Licencia ambiental bloquea planes de exploración de miles de millones de barriles de Petrobras en la costa norte de Brasil, intensificando el debate entre el gobierno y el Ibama
La Margen Ecuatorial, que se extiende desde Amapá hasta Rio Grande do Norte, se convirtió en una de las mayores apuestas de Petrobras para la próxima década. Esta región, considerada prometedora por la empresa estatal, Tiene características geológicas similares a las áreas vecinas. que ya han revelado vastas reservas de petróleo y gas natural. Se estima que el Margen Ecuatorial Brasileño podría contener entre 20 y 30 mil millones de barriles de petróleo, que, de confirmarse, colocaría a Brasil entre los mayores productores de petróleo del mundo, según el video del canal Poder Urbano.
La importancia estratégica del margen ecuatorial
El Margen Ecuatorial es visto por Petrobras como un frontera exploratoria estratégica, especialmente en aguas ultraprofundas. El plan estratégico de la estatal destina el 49% de sus inversiones en exploración a esta región hasta 2027. El descubrimiento de grandes reservas en países cercanos, como Guyana, que comparten el mismo contexto geológico, refuerza la confianza en la viabilidad de nuevos descubrimientos importantes en la costa norte de Brasil.
El interés de Petrobras aumentó después de que ExxonMobil y otros consorcios internacionales descubrieron enormes yacimientos de petróleo y gas en Guyana. con un potencial estimado de 11 mil millones de barriles. Este éxito transformó la economía del país vecino, que registró un Impresionante crecimiento del PIB del 43,5% en 2020, en medio de una crisis global provocada por la pandemia. El modelo de Guyana sirve de inspiración para Brasil, que puede beneficiarse económicamente si logra explorar los recursos del Margen Ecuatorial.
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El impasse con las licencias ambientales
A pesar de las expectativas, Petrobras Enfrentó un obstáculo importante al iniciar los trabajos en el Margen Ecuatorial: la falta de aprobación del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama). La empresa estatal estaba a la espera de la emisión de una licencia ambiental para realizar pruebas en la Cuenca de Foz do Amazonas, pero el Ibama negó la solicitud, generando un intenso debate dentro del gobierno.
La agencia ambiental justificó su decisión afirmando que aún se necesitan evaluaciones más detalladas, como la Evaluación Ambiental de Áreas Sedimentarias (AAAS), que identifica las áreas más adecuadas para la exploración de petróleo y gas, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental. La cuestión también involucra la protección de la biodiversidad en la región amazónica y el impacto en las comunidades locales.
División en el gobierno y presión para la explotación
La negación del Ibama creó una clara división en el gobierno brasileño. Por un lado, el Ministerio de Medio Ambiente, encabezado por Marina Silva, respalda la decisión del organismo ambiental, defender la necesidad de proteger la riqueza natural de Brasil y adoptar prácticas de desarrollo sostenible. Por el otro, el Ministerio de Minas y Energía, bajo el mando de Alexandre Silveira, y la propia Petrobras están impulsando la exploración, alegando que puede impulsar la economía de las regiones más pobres del norte y noreste del país.
Impacto económico y social
Si se libera, exploración en el Margen Ecuatorial puede transformar profundamente las economías de los estados del Norte y del Nordeste. Al igual que Guyana, cuyo PIB per cápita aumentó drásticamente desde el inicio de la exploración petrolera, las regiones brasileñas involucradas podría experimentar un crecimiento económico acelerado, además de mejoras en las áreas de infraestructura, salud y educación, financiadas con ingresos petroleros.
Sin embargo, Brasil también enfrenta el desafío de equilibrar sus compromisos ambientales globales. El país se ha comprometido a objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050, lo que requiere una reducción de la inversión en combustibles fósiles. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte que, para lograr este objetivo, no se deben iniciar nuevos proyectos petroleros.