La probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 colisione ha aumentado de 1 en 83 a 1 en 43 en menos de una semana. Los expertos de la NASA y de la Agencia Espacial Europea siguen de cerca su trayectoria, pero hay un problema: podría simplemente desaparecer de los radares en 2028 y reaparecer recién en 2032, año en el que podría (o no) impactar la Tierra.
La idea de que un asteroide gigante se dirija hacia la Tierra puede parecer una escena de película, pero este tipo de riesgo es real y ha sido estudiado varias veces. Esta vez, 2024 YR4 se convirtió en el centro de atención porque, en tan solo unos días, la probabilidad de impacto aumentó significativamente.
Nuevos cálculos de la NASA y la Agencia Espacial Europea indican que la probabilidad de una colisión es ahora del 2,3%, lo que puede parecer bajo, pero plantea importantes debates sobre nuestra capacidad para protegernos de este tipo de evento cósmico.
¿Sería un desastre del nivel del Armagedón? Bueno, en realidad no…
Cada vez que aparecen noticias sobre asteroides, mucha gente recuerda las películas Armageddon y Deep Impact. Pero, contrariamente a lo que ha demostrado Hollywood, hacer estallar un asteroide con una bomba nuclear no es una buena idea.
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Esto se debe a que, dependiendo del tamaño y la composición del objeto, la explosión puede generar una lluvia de fragmentos más pequeños e igualmente peligrosos. En otras palabras, en lugar de resolver el problema, simplemente estaríamos multiplicando el número de impactos.
La verdad es que, si el asteroide 2024 YR4 realmente se dirigiera hacia la Tierra, necesitaríamos un enfoque mucho más inteligente para desviar su trayectoria.
La ciencia ha avanzado: hoy tenemos tecnología para evitar el impacto
Contrariamente a lo que muestran las películas, no necesitaríamos un grupo de mineros espaciales para evitar un impacto catastrófico. En 2022, la NASA llevó a cabo la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), que demostró que un asteroide puede ver alterada su órbita por el impacto de una nave espacial bien posicionada.
Esta tecnología ya se considera una de las mejores opciones si un objeto verdaderamente amenazante entra en curso de colisión con la Tierra.
Además, la ONU y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales discutirán esta cuestión en los próximos meses, buscando formas de mejorar aún más nuestras defensas planetarias.
¿Qué pasaría si perdiéramos el rastro del asteroide?
El mayor problema de 2024 YR4 no es su probabilidad de impacto actual, sino más bien el hecho de que podría simplemente desaparecer de nuestros radares a partir de 2028. Esto se debe a que su trayectoria elíptica lo llevará a una región del espacio donde será imposible monitorearlo hasta 2032.
En otras palabras, durante cuatro años no tendremos forma de saber exactamente dónde estará. Y cuando finalmente reaparezca, puede que ya sea demasiado tarde para reaccionar.
Si realmente se produjo un impacto, Los cálculos indican que las posibles ubicaciones Las zonas afectadas serían el Pacífico Norte, Sudamérica, África Central e incluso Birmania.