Creada por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, la innovación utiliza ultrasonidos para crear enclaves de sonido invisibles, donde el sonido sólo es audible para el oyente. La tecnología puede transformar los entornos públicos, las oficinas, el transporte público y el sector publicitario.
Escuchar música en el metro o ver vídeos en una cafetería sin auriculares y sin molestar a quienes te rodean parece imposible, pero ya no lo es. Un equipo de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, ha desarrollado una nueva tecnología que dirige el sonido con precisión a un único punto del espacio, permitiendo que sólo el usuario escuche el audio, incluso en lugares públicos.
La investigación fue publicada en marzo de 2025 y llamó la atención de medios como Olhar Digital y el sitio web Terra, que explican que la innovación funciona a través de la llamada acústica no lineal, creando “zonas de sonido” silenciosas para quienes están fuera de su alcance. El sonido se curva, evita obstáculos y llega al oído del oyente con precisión, Sin ruidos externos ni interferencias para otras personas.
¿Cómo funciona la tecnología que elimina la necesidad de auriculares?
La solución se basa en haces de ultrasonidos que interactúan entre sí hasta formar un enclave audible, es decir, un punto exacto donde se puede escuchar el sonido. Los investigadores explicaron a la revista Applied Physics Letters que, más allá de ese punto, los rayos permanecen en frecuencias inaudibles para los humanos.
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El ingeniero acústico Amir Eftekhar Azam, uno de los responsables del estudio, dijo que la intención era crear un sistema de audio privado, sin aislamiento físico, ideal para uso personal o en entornos compartidos. Según él, “esta tecnología puede transformar la forma en que escuchamos música, participamos en reuniones virtuales o incluso recibimos información publicitaria en lugares públicos”.
Aplicaciones: desde la oficina hasta el transporte público
Entre las aplicaciones prácticas ya previstas se encuentran estaciones de metro, salas de espera, oficinas compartidas e incluso vehículos autónomos. Dado que el sonido sólo es audible para el destinatario, sería posible escuchar una llamada o un vídeo sin necesidad de auriculares o altavoces. Los entornos corporativos también se beneficiarían de una mayor privacidad en las llamadas y menos ruido general.
Según el portal Terra, empresas del sector tecnológico y publicitario ya han mostrado interés en el nuevo producto. La posibilidad de crear “burbujas de sonido” dirigidas a consumidores específicos podría abrir el camino a nuevos formatos de publicidad interactiva en centros comerciales, aeropuertos o eventos deportivos.
Retos y próximos pasos
El equipo de Penn State reconoce que todavía hay desafíos. El primero es el tamaño del equipo, que actualmente ocupa una mesa de laboratorio. La siguiente fase del proyecto implica miniaturizar los emisores ultrasónicos y aumentar la eficiencia de la orientación.
Otro punto crucial es la regulación. Como el sistema funciona mediante ultrasonidos, será necesario seguir las normas de seguridad y su uso en espacios públicos. La Administración Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) ya está estudiando estándares para tecnologías de sonido direccional que podrían utilizarse comercialmente.