Los gigantes tecnológicos estuvieron presentes en la toma de posesión de Trump, pero los motivos detrás de su aparición van más allá de lo que puedas imaginar. Descubra el detrás de escena de esta decisión
Na inauguración de trump En Washington, DC, un detalle llamó la atención: la presencia de algunos de los nombres más poderosos de la tecnología global. Jeff Bezos, Elon Musk y Mark Zuckerberg estuvieron entre los invitados destacados, a los que se unieron Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, y Tim Cook, director ejecutivo de Apple.
Todos sentados en lugares privilegiados, junto a miembros del Gabinete y otras figuras influyentes.
Razones para asistir al histórico evento
La presencia de Musk no fue exactamente una sorpresa. Siempre ha mostrado su apoyo a Trump y, según los analistas, tiene una influencia considerable en la Administração.
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Sin embargo, Bezos y Zuckerberg causaron cierta sorpresa, ya que habían tenido relaciones problemáticas con Trump en el pasado. Bezos, por ejemplo, tuvo varios enfrentamientos con Trump durante su primer mandato.
Sin embargo, en los últimos meses la postura de los magnates ha cambiado. Bezos desembolsó recientemente 40 millones de dólares para adquirir los derechos de un documental sobre Melania Trump en su plataforma Amazon Prime Video.
Además, Amazon aportó 1 millón de dólares al fondo inaugural de Trump, lo que demuestra un claro intento de acercamiento. El propio Bezos se encargó de felicitar públicamente a Trump tras su victoria en las elecciones de 2024, calificándolo de “un líder capaz de unir a Estados Unidos”.
Zuckerberg también entró en juego. Fue coanfitrión de un baile inaugural de Trump, que reunió a importantes donantes del Partido Republicano. Entre los presentes se encontraban Miriam Adelson, Todd Ricketts y Tilman Fertitta, conocidos por su generosidad con la campaña republicana.
Los observadores políticos señalan que la medida de Zuckerberg refleja el deseo de dejar espacio a su negocios, Meta, en la nueva administración.
El director general de Tesla, por su parte, no oculta su entusiasmo. Musk no solo ha donado 250 millones de dólares a la campaña de Trump, sino que también está ayudando a dirigir un nuevo departamento centrado en la eficiencia gubernamental. Se ha convertido en una presencia constante al lado de Trump desde su victoria electoral.
La toma de posesión de Trump
Los expertos creen que la motivación detrás de estos enfoques está directamente relacionada con las políticas empresariales del nuevo gobierno. Trump tiene un historial de favorecer a las empresas que se alinean con su agenda, y las grandes tecnológicas buscan asegurarse espacio e influencia durante los próximos cuatro años.
Adam Kovacevich, experto en política tecnológica, afirmó que “a Trump le encanta la atención de los directores ejecutivos de las grandes corporaciones, y lo que vemos ahora es una carrera para establecer una conexión directa con él”. Para muchos analistas, esto representa un intento estratégico de evitar regulaciones más estrictas y garantizar condiciones comerciales favorables.
Otro punto importante es que, además de la política, también importa el factor financiero. Empresas como Amazon, Meta y Tesla dependen de relaciones sanas con el gobierno para mantener contratos e incentivos fiscales. La presencia en la inauguración se considera un gesto de buena voluntad y apertura al diálogo.
La recepción pública, sin embargo, fue mixta. Muchos partidarios de Trump ven el acercamiento como una prueba de su capacidad para unir a sectores que antes lo criticaban. Por otro lado, los críticos señalan que la adhesión de las grandes tecnológicas podría comprometer la independencia de estas empresas y plantea dudas sobre una influencia política excesiva.
De cualquier manera, lo que está claro es que la toma de posesión de Trump no fue sólo un evento político, sino también una demostración de poder empresarial. Bezos, Musk y Zuckerberg saben que estar del lado del presidente puede ser un movimiento estratégico valioso para sus intereses.