotidianas. El hecho de que la mitad de los entrevistados haya reducido el uso de electricidad, agua y gas muestra hasta qué punto afecta la inflación a la vida cotidiana.
La reducción en el consumo de medicamentos, registrada por el 36% de las personas, es otra alerta sobre los efectos del escenario económico sobre la salud.
Presión de inflado constante
El estudio indica que la presión inflacionaria sigue siendo fuerte. A pesar de algunas señales de alivio en otros sectores de la economía, el impacto en los precios de los alimentos y servicios básicos sigue siendo uno de los principales problemas que enfrenta la población.
La encuesta no presenta predicciones ni tendencias futuras, pero refuerza la necesidad de soluciones que alivien la carga de la inflación en la vida cotidiana de los brasileños.
Entre los entrevistados, el 50% afirmó haber reducido su consumo de agua, gas y electricidad. Esta cifra demuestra que incluso los servicios esenciales se han visto limitados en busca de ahorros. La inflación, además de cambiar los hábitos, ha redefinido las prioridades y obligado a tomar decisiones difíciles en miles de hogares en todo el país.
Con información de Terra.