El Honda NSX de 573 CV, donado por un empresario, será presentado en un evento de carreras en Suzuka. El vehículo refuerza las patrullas de la policía japonesa en la región.
La fuerza policial de la prefectura de Mie, en Japón, ha sorprendido a todos al añadir un vehículo inusual a su flota: un potente Honda NSX de 573 caballos de fuerza. EL superdeportivo, tradicionalmente asociado a pistas y coleccionistas, ahora forma parte de la patrulla alrededor del famoso circuito de Suzuka, ubicado en la isla de Honshu.
La entrega oficial tuvo lugar en una ceremonia especial en el autódromo, con actuación musical y la espectacular presentación del vehículo, cubierto por una lona hasta el momento del anuncio.
Honda NSX: un superdeportivo en la policía japonesa
El nuevo Honda NSX de la policía japonesa rompe por completo con los sedanes estándar de Toyota, que son más comunes en las flotas policiales del país.
-
Fiat Toro 2025 cero km por R$ 137 mil en Brasil: descuentos históricos de hasta R$ 30.000 para liquidar stock antes de que la versión 2026 llegue al mercado para sacudir a los rivales Tarok y Montana
-
Fiat Toro 2026: la nueva pick-up híbrida que revoluciona el mercado con motor T270 Hybrid y caja de cambios e-DCT de 7 velocidades
-
Honda HR-V EX 2018: la opción ideal de SUV usado en el rango de R$ 90
-
¡5 SUV que durarán toda la vida! Modelos que nunca se rompen, en los que puedes confiar
Pintado en el tradicional esquema blanco y negro, con la inscripción “Policía” en las puertas y luces rojas en el techo, el coche irradia grandeza y modernidad.
Su presencia marca una nueva etapa para la policía en la región, aportando no sólo tecnología de punta, sino también un símbolo de fuerza y prestigio.
El Honda NSX fue donado por un entusiasta de las pistas.
Contrariamente a lo que muchos podrían imaginar, el vehículo no fue comprado con fondos públicos ni confiscado en acciones policiales. El Honda NSX fue donado por Toshiya Kobayashi, un Empresario Profesional inmobiliario de 43 años, apasionado por los deportes de motor.
Durante el evento de entrega, Kobayashi se conmovió hasta las lágrimas cuando vio el auto en una vuelta de demostración lenta alrededor del circuito: "¡Genial!", exclamó. Incluso bromeó sobre la velocidad: “Quizás eran un poco reservados con la velocidad”.
La donación, valorada en 25 millones de yenes (aproximadamente R$ 996.168,00), incluyó todas las modificaciones necesarias para transformar el superdeportivo en un vehículo de patrulla oficial.
De acuerdo con el portal el DriveEl nuevo NSX policial se presentará en un desfile durante la carrera SuperGT, programada para agosto, en el propio circuito de Suzuka.
La aparición pública será una oportunidad única para que los entusiastas observen más de cerca el impresionante vehículo, que debería atraer aún más atención al evento de deportes de motor.
Japón ha tenido otros superdeportivos en su flota policial
Esta no es la primera vez que los coches deportivos recorren las calles de Japón. Modelos como el Nissan GT-R, Skyline, 350Z e incluso el Mazda RX-7 ya se han integrado al servicio policial, manteniendo el mismo aspecto característico en blanco y negro.
Sin embargo, el uso de estos modelos generalmente se limita a eventos, patrullas de demostración y actividades educativas.
Mientras Japón atrae todas las miradas con sus coches de policía Honda NSX, la ciudad de Dubai ya es famosa por contar con una flota policial formada por auténticas máquinas de ensueño.
Allí se pueden encontrar vehículos como el Bugatti Veyron, el Porsche 918 Spyder, el Lamborghini Aventador y otros superdeportivos impresionantes.
En Brasil, la rareza se destaca en Santa Catarina
Aunque son casos aislados, Brasil también ha tenido sus momentos de lujo en materia policial. El más reciente involucra un Porsche 911 Turbo, incautado por la Policía Federal durante la Operación Toppare, en Balneário Camboriú (SC), en 2024.
O vehículo, anteriormente perteneciente a una organización criminal, fue transformado en vehículo y comenzó a ser utilizado en actividades educativas y operaciones especiales.
El uso de automóviles de alto rendimiento como vehículos ha adquirido un papel simbólico en varios países.
Además de servir como herramientas policiales, también representan la descapitalización de las organizaciones criminales y el uso inteligente de los activos incautados.
En el caso del Porsche brasileño, por ejemplo, el coche se convirtió en una atracción en exposiciones y campañas de concientización contra el crimen organizado.